Teatro Cervantes, 12/10/2012
PatéticaTexto: Alfonso Urdiain Hermoso de Mendoza | Fotos del autor y web
Interesantes paralelismos entre el postmodernismo y romanticismo a través de dos emocionantes partituras en un bien hilvanado programa de abono.
Dos rusos, Schnittke y Chaikovski compusieron obras vitales al final de sus días, uno antes de un infarto cerebral que cambiaría su vida, el otro, estrenando la obra poco antes de suicidarse. Ambos, en estas obras, reflejan su propia existencia y en sus respectivos últimos movimientos se evidencia que anticiparon su propia muerte, mirándola a los ojos, aceptándola.
Era la tercera vez que se interpretaba en España el Concierto para Viola de Alfred Schnittke, quien lo dedicó al virtuoso violinista y amigo Yuri Bashmet. La partitura se basa en las 6 notas que componen su apellido -recordemos que en el cifrado inglés y alemán las notas se representan por letras en vez del doremifasollasi-, 6 notas que se repiten a lo largo de los movimientos y que se desestructuran en el final hasta hacerse irreconocibles.
La obra cuenta con unos inusuales efectos orquestales: los violines desaparecen y en ese vacío que dejan en el lado izquierdo del escenario se sitúan las cuerdas punteadas del arpa y las percutidas del piano y clave, además de la viola solista, en este caso la también rusa Evdokia Erchova -nuestra "Dunia", primera viola de la filarmónica- quien, tras una breve introducción verbal a la obra, se entregó a una emotiva y magistral interpretación, yendo de menos a más, mejor dicho, de más a mucho más.
Comparto un video del primer movimiento con la genial interpretación del propio Bashmet. En él se puede apreciar la peculiar disposición de los instrumentos y los esfuerzos del compositor para reconciliar los elementos tonales y atonales en la obra.
Como el propio Yuri Bashmet, Dunia no quiso prescindir del atril que utilizó esporádicamente en busca de sus apuntes, que hubiera podido desechar si hubiera sido su deseo.
El carácter poliestilista y casi camerístico de la obra, con continuos diálogos entre instrumentos, propició el lucimiento de la mayoría de los solistas en una brillante interpretación.
Como brillante fue la segunda parte de la velada -con Dunia ausente- en una sensacional sinfonía nº 6 –patética- de Chaikovski en la que sobresalió un vigoroso tercer movimiento -despertando unos escasos y desafortunados aplausos a destiempo, algo casi inevitable en esta obra- antes del inusual Adagio final provisto de una enorme carga dramática, de la que fueron partícipes los músicos y el público asistente, quienes desearon prolongar el silencio final tras los latidos que se extinguen en tan introspectivo “réquiem”.
Sensacionales las cuerdas, destacando los contrabajos -a ocho, casi duplicando su famélica configuración habitual en nuestra orquesta- haciéndose presentes en la sala con una brillante interpretación, dotando de mayor cuerpo y calidez a la música.
Correcta dirección de la batuta invitada, el catalán Santiago Serrate, quien quiso subrayar los paralelismos de ambas partituras poniendo el acento en los tempos y silencios a lo largo de los acordes y la velada.
Algo más de tres cuartos de aforo en la noche del viernes, en la que pudimos apreciar numerosos incondicionales de la viola solista, que no pudieron perderse tan singular concierto. Profusos aplausos y algún bravo tras cada obra.
Buena entrada teniendo en cuenta que contraprogramaba un partido de la selección y los eventos propios del día de la hispanidad a los que no se quiso sumar el programador -Edmon Colomer- en día tan señalado, conmemorativo del descubrimiento de América. Cabe preguntarse si no hubiera sido más oportuno programar -por jemplo- la novena de Dvorak con alguna obra de Ginasterra. Esa pregunta sintetiza una enriquecedora conversación mantenida tras el concierto. Desde luego hubiera favorecido su difusión y seguramente atraer a más público, tan necesario en estos tiempos.
En la noche del sábado, al parecer, algo menos de medio patio de butacas.
Nº 3. 12 y 13 Octubre (viernes y sábado) 20.30 y 20.00 horas
Director: SANTIAGO SERRATE
PATÉTICA
Concierto para viola A. SCHNITTKE
Sinfonía nº 6 en si menor, op.74 “Patética” P. I. TCHAIKOVSKY
Solista: EVDOKIA ERCHOVA
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