Entrevista: Sandra Barcelos | Fotos: Juan Mir
Aprovechando su paso por la Sala Joaquín Eléjar en el C.C. Maynake, en la que han presentado su Superheroínas SL durante el mes de marzo, nuestra compañera Sandra Barcelos departió con Virginia Muñoz, Carmen Baquero y Noemí Ruíz, mientras el obturador de la cámara de nuestro compañero Juan Mir chisporroteaba a su alrededor. El resultado de esta tertulia amable y amigable os la ofrecemos a continuación.
Aforo Libre / Sandra Barcelos: Quiero saber, (porque por falta de tiempo no puedo hacer esto que me gusta y puede que yo sola no sepa) desde cuándo uds están haciendo esto que hacen o esta forma de hacer teatro.
Virginia Muñoz, Carmen Baquero, Noemí Ruíz: al unísono. Uhh de esto el año que viene hace ya 10 años. Empezamos en el 2008 y luego cada una desde pequeñas.
V.M.: Nos conocimos estudiando arte dramático
Carmen habla por Virginia y afirma que ella fue la primera, desde los 15 años
C.B.: Yo empecé con 20 años y termine con 24.
N.R.: Yo empecé con 23 años, pero estudie filología antes.
A.L.: ¿Y siempre se llevaron así?, se las ve muy compenetradas, o es algo que pasa con el tiempo.
N.R.: Si con el tiempo, pero también es algo que nos pasa desde el principio. Hablamos igual, una empieza una frase y la otra la termina… esas cosas siempre nos pasaron.
C.B.: (Asiente) Siii
V.M.: Es una relación muy de hermanas, ¿no? Pero es verdad que nosotras al principio nunca quisimos montar una compañía ni nada de eso. Todo fue muy casual y sin ninguna expectativa.
Carmen y yo estábamos trabajando juntas para una serie de televisión en canal sur. Conocimos a Noemí en un curso de interpretación que hacíamos. Como no nos llamaban del canal, pensamos en hacer algo por nuestra cuenta y pensamos que seria muy chulo que fuéramos tres y llamamos a Noemí, que aceptó encantada. Montamos un primer espectáculo que dirigió 
y escribió Sergio Rubio, que no teníamos ni idea si iba a funcionar. Pero resulta que a la gente le encantó y entonces dijimos, pues entonces tendremos que montar una compañía.
A.L.: ¿Como se llamó esa primera obra?
N.R.: Fue todo un descubrimiento para nosotras. La primer obra se llamó La hora feliz y a la gente le encantó, montábamos un espectáculo para que se quedara ahí, ¿sabes?. Fue una cosa muy brutal, y la gente se reía, no paraba de reírse. Nosotras nos mirábamos y decíamos, pero esto qué eehh!??
A.L.: ¿Esto fue en el 2008?
N.R.: Si, eso fue en el 2008.
C.B-: En el Teatro Cánovas.
V.M.: Y con la hora feliz ganamos el premio Desencaja de Teatro Joven. Esto nos abrió las puertas en Andalucía. Estuvimos en el puerto de Santa María, nos salió distribución allí y esto nos llevo a ser una segunda obra.
C.B.: Pero no fue planeado hacer una compañía. Sino que todo nos llevó a hacerla.
A.L.: Fijense que cuando le he hecho una entrevista de este tipo a Salva Reina “Chuky” salió este mismo tema, porque en 2008 en plena crisis lo que vendía era el humor. Si te pones a hacer alguna otra cosa, no sé si tendría tanto éxito, como lo ven uds? En plena crisis, ¿el humor vende porque es necesario?
V.M.: “La Risa” ese fue el descubrimiento nuestro! Porque nosotras funcionamos muy bien, como compañeras, nos escuchamos mucho , nos admiramos mucho entre las tres, como profesionales y como personas y todo eso; lo que no sabíamos era que esto lo íbamos a trasladar tanto al público, no sabíamos que íbamos a provocar tanta risa!!
N.R.: Es como una poción mágica. Es verdad lo que dices tú o lo que decía Salva, nosotros también lo pensamos, la crisis no se ha acabado, nos hemos acostumbrado a ella... Yo ya no veo telediarios ni nada porque empezaba a cogerle miedo a la vida. La gente necesita reírse, necesita humor y comedia. Una mujer, que estaba llorando en el público y es mi vecina, me decía recién: “has hecho que me olvide de todo”
Cuando la gente te dice esto… y consigues que la gente se olvide de sus problemas, esto es… esto es la sensación más bonita que puede haber
C.B.: ¡Es el mejor regalo! Vamos…
A.L.: No hay nada que se venda en la sociedad que la sociedad no necesita. ¿Una forma alternativa de terapia es el humor.? Porque tocar temas serio desde este punto de vista, tiene mucho que ver con la terapia, ¿verdad? El humor se ha instalado para quedarse como forma de terapia.
V.M.: Sí ,sí. Totalmente. Esa es la historia, ¿no? Si lo haces quizás con algo más serio o más dramático, cuesta más trabajo de digerir, ¿no?. Y no significa que hacer humor sea tratar temas menores. Todo lo contrario, es solo un vehículo para contar las cosas.
