Ene 19 2017

José A. Hergueta, MLK Producciones,Entrevista: Antonio J. Viñas Márquez | Fotos: Promocionales

Miguel Picazo. Un cineasta extramuros.

Entrevista a José A. Hergueta, responsable de MLK Producciones.

A los pocos días de que la XVIII edición del Festival de Cine Español de Málaga (2015) inaugurara el palmarés de la Biznaga de Plata a la producción, concediéndoselo a la productora malagueña, MLK Producciones, recibí un encargo de Aforo Libre para hacerle una entrevista a su director, José Antonio Hergueta. Diversos retrasos y algunos misterios han hecho que no sea posible hasta hoy, día señalado ya en la historia contemporánea, cuando el viejo insurrecto Fidel ha hecho suya -y para siempre- el estribillo de la canción que con tanto cariño le dedicó en su día Carlos Puebla: “Se acabó la diversión, llegó el Comandante y mandó a parar”. Y esta vez se le congeló también a él la sangre, como al común de los mortales (q.e.d.).

José A. Hergueta, MLK Producciones,Con este recuerdo obligado sobre la paradójica e inigualable figura del “representante de Dios en la Tierra de la sufrida y anquilosada cubanía revolucionaria”, y de uno de sus logros sociales, el de la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de Baños, iniciamos la entrevista con un creador audiovisual de la Malagueta -pero habitante de El Palo- que soñando joven en ser ingeniero aeronáutico acabó, por ahora, siendo productor audiovisual y cultural desde 1999; y presidiendo desde hace unos años la Asociación PECAA, que reúne a productores independientes del audiovisual andaluz.

Aforo Libre: ¿Qué puede representar MLK dentro del cine andaluz?

J. A. Hergueta: Vaya, qué arranque… y qué responsabilidad me colocas. Hace 18 volví a Málaga, después de ausentarme desde que tenía… 18 años, precisamente. En mis planes no estaba precisamente regresar a la ciudad de la que me fui, sino seguir pasando a capitales aún más grandes que Madrid, donde viví en total 10 años, o ciudades interesantes como Glasgow o Maastricht, adonde fui con becas o proyectos artísticos. Pero algo había ido cambiando y, no sin misterio para mí, acabé volviendo con una propuesta que finalmente dio lugar a MLK, como empresa de gestión cultural y producción audiovisual.
La verdad, tampoco había pensado nunca en ser productor, aunque es cierto que había ejercido ese papel en las obras de video-creación que realicé en los años 80, incluso en trabajos de amigos, por lo que esa capacidad ya estaba. Pero una empresa es cosa seria, y muchos productores han surgido así, por no encontrar quien les produzca y gestione sus proyectos. Así fue y, poco a poco, fui encontrando creatividad en la forma de resolver dilemas y afrontar los desafíos de la producción en un país donde todavía se ha hecho muy poco al respecto.

A. L.: ¿Y cómo se fue fraguando ese cambio?

José A. Hergueta, MLK Producciones,J. A. H.: Después de haber realizado vídeo e instalaciones con mucha libertad, y haber expuesto en museos y festivales, me había ido surgiendo una afinidad con la manera “documental” de contar historias, una tradición que está en el propio origen del cine. Mis trabajos como autor habían tomado ese camino hacia lo que se dio en llamar “documental de creación”; y en esa búsqueda, al fundar MLK con un proyecto ligado a indagar y hablar de historias no contadas, me orienté hacia un tipo de relato que tuviese autoría y creatividad, pero buscando hueco en las ventanas de distribución, principalmente en la televisión, que es quien ha venido financiando el cine. El modelo estaba en Europa y funcionaba bien en Francia y Alemania, por ejemplo, con la cadena ARTE, y en esa dirección fuimos trabajando en proyectos capaces de abrirse a una distribución internacional, con temas que tocaran nuestra tierra (la riqueza natural de Andalucía,  su historia, su patrimonio infinito y universal) pero que abrieran un espacio creativo y en los canales de distribución.

