Dic 3 2019

Ana Rando, EL Arte de Envejecer,Teatro Echegaray,Entrevista: Amelia Iñiguez | Fotos: Daniel Pérez / TC y Julian Bern (Foro vertical)

En estos días en los que tiene lugar el Ciclo de Danza de Málaga se nos plantea la oportunidad de entrevistar a la bailarina, pedagoga y coreógrafa Ana Rando.

La intérprete de mirada inteligente y rostro amable nos ofrece su tiempo para contestar nuestras dudas sobre su nueva obra y cómo se plantea el mundo de la danza contemporánea  en Málaga.
En estos momentos en que la inestabilidad general  en España se nota en todos los ámbitos, la danza no se queda atrás por lo que partiendo de este punto comienza nuestra entrevista.

Ana Rando, EL Arte de Envejecer,Teatro Echegaray,Aforo Libre: ¿Cuánto tiempo llevas dedicándote a la danza profesionalmente Ana?

Ana Rando: He tenido varias etapas una etapa de formación que se mezcló con la de bailarina y como docente y la compañía comenzó a sentar sus bases con pequeños proyectos en el 2010.

A.L.: En la etapa en la que estás compartes la docencia con la dirección de la compañía, ¿cuál de los dos roles te gusta más? ¿Quizá se complementan?

A.R.: Por mi experiencia ambas facetas se complementan, como bailar a la vez que diriges la coreografía. Cuando estoy en una siempre uso elementos de la otra y así me ayudan a desarrollarme en la que estoy trabajando. Cuando como coreógrafa haces las veces también de repetidora o le pasas tu las coreografías al elenco también hay una parte importante de docencia, siempre en un nivel muy alto, ya que hablamos de bailarines es profesionales, pero al fin y al cabo sigues tratando de transmitir conocimiento con la máxima eficiencia.

A.L.: Refiriéndonos a la compañía, ¿notas la falta de ayuda y la promoción de la cultura de la danza por parte de la administración pública?

A.R.: Ahora mismo, en estos últimos meses, hay una situación de “bloqueo” en todo lo dependiente de política que esperemos se solvente pronto. Antes de esto, nunca ha sido España un territorio especialmente fértil para la danza. Hay muchísimas compañías que han logrado crecer con un gran esfuerzo y se han desvanecido casi de una forma fantasmal… España no es un lugar fácil para trabajar la danza. Está habiendo muy buenas medidas, hay que ser positivo. Se están haciendo grandes avances e inversiones de personas que han querido fomentar la danza pero a pesar de todo, hoy por hoy, ese avance es muy lento.

A.L.: Sabiendo que la danza siempre ha sido un arte global, donde los bailarines han trabajado de compañía en compañía por todo el mundo, ¿te parece que hay una visión real de esta situación por parte de las instituciones a la hora de apoyar/ayudar a estos artistas?

A.R.: Existen redes que conectan a los diferentes profesionales de la danza, no son las mismas para bailarines que para coreógrafos/directores (generalmente en danza va unido). Las redes y los medios de comunicación han facilitado el poder encontrar “oportunidades”, el tener la información, pero esa “maleta de oportunidades” no está.
Ana Rando, EL Arte de Envejecer,Teatro Echegaray,Hay movimientos pero no una solidez, no hay capacidad de empuje, una inversión que apueste por crear estabilidad. Esto no sólo pasa en danza, es extrapolable a la ciencia. Por ejemplo, si no hay inversión los investigadores pueden tener iniciativa y habrá un crecimiento pero será a costa del esfuerzo del individuo. Hay algunas ayudas pero va excesivamente lento.

A.L.: Tu nueva obra se titula El Arte de Envejecer, ¿por qué tratar ese tema?

A.R.: El envejecimiento es un tema con el que siempre me he sentido especialmente sensibilizada. Todos tenemos gente mayor a nuestro alrededor y vamos notando el paso del tiempo en nosotros y vamos viendo a los demás, que antes no eran personas mayores y ahora sí lo son. Comprender esta situación, vivirla de cerca, intentar sentirla o tener una visión crítica de cómo se vive en la sociedad fue lo que me motivó. Llevaba años con esta idea, siempre gestándose en un segundo plano porque estaba con otros proyectos.
La vejez o el proceso de envejecimiento en todas sus fases es una “etapa vital” que ha sido muy denostada y creo que el arte también sirve para avivar la sensibilidad a través de la toma de conciencia y de la verdad sobre la vejez, que al fin y al cabo es algo natural.

A.L.: La obra tiene una duración de 50 minutos en los que afrontas sola el escenario. ¿Ha sido un proceso duro de creación?

A.R.: Si. De hecho esa cuestión me imponía mucho respeto tanto por el tema del que trata como por ser un solo. Mantener la dramaturgia y la atención del público es complejo, sobre todo en estos tiempos en los que estamos acostumbrados a estímulos constantes. Trabajar en solitario te permite una gestión de los tiempos que cuando trabajas en equipo no se da, pero anímicamente es un proceso creativo duro y tienes momentos de mucha soledad. Esto lo hace más complicado pero es cierto que, por el tema del que trata la obra, me parecía coherente hacerlo así, ya que este es uno de los grandes problemas de la vejez: la soledad.

Desde Aforo Libre esperamos que estos “encuentros” se produzcan a menudo. Gracias Ana Rando por tu voz clara y sin dobleces.

Ana Rando, EL Arte de Envejecer,Teatro Echegaray,

 

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