Teatro Lírico Andaluz recupera del olvido esta zarzuela, “de“, “para“ y “por“ Málaga, enriqueciendo nuestro patrimonio cultural colectivo.
Teatro Cervantes, domingo, 13 de octubre de 2013
Texto: Alfonso UH de Mendoza | Fotografía: Daniel Pérez (Teatro Cervantes)
Gracias a la entrega e inquietudes del Teatro Lírico Andaluz, volvemos a disfrutar después de un siglo de esta zarzuela costumbrista en prosa que habla de las playas de Málaga, de su terral, de sus gentes.
Compuesta por el malagueño José Cabas Quiles con libreto de Antonio Sáenz y Sáenz, narra en un acto y tres cuadros el triángulo amoroso de dos hermanos hacia la misma mujer, Milagros. Recordemos que el pasado mes de mayo se hizo una exitosa presentación de la obra -sin escenificación ni vestuario- en el Colegio de Graduados Sociales, y al parecer desde entonces ha evolucionado mucho.
Dada su brevedad y escasez de números, Teatro Lírico la ha convertido mediante significativos añadidos en una fiesta, un homenaje a la Zarzuela y a Málaga de casi dos horas de duración en el que también escuchamos coplas, boleros y fandangos de otras zarzuelas o a la polifacética presentadora Carmen Abenza al cante con guitarrista.
Los diálogos, entradas y puesta en escena del primer cuadro -el más fiel a la obra original- todavía deben pulirse un poco para dotar de mayor ritmo a la historia y evitar algún extraño vacío, sobre todo teniendo en cuenta el gran peso específico que tienen los diálogos frente a los números musicales. Cuestión que fue bien resuelta en los dos siguientes cuadros, con un mejor entendimiento entre los personajes, ritmo y colorido.
Buen elenco de solistas donde destacó el serio y excelente trabajo de la soprano Lourdes Martín Leiva en el papel de Milagros, tanto en los diálogos como en sus canciones, llegando a emocionar con la Virgen del Carmen del tercer cuadro.
El tenor Luis Pacetti brilló sobre el escenario con su hermosa voz en el papel de Frasquito, ofreciéndonos un simpático segundo cuadro donde interpretó, entre otras, La canción del Marabú (de Doña Francisquita) con la que terminó de "meterse en el bolsillo" a todo el público. Junto a Luis, el barítono Antonio Torres fue el más aplaudido de la velada, recibiendo varios bravos por su creíble y acertada interpretación de El Manchao, haciendo gala de su excepcional presencia, timbre y fiato.
Muy bien el barítono Pablo Prados como Andrés -mejor en las canciones que en los diálogos- y excepcionales Susana Galindo como Soledá y Miguel Guardiola como Surrapa. Los coros tuvieron un papel protagonista y sobresalieron por su magnífico empaste y afinación. En los dos últimos cuadros también disfrutamos de los acertados bailes y coreografías de la compañía de Aída Sánchez, con expresivas castañuelas y bonito vestuario de Irina telesheva y Victoria Rubio.
El director Musical Arturo Díez Boscovich fue sustituido por José Manuel Padilla, ya que el primero se encuentra de gira con el musical Los Miserables que recalará en Málaga el próximo verano. José Manuel y la orquesta del Teatro Lírico estuvieron a un notable nivel, destacando en las bellas piezas instrumentales a telón bajado.
Por el lado de lo mejorable, se echó en falta un programa de mano más completo que hubiera permitido seguir e identificar más adecuadamente las piezas incluidas, propias y extrañas.
En definitiva, una gran noche de fiesta de la Zarzuela que hizo disfrutar al público que llenó las butacas y plateas del Teatro Cervantes, quienes despidieron a la compañía con prolongados aplausos en pié.
Galería fotográfica:
Zarzuela cómico-dramática de costumbres malagueñas en un acto y tres cuadros, en prosa, de José Cabas Quiles sobre libreto de Antonio Sáenz y Sáenz.
Estrenada en el Teatro Vital Aza de Málaga, el 24 de agosto de 1908
Con Lourdes Martín, Sonia García, Miguel Guardiola, Pablo Prados, Guillermo García, Luis Pacetti, Carlos Alberto, Antonio Garzón y Patricio Sánchez
Coreografía Aída Sánchez
Coro y Orquesta Teatro Lírico Andaluz
Dirección artística Pablo Prados
Dirección musical José Manuel Padilla