A. L.: ¿Y qué tal ha ido el resultado?

J. A. H.: Pues debo decir que fue bueno, porque llegué a convertirlo en realidad y coproducir con ARTE una “noche temática” que se estrenó en la navidad de 2008 en televisiones de toda Europa: el documental “El misterio Melchor, Gaspar y Baltasar”; o documentales como “Los sabios de Córdoba” (2011), que se ha llegado a proyectar en la ONU o el Parlamento alemán y que sitúa a Averroes y Maimónides como claves para resolver los dilemas del presente. Pero también ha sido un esfuerzo enorme, no siempre entendido en nuestro bando, donde se tenía que haber respaldado de verdad la coproducción internacional y el trascender lo local. Con la llegada de la llamada “crisis” y la conmoción que internet ha causado a la televisión y la distribución audiovisual, la viabilidad de estas producciones se ha hecho aún más difícil, y es una pena después de haber hecho el trabajo más duro, que era abrir el camino.
Debo decir que este camino ha sido posible gracias a que se abrieron vías para impulsar el acceso a mercados y fondos europeos, y que Andalucía ha sido puntera en ese apoyo durante bastantes años. Con ese apoyo institucional y desde la televisión autonómica, sumados a las comunicaciones del presente (internet, el AVE…), explican que la Málaga en que se creó MLK poco tenía que ver con la que dejé atrás a los 18 años. Y, a su vez, que el haber estado ahí, en un momento en que a nivel andaluz otros también creadores constituían empresas, y nos asociábamos, y todo eso era impresionante, de por sí.
José A. Hergueta, MLK Producciones,Pero a veces también veo que incluso en la “ciudad de los museos”, en la que ahora parece tener claro algo de la importancia de las llamadas “industrias culturales” o, al menos, el “turismo cultural”, falta mucha base y no hay una percepción real de lo que está en juego. O de cómo se podría convertir tanta fragilidad en algo verdaderamente serio, estratégico y con tejido local. Hemos evolucionado mucho, es cierto, pero también se ha visto, en cuanto ha habido una sacudida, que todo era muy improvisado, en Málaga y en Andalucía, que falta una estrategia.
Aún así, es un privilegio vivir aquí, tener el trabajo y la vida en un lugar como El Palo, y poder estar, según convenga, en lo que todavía es un pueblo, o algo parecido a una gran ciudad.

A. L.: ¿Por qué ahora “Miguel Picazo. Un cineasta extramuros? ¿Cómo surge la idea?

J. A. H.: La idea me la propone Enrique Iznaola, gestor cultural de Jaén y que venía haciendo un gran esfuerzo por dar valor a Picazo y su obra en los últimos años. Incluido el conseguir mejores condiciones para que el histórico director español haya podido recogerse los últimos años, y tener una vida más placentera en Cazorla, donde había nacido, y así, reencontrarse con su origen. Es curioso porque esto lo cuenta Miguel, con gran sencillez y profundidad, en el documental.
Enrique había conseguido que la Diputación de Jaén se implicara con Miguel Picazo, creando un premio que lleva su nombre, o publicando varios de su guiones inéditos, a pesar de que su filmografía es en realidad muy breve, y ahí estaba uno de los elementos que convertían este proyecto en algo más que la biografía. Ahí estaba un grande del cine español. Lo que Enrique no sabía cuando me propuso el documental es que Picazo había estado en el momento en que decidí dedicarme al cine, y que tuve la ocasión de conocerle cuando yo tenía 17 años, y dudaba sobre cómo enfocar la carrera y convencer a mis padres de la decisión. Picazo luego fue profesor mío en la escuela donde estudié cine, y me permitió asistir al rodaje de “Extramuros”, la primera película que vi hacer.

José A. Hergueta, MLK Producciones,

A. L.: Es decir, ¿qué era una idea secretamente persecutoria?. ¿Piensas, en la línea de María Zambrano, qué hay una razón poética en la creación producto más de la “causalidad”, que de la casualidad?. Es decir: ¿qué una causa profunda en el ser humano, aún no revelada, ligada a lo biográfico, está esperando en el pensamiento del creador para ver la luz, y que tiende a convertirse en universal?

