El Mesías de Georg Friedrich Händel se constituye en uno de los paradigmas del oratorio del periodo barroco, en el que el texto tiene una relevancia tan significativa que da a su discurso musical un gran sentido dramático en la sucesión de una serie de episodios que evolucionan de manera lógica y natural. Su libreto es una selección estructurada en tres partes de textos del Antiguo y Nuevo Testamento así como del Book of Common Prayer de la Iglesia Anglicana, con la única intención de justificar a Jesucristo en su destino mesiánico.
A petición del diplomático y barón holandés Gottfried van Swieten, Mozart hizo una instrumentación de El Mesías, incrementando la sección de cuerda con segundos violines y violas así como completando las secciones de viento, además de añadir timbales, lo que significó un destacado incremento de color en el sonido de la orquesta. Estas modificaciones dan a la obra un tendente "aclasicado" carácter sin desviarse por ello del insustituible espíritu solemne de la obra original de Händel.