C.B.: No quiere decir que no tenga fondo, se puede hablar en termino de humor de temas trascendente y serios.
A.L.: ¿Uds se dieron cuenta lo que pasó hoy con los globos? Fue uno de los momentos cumbre de la obra.
C.B.: Sí, sí (se ríe) La culpa, si muy catártico.
A.L.: Otro momento increíble fue: “Sé consciente de tu poder”
Les hablé de Sonia , sentada al lado mío. Que pasa por un tratamiento y tuve claro que uds están haciendo algo más, no solo denuncias sociales o de género. Cuando has venido tú con la patata frita… Sé consciente de tu poder… -Me interrumpe Virginia-.
V.M.: El momento de las patatas es un gesto muy bonito. Algo se activa en el cerebro, es como algo religioso, casi santo. Darle esto a la gente, y que la gente lo pueda tomar es algo muy bonito, porque aunque una sepa que tu puchero es muy bueno, o que eres una buena amiga, el hecho de hacer que ellas lo verbalicen es algo muy bonito, muy especial, es como ponerlo en la consciencia y poder reconocerlo.
A.L.: Tú, Virginia, has salido de algo difícil recientemente. Una enfermedad.
V.M.: ¡Sí, pero yo estoy muy bien! Estoy con mis revisiones. Pero me siento sana y fuerte. Me ha cambiado la perspectiva de todo . Vivir es tan chulo, ¿sabes? El cáncer es una cosa muy gorda, pero a cada uno le pasa algo, que lo hace buscar el equilibrio.
Lo que me tenía que pasar a mí era un cáncer para que yo parara (ríe) y terminara con mi auto exigencia. Me dicen los médicos que son diez años de revisiones y controles pero yo estoy muy bien. Soy menos exigente conmigo misma, era muy mala “pa mí”, y ahora soy muy buena, “pa mí”.
Juan, nuestro fotógrafo me dice: Mi madre hace 30 años tuvo un cáncer, y ahí está dando guerra. Y fue cuando decidió tirar la olla. Dijo: yo tiro la olla. Nosotros éramos pequeños, yo con mis hermanos le hacíamos la comida a mi padre. Y ella dijo que no quería morirse sin conocer Londres. Ella dice que la ha salvado de muchas cosas. Mi madre ha estado en el amazonas, ha estado en Europa entera, ha estado en todas parte. La enfermedad no ha dejado de tenerla, pero ahí está. Porque ha reaccionado a tiempo. Como le pasa a Virginia.
A.L.: Si te sacamos del teatro que cosas te gustan de la vida.
V.M.: Caminar descalza por la playa, me encanta. El campo, todo lo que me pone en contacto con la naturaleza, cada vez me gusta más. Y después leer y Comer (se ríe)
C.B.: Secundo 100% todo lo que se ha dicho . Estoy en un momento super tranquilo, muy equilibrado. Lo de Virginia nos cambió, nos transformó personalmente. Como casi hermanas y compañera lo vivimos muy intensamente, hubo una transformación a nivel humano, creo. Y nos situó en otro lado. En la compañía se decidieron cosas por las propias experiencias que estábamos viviendo con Virginia.
A.L.: Si te saco del teatro ¿que haces?
C.B.: No sé, ¿qué hago? es que me encanta mi profesión. (Piensa) Me encanta ver series, las cosas vintage. Me lo paso bien restaurando muebles por ejemplo, las cosas manuales. He descubierto el yoga y me encanta. Es maravilloso.
A.L.: Noemí, ¿qué rol crees que juegas tú en este trío? Si no está Noemí, ¿qué pasa?
N.R.: (Risas) ¡Que no se acuerdan de las fechas! (risas) ¡Tienen muy mala cabeza!
C.B.: es que somos diferentes pero muy complementarias.
N.R.: Yo soy muy peleona, tengo como una mezcla de genio y energía y buena memoria. Pero todo encaja somos muy complementarias, nos complementamos muy bien, nuestros defectos con nuestras virtudes.
V.M.: Como los matrimonios. ¡Y es genial!
A la pregunta general de si están casadas. Todas al unísono, responden: ¡No! todas con pareja, pero no casadas.
Cuando las invitas a salir del escenario, las tres piensan mucho antes de contestar, parecería que verse en otro sitio es casi por obligación.
Una se define como más pragmática, la otra exigente con ella misma, aunque ya no tanto. Ahora “muy buena pa ella”. Y otra es el pitufo gruñón del grupo. Que ahora están concentradas en un nuevo proyecto. Pero lo que no dicen es lo que se ve desde afuera, lo que Carmen Baquero pone en evidencia, cuando le pregunto por ella. Es “su momento” y no deja de hablar de Virginia, su compañera, su hermana. Mientras Noemí, más distanciada la observa. Asiente todo lo que dicen sus compañera con una mirada cauta y protectora. Tres Mujeres que se quieren, son las Caramala Y que a partir de hoy se me ocurre que también las recordaré como las “Caramelas”.
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