J. A. H.: Pues algo de eso hay, y mucho más. Pienso mucho en esos cruces que nos llevan a encontrarnos con temas y personajes que son parte de ti… si no ¿cómo los elegirías? ¿O son ellos quienes te eligen a ti? Es difícil responder y, afortunadamente, en realidad sabemos poca cosa (al menos con el intelecto) de todo lo que alrededor nuestra se mueve. Me asombra que antes que Picazo estuviera volcado en la forma de contar a Miguel Romero Esteo, otro “mayor” del mismo período y muchas circunstancias similares. O que anteriores documentales míos retrataran a aventureros como Adolf Schulten, visionario de Tartessos, o al empresario y librepensador vasco Horacio Echevarrieta. Cuando te sumerges en un personaje, ya lo sabes, convives con él o ella durante tanto tiempo que empiezas a ver por sus ojos, a entender muchas cosas de su forma de ser (o de la tuya propia, o a tu mismo padre) sin dejar de asombrarte.

A. L.: Volviendo al documental: ¿Qué ha expuesto MLK  en este trabajo de producción de este nuevo trabajo? ¿Y qué espera?

José A. Hergueta, MLK Producciones,J. A. H.: Siempre, a la hora de abordar un documental, hay un momento mágico en que el magma que constituye esa historia, todos los contenidos (a menudo vastísimos, ya sean más o menos cinematográficos, tengamos sólo unas fotos, un libro, una idea, o un montón de imágenes y recursos, como en este caso) tienen que cobrar forma, entrar en un baile del que saldrá la estructura dramática que es la base de cualquier relato. A fin de cuentas, somos contadores de historias (últimamente se ha abusado de decir story-telling en todos los ámbitos), y la primera tarea para dar sentido a un proyecto es encontrarle ese hilo, la pregunta fundamental a la que responder, el conflicto del personaje y también su macguffin (1). En un documental también rigen, y está bien, claves de la narrativa de ficción y, para mí, ese proceso es una de las fases que más disfruto de cualquier proyecto. Es verdad que siendo el documental un fragmento de realidad (o más pegado a la realidad que la ficción),  luego este proceso se enriquece y transforma con la investigación, el rodaje y, nuevamente, en montaje, donde vuelve a re-escribirse la historia y bien validarse el arco dramático inicial, o aparecer uno nuevo.
En este caso, teníamos un cineasta extraordinario, autor de una obra maestra, “La tía Tula”, que sigue siendo cine de primera fila a nivel no sólo de España; y que ha sido también realizador de dramáticos en TVE durante la mejor época de la Segunda Cadena (el UHF). Un profesional que siempre había tenido una pasión por enseñar cine, no sólo a directores y profesionales (fue profesor ya en la mítica Escuela Oficial de Cine, y siempre ha estado enseñando), sino también en labores de divulgación pedagógica del audiovisual, ya en los años 70, desde su puesto de funcionario del ICAA.
Pero, al mismo tiempo que admiración y buen hacer, la figura estaba también llena de sombras, el haber dirigido sólo 5 películas, las dificultades por encontrar productor para sus proyectos, las luchas con la censura, el pagar con su propia carrera el haber abierto espacio para directores que llegaron después, etc., convirtiéndose esos otros en los modernos de la Transición, a costa de pagar la generación de Picazo el cambio de público y de gustos en  unos años tan movidos.
Nuestro documental abarca los 20 años entre “La tía Tula” y “Extramuros”, su última película, que son del 64 al 85, en los que España da un vuelco total, y muchos de los creadores que habían ayudado a transformar el país y sus libertades (con un trabajo extraordinario como el de Miguel Picazo y otros autores del llamado “Nuevo Cine Español”), se quedan de repente descolocados, fuera del gusto general, e incluso rechazados por parecer eruditos, extraños, poco frívolos… En la España del 82, el cambio suponía cierta ligereza, y buscar nuevos nombres se hizo a costa de los anteriores, como fue su caso y otros tantos en literatura, teatro o artes plásticas. Mi impresión es que él y muchos otros (algunos corrieron otra suerte y aún tuvieron ocasión de seguir trabajando y dejar obras reseñables) habían quedado amortizados ya entonces, y es una factura grande para varias generaciones, un “gap” que hace falta conocer y examinar.
José A. Hergueta, MLK Producciones,Con Miguel Picazo, un cineasta extramuros hemos querido recomponer ese viaje, dejar todas las pistas posibles (aunque nunca cabe todo), y homenajear al Miguel luchador, como dirían los anglosajones, un “maverick” que lucha por contar sus historias, las que le salen de las tripas y de la cultura inmensa que tenía. Hemos dejado un excelente espejo, me parece, para muchas situaciones del presente.
(1) Macguffin  es un elemento de suspenso que hace que los personajes avancen en la trama, pero que no tiene mayor relevancia en la trama en sí. Es una expresión acuñada por Alfred Hitchcock y que designa a una excusa argumental que motiva a los personajes y al desarrollo de una historia, y que en realidad carece de relevancia por sí misma.

