Entrevista: María del Mar Fernández | Fotos: Pavon Kamikaze y Vanesa-Rabade
Actor, director y fundador del Pavón Teatro Kamikaze (Premio Nacional de Teatro 2017) se encuentra en la actualidad de gira con la obra dirigida por Álex Rigola, Un enemigo del pueblo (Ágora).
Aforo Libre: Eres uno de los actores más respetados de la escena española y te has ganado a pulso la fama gracias a papeles tan memorables como Hamlet o Alcestes en el Misántropo de Miguel del Arco. ¿Qué necesidad vital te lleva a subirte una y otra vez a los escenarios?
Israel Elejalde: Leí a De Filippo una frase que se me clavó: “Fuera del escenario, me siento un emigrante”. Yo no iría tan lejos como él pero sí es cierto que el escenario es uno de los lugares en los que me siento más pleno, con una conciencia sobre lo que hago y de quién soy más profunda. El escenario es un lugar de expansión para mí. Soy feliz. No es tanto una necesidad vital como un impulso que surge una y otra vez. Cada proyecto es distinto, una nueva aventura, una nueva investigación, un nuevo coqueteo con el fracaso.
A. L.: Desde que trabajaste con Pilar Miró en El anzuelo de Fenisa han pasado ya veintidós años. ¿Qué sientes al mirar hacia atrás?
I. E.: Siento satisfacción por la carrera que he construido. Creo que he tenido suerte, mucha, de estar en los lugares pertinentes en cada momento de mi crecimiento. Nunca me he visto en un lugar que no me correspondía ocupar. He ido paso a paso. Y finalmente estoy en un lugar muy parecido al que soñé cuando empecé.
A. L.: Juliette Binoche rodó un interesante documental llamado Una mirada íntima, en el que repasaba su relación con los personajes y directores más importantes de su carrera, ¿podrías describirnos la huella o el recuerdo que han dejado en ti algunos de tus personajes?
I. E.: Hay tres que me han marcado profundamente. El primero Alcestes, un personaje realmente enrevesado de interpretar, que está al límite casi siempre, antipático, anacrónico siempre, pero más en nuestra época. Un personaje lleno de dolor por sentirse engañado por su amada. Me dio muchos quebraderos de cabeza. Me agotaba físicamente. Es de esos personajes de los que o fracasas estrepitosamente o sales más fuerte. El segundo, el personaje de La clausura del amor. Nunca había hecho ese tipo de teatro, más cercano de lo perfomático que del teatro convencional. Una hora hablando sin prácticamente parar, diciendo un texto a velocidad endiablada que en algunos pasajes era ininteligible, y abriéndome en canal. Experimenté cosas con esa función realmente únicas. Una experiencia que iba más allá de lo teatral y se adentraba por momentos en un viaje interior casi mítico. Por último, Hamlet, el gran príncipe. El sueño de casi todos los actores. El gran personaje. Lo tiene todo. Absolutamente todo. Es un parque de atracciones para un actor. Al mismo tiempo es muy traicionero, si te descuidas te arrasa, acabará 
contigo. Sufrí mucho en los ensayos con él hasta que entendí que había que mirarle cara a cara, que Shakespeare había creado un gran juego, el más grande, una gran mascarada llena de dolor. Hamlet te permite todo, cualquier cosa cabe en él, menos la duda. Él juega a dudar, por eso es tan divertido.
A. L.: Tu trayectoria profesional en el teatro es de las más sólidas de nuestro país. Has trabajado con directores de la talla de Pascal Rambert, Álex Rigola, Helena Pimenta, Natalia Menéndez o José Luis Gómez, ¿cómo has gestionado tu creatividad con ellos para no ser un actor marioneta?
I. E.: Mostrándome como soy. Siempre que he aceptado la figura de la marioneta he fracasado y sufrido. Es algo que ya no me permito. En una entrevista a Juliette Binoche justamente le preguntaban si se arrepentía de algo y ella contestaba: De haber puesto cara de aceptar cosas que sabía que eran equivocadas”. Ya no lo hago.
A. L.: ¿Alguna vez has sentido con tu grupo de trabajo tal armonía que has pensado que lo que estabas viviendo era mágico?
I. E.:Tantas veces...Soy muy afortunado: trabajo con la gente que quiero y admiro y eso facilita mucho que esas cosas pasen.
