LUCES DE BOHEMIA

“Luces de bohemia representa la traducción de toda una vida viviendo y muriendo por el teatro.
Es “el texto que se convierte en obra”. Pienso que cualquier director escénico que ame la profesión, el oficio y comprenda el sentido que tiene esta obra dramática, debe tener anotado en la agenda este montaje para ponerlo en pié en algún momento de su andadura teatral. Razones hay muchas.
Considero que es un texto que define a España. La de entonces y la de ahora. Posiblemente la de siempre. Valle conocía muy bien a este pueblo en el que conviven la ignominia y la razón sin que nadie se escandalice por ello. Dice la canción “qué falta de respeto, que atropello a la razón: cualquiera es un señor, cualquiera es un ladrón… no pienses más, siéntate a un lado que a nadie importa si naciste honrado…” y en este baile de fantoches vestidos de traje de marca o de aspirantes a serlo, sólo nos queda tomar la palabra, una vez más, antes de tomar otras determinaciones. La palabra es nuestra herramienta; la de autores, directores y actores. El teatro es nuestra arma, nuestro pulso, nuestro llanto, nuestra alegría, nuestra razón de vivir.
Os invito a que compartáis con nosotros la vivencia de esta gran obra, como jamás otra fue escrita, y que miréis desde la butaca al escenario como si de un espejo cóncavo se tratara. Todos estamos representados en él, de alguna manera. Hemos trabajado mucho y con ilusión para alcanzar el reto de ofrecer un trabajo bien meditado y bien hecho. Hemos cumplido un sueño.”  CARMEN RUÍZ-MINGORANCE