A. L.: En la nómina de personas entrevistadas hay muchas caras conocidas. ¿Qué tal ha sido el encuentro con ellas para hablar de Miguel Picazo?

J. A. H.: Pues sí, a Picazo se le conocía como director de actrices, diseccionador de la psicología femenina. En realidad, examinador de la cotidianeidad, capaz de descomponer en detalles la cárcel que podía llegar a ser el entorno familiar a la hora de castrar la libertad y los impulsos más íntimos, entre ellos, por supuesto, los sexuales. Y eso ya delata una personalidad extraordinaria, de gran observador y estudioso del comportamiento humano.
No podíamos entrevistar a Aurora Bautista, pero el documental le rinde homenaje a través de Miguel y de muchos momentos en que ambos compartieron ese viaje que fue “La tía Tula”, que les ligó para siempre. Y sí salen Mercedes Sampietro y Carmen Maura, que protagonizaron su última película, “Extramuros”, otra historia de mujeres luchadoras, que pagan cara su aventura de libertad, rebelándose contra el sistema impuesto.
Hablan de Miguel un puñado de compañeros de aquella generación de la Escuela Oficial de Cine, como Carlos Saura, Víctor Erice, Mario Camus, Josefina Molina, Julio Diamante o Cecilia Bartolomé. También algunos expertos que aportan una mirada general o del detalles, como Diego Galán, Fernando Lara o Salvador García Ruiz, que pone su lupa sobre una película que pasó desapercibida y que resulta ser una de las más interesantes de Miguel: “Los claros motivos del deseo”.
Y también hemos entrevistado a gente más joven, como Eduardo Noriega, que le conoció como actor en el rodaje de “Tesis”. Es interesante la faceta interpretativa de Miguel Picazo, que igual que directores como Orson Welles o John Huston, aparece con frecuencia en papeles menores del cine español, a menudo por amistad o admiración de sus directores, pero siempre en películas muy especiales. Ahí están “El espíritu de la colmena”, “Remando al viento” o “La caza de brujas”.

José A. Hergueta, MLK Producciones,

A. L.: ¿Por qué habéis decidido presentarla a los Goya? ¿Qué virtudes reúne para ello? ¿Qué aporta de nuevo?

J. A. H.: Acudir a los premios Goya no presupone ninguna valía excepcional para una película, solo el haberse estrenado en ese año. Pero es verdad que le hemos puesto especial empeño porque, siendo un homenaje a un director y su época, y habiendo coincidido con que Miguel Picazo murió la pasada primavera, cuando estábamos ya en plena preproducción, está claro que el documental ha cobrado un valor especial. Así, lo hemos rodado sobre la última entrevista que se le grabó a Picazo, como el legado suyo y homenaje a su generación.

A. L.: ¿Cómo han ido las exhibiciones en los distintos Festivales (Valladolid, Huelva…) ahora viene la presentación oficial en Madrid ¿Qué recorrido de exhibición va a seguir el documental de Picazo a partir de ahora?

J. A. H.: La SEMINCI parecía el festival más apropiado para estrenar un documental que protagonizan cineastas de aquel Nuevo Cine Español, que tanto disfrutaron de las películas que entonces se veían en Valladolid. También Huelva ha sido un buen foro y esperamos ahora recorrer otros festivales que, sobre todo, estarán ligados al cine como protagonista, dentro y fuera de España. Donde hay una interesante red de eventos sobre cine español, sobre todo en Francia, vecino país en el que sienten pasión por nuestra cinematografía. Hemos compuesto una mirada que tiene algo de testimonial, y eso influirá en la elección de la hoja de ruta de esta película.