A. L.: Eres uno de los fundadores del Pavón Teatro Kamikaze, junto con Miguel del Arco, Jordi Buxó y Aitor Tejada. Vuestras propuestas han revolucionado el panorama teatral madrileño, de hecho, el año pasado recibisteis el Premio Nacional de Teatro por vuestra labor y valentía. ¿De qué manera se produce un milagro como es lanzarse a tener un teatro propio, con una cartelera estable, como es el Kamikaze? ¿Se puede vivir sin la ayuda económica de mecenas e instituciones gubernamentales?
I. E.: La creación de El Pavón Teatro Kamikaze no es un milagro, nace de la intención de un grupo de personas de crear un espacio de creación nuevo y que ocupe espacios que difícilmente se han ocupado hasta entonces, especialmente desde la iniciativa privada. Surge de nuestra necesidad de crear proyectos que involucren a personas a las que admiramos. En cuanto a 
si se puede vivir, pues te diría que no, que para hacer las cosas como nos gusta hacerlas, con los cánones de calidad que perseguimos y sin precariedad laboral, pues se necesita ayuda. La cultura necesita subvenciones, necesita apoyo para liberarla de la tiranía del mercado, porque la cultura no es entretenimiento, no es ocio en el sentido que utilizamos ahora el término, la cultura es reflexión, es búsqueda de caminos no transitados, es intentar llegar a lugares no mayoritariamente aceptados por todos. Por otra parte básicamente todas las cosas de nuestra sociedad están subvencionadas. Estoy un poco harto de hablar de la cultura, de la subvención artística en el arte, cuando en este país se subvenciona todo, absolutamente todo porque es el modelo que hemos elegido como sociedad.
A. L.: Y si no, que se lo pregunten a los bancos, autopistas y demás megaempresas… Desde que vinisteis a Málaga con vuestro Hamlet, ni Miguel del Arco ni tú habéis vuelto a los teatros de nuestra ciudad, ¿a qué se debe esta larga ausencia?
I. E.: Nosotros vamos allá donde nos llaman. Me encantaría volver a Málaga.
A. L.: Estudiaste Ciencias Políticas antes de empezar tu carrera de actor y en la última obra de Álex Rigola, Un enemigo del pueblo (Ágora), has demostrado que te apasiona especialmente este mundo. ¿Qué es lo que más te preocupa de la situación política y social actual de nuestro país?
I. E.: Me preocupan muchas cosas de la situación actual. Especialmente el bajo nivel intelectual y moral de la disputa política. Cada vez más se infantilizan los discursos, se degradan las ideas para convertirlas en pseudo creencias que poco tienen que ver con la discusión ideológica y empiezan a asemejarse a la controversia teológica. El sectarismo siempre ha sido uno de los problemas de este país, y en estos últimos años ha comenzado a crecer peligrosamente. Hay demasiadas banderas en los últimos años. Demasiada demagogia con olor a iglesia.
A. L.: En varios de tus últimos trabajos se trata el tema de las relaciones de pareja (La clausura del amor, Ensayo, Hamlet o La voz humana). Te lanzo una pregunta que nos hizo en clase mi profesor de Historia del Arte y que suele ser difícil de contestar: «¿Qué es para ti el amor y qué banda sonora le pondrías a tu definición?».
I. E.: Como dice Pascal Rambert en Ensayo:¨Lo esencial es amar, no hay nada más, nada más...lo vemos como un pequeño círculo, ahora bien, el amor es grande, el amor es un gran círculo, hay que ampliar el amor, hay que ampliar el círculo, mirar a los ojos, agarrar los cuerpo, atrapar los cuerpos, las bocas, los coños, las pollas, agarrar la vida, no tener miedo de la vida, reconocer la liquidez del amor, decir el amor es inundación, el amor inunda, une lo que estaba separado y contrariamente a lo que se cree sostiene el mundo”. Con esas palabras no hace falta música
A. L.: Por último, imagínate con noventa años, ¿cómo te gustaría ser recordado?
I. E.: Si soy recordado con noventa años...ya estará bien.
A. L.: Desde Aforo Libre te damos las gracias por tu tiempo y amabilidad, y te deseamos una larga vida llena de éxitos, de trabajo y, por supuesto, de amor. Nos vemos por los escenarios.
Para más información sobre Israel Elejalde:
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Para más información sobre Pavón Teatro Kamikaze y su programación:
Web: https://teatrokamikaze.com/
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Vídeo promoción de Un enemigo del pueblo (Ágora)
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