A. L.: En los últimos tiempos, por la sustancialidad de tus trabajos, parece que quieres dar un salto cualitativo hacia un cine más de ficción, y con artistas de primera fila, que el cine documental que ha caracterizado vuestra trayectoria? ¿Es así? ¿Por qué?

José A. Hergueta, MLK Producciones, Miguel Picazo, un cineasta extramuros, J. A. H.: Es verdad que propuestas para hacer ficción he tenido desde siempre, y las fui postergando por lo que he explicado de alcanzar una posición en el cine documental, a nivel internacional, que finalmente sucedió, aunque ahora ya no resulte tan interesante. Por eso estoy aplicando ese conocimiento del mercado y de la producción a películas que todavía son de bajo presupuesto, pero que contienen también atractivo y ambición. Sin eso, es una gran pérdida de tiempo y energía estar en un oficio que exige tanta concentración y tanto riesgo.  Te tiene que poner mucho.
Si bien, al principio de MLK, hicimos algún corto de ficción, aunque a veces sea difícil diferenciar los géneros, y algunos trabajos tocaban un poco todo. Los híbridos es algo que me pone, y de no ser tan difícil producir, seguramente hubiera trabajado más en docu-ficciones o falsos documentales. Como lo fue “Solsticio”, un homenaje al dramaturgo Miguel Romero Esteo (dirigido por Daniel Martín Novel en 2014,) o intentamos que lo fuera “La fabulosa Casablanca” (dirigido por Manuel Horrillo en 2016). Pero no es nada fácil, hacer y conseguir que encuentre su sitio en la distribución.
También comprobé que para producir cine de autor con verdadero riesgo habría que tener un respaldo financiero que en España apenas existe. Participé como coproductor en el segundo largometraje del director franco-senegalés Alain Gomis, porque además de ser una propuesta interesantísima (y la película así lo probó), se titulaba “Andalucía” (2006), y tenía sus últimos 20 minutos ubicados entre Toledo, Granada y Almería. Pero de poco sirvieron los premios que ganó o el haber estrenado en Venecia: tenía una distribución difícil y ni siquiera interesa por prestigio a las cadenas de TV públicas, últimamente muy cuestionadas y carentes de presupuesto.
A partir de aquella experiencia, abrimos una segunda productora sólo para ficción, y con Producciones Transatlánticas hemos sacado varias propuestas. Actualmente preparamos el próximo rodaje de “Sin fin”, primer largometraje de los hermanos Alenda que protagonizan María León y Javier Rey. Para producirla antes hemos rodado un cortometraje con el mismo equipo (“Not the end”, 2014) y, aún así, y teniendo a TVE y Canal Sur ya a cuestas, no puedo decir que esté siendo fácil financiar una historia que combina calidad y ambición comercial.

A. L.: Insistes en las dificultades financieras del sector cinematográfico. ¿Te consideras un funambulista del oficio de productor? ¿Puede ser un romanticismo obsesivo lo tuyo?

J. A. H.: Parece que algo de funambulismo hay en nuestro oficio, sí, porque puestos a ganar dinero de verdad, otros negocios son más seguros. Hacer cine es, por sí y a pesar de todas las facilidades que da hoy la tecnología, algo caro. Un esfuerzo muy grande, de muchos profesionales y mucho tiempo, para dar a luz una película o documental. Y la capacidad de manejar “intangibles”, esa materia que realmente tiene valor, y no sólo económico, y que tanto ambicionan quienes de verdad saben y manejan.
Es curioso porque siendo el productor alguien que aúna riesgo financiero y a la vez creativo, manejando al mismo tiempo varios oficios, la imagen que de él se tiene es tan pobre y peyorativa… claro que si pensamos que, en general, en la imagen y desprecio popular hacia los empresarios, incluso cuando se les llama emprendedores…
Puede que tengas razón y haya un trasfondo romántico y, a la vez, realista, en este empeño por abrir espacios en el mundo real (y económico) hacia unos relatos que me parecen necesarios, arraigados y hasta terapéuticos para la sociedad que nos rodea.

José A. Hergueta, MLK Producciones, Miguel Picazo, un cineasta extramuros,

A. L. ¿Qué próximos proyectos hay en el horizonte?

J. A. H.: En una empresa de producción audiovisual siempre hay unos 5 proyectos en marcha y en distintas fases, es parte del proceso y ya he contado que el próximo verano estaremos rodando el largometraje “Sin fin”, antes también otro corto, “La huida”, de Pablo Ros. Tenemos otros dos proyectos de ficción en desarrollo, uno con coproducción colombiana, ya en marcha. En lo que se refiere a documentales, por primera vez en mucho tiempo, la carga no es tan grande y, tras “Miguel Picazo”, estrenaremos “El Gran Tour, de Jorge Bonsor” (2017) en línea con la aproximación a Tartessos que produjimos hace unos años. Aquí el director Antonio Lobo vuelve sobre otro pionero de la Arqueología en la Andalucía de principios del siglo XX.
Detrás de éste se pondrá por fin en marcha un proyecto que acariciamos hace tiempo sobre el poeta Luis Cernuda, y que ha contado con diversos apoyos en su desarrollo. “Luis C., luz en la oscuridad”, será un nuevo intento de jugar en ese hueco entre ficción y documental, a fin de cuentas la esencia de cualquier relato, entre el deseo y la realidad.

A. L.: Una última pregunta: ¿sueñas con el éxito a lo grande como creador y productor? ¿qué te aportaría? ¿cómo lo sueñas?

José A. Hergueta, MLK Producciones, Miguel Picazo, un cineasta extramuros, J. A. H.: Pues está muy bien que hagas esta pregunta, porque por la educación recibida y nuestra cultura judeocristiana, pareciera que todo lo relativo al éxito o el dinero tuviera algo de sucio, y queda uno mejor como negándolo y quedándose al margen de las cosas terrenales. Lo cierto es que ahí están, y las tocamos todo el día (las cosas terrenales), y que cualquier premio o triunfo da satisfacción, qué duda cabe, calma algunas ansiedades. Aunque otras hay que vérselas y devolverlas al universo. Y es fácil intuir que el éxito es siempre relativo, porque siempre hay desafíos que, a fin de cuentas, están en uno mismo.
Sueño en un éxito personal, en superar mis fantasmas, lo que en mí esté, porque lo de afuera no deja de ser una proyección. Y pienso, eso sí, que cualquier triunfo te otorga una cierta facilidad para seguir avanzando. Y eso, que todo se vuelva más fácil, que no haya que empezar desde cero ni estar explicándolo todo, todo el tiempo, ya es mucho. Así que con eso sueño, y confío que esté cerca.

José A. Hergueta muestra a lo largo de la entrevista una gran convicción sobre lo que hace, superando fácilmente la franca timidez que esconde la mirada que le fue dada. Es un gran conversador, a veces insondable, que tiene en la  palabra un inmenso océano en el que sumergirse para salir nadando como un delfín que todo lo puede. La educación recibida en los jesuitas de “El Palo” y en su casa tendrán algo que ver con la obcecación de sus branquias.

Quién lo diría, de ensoñaciones sobre el diseño aeronáutico en su juventud, a navegador incansable en las maltratadas aguas de la industria cinematográfica y cultural de nuestro país.
Volar, José A., vuela diariamente como un planeador incansable.

20,30 h. El Palo, gris marengo y, con humores de lluvia,  Málaga del mar.
Qué se haga esa luz en la oscuridad.


MLKproducciones
J. A. Hergueta

Pinchar para ver los últimos artículos del autor

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar

Entrevistas y reportajes - Entrevistas y reportajes Gestores Culturales

una mirada diferente a través de nuestros fotógrafos

 

Videosaludos

Juan Echanove

Nos patrocina


Academia Johana Smith

Turismo Sostenible

Asociación Almijara

Exposiciones de arte temporales

Y además, en Aforo Libre

Publicitarse en Aforo Libre

Tenemos 817 invitados conectado(s)