Sep 30 2019

Ana Belén, Vida, Teatro Cervantes,28/09/2019. Teatro cervantes.

Texto: Rosa Parra | Fotos: José M. Cortés

Ana Belén llega al Cervantes de Málaga con su gira Vida, su último trabajo discográfico, avalado por los mejores compositores del panorama musical actual.

Y es que han escrito para ella Rozalen, Jorge Drexler, Andrés Suárez, Dani Martín… Incluso adopta unas composiciones de un músico desconocido Fede Lladó. Un músico fallecido que no conoció la fama y que ahora gracias a una carta de su hermana a Ana Belén, esta ha rescatado: “Soy lo que soy” una preciosa canción con letra y música de él.

Ana Belén, Vida, Teatro Cervantes,También combina sus canciones con otras de artistas de carrera tan consolidada como Pablo Milanés, Noa -con letra en adaptación “libérrima” del gran Joaquín Sabina- o, por supuesto, su marido Víctor Manuel.

Además de estar acompañada por una banda de seis excelentes músicos: Ángel Crespo, a la batería, Ovidio López a las guitarras, Daniel Casielles como coro y diferentes guitarras (acústica, eléctrica, española), Más Guitarras de Ósvi Grecco. Uno de sus músicos es un asombroso hombre orquesta, que toca el saxo, la flauta, los teclados, los metales y toda la extraordinaria percusión, además de hacer coros, un músico completito, un monstruo, vamos: Santi Ibarretxe. Como director musical lleva a su hijo, que además hace todos los arreglos de las canciones (dando un nuevo toque a las canciones de siempre, actualizándolas), toca el teclado y hace coros: David San José.

La presentación de la banda, Ana Belén la realiza poco a poco, en distintos momentos del espectáculo, a través de diferentes canciones. Una forma de presentar que yo no había visto nunca y que me gusta mucho, pues me parece más personal y da valor individual a cada músico, a los que proporciona su momento especial dentro del concierto.

La dirección escénica corre a cargo de José Carlos Plaza, quien ha ideado un sencillo y elegante espacio con las letras VIDA en mayúsculas en el forillo. Cada letra tiene dentro bombillas que se iluminan con diferentes colores alusivos a la letra que se esté entonando en ese momento. Y nada más…. Y nada menos. Tanto la banda como la decoración la arropan muy bien, y se crea un espacio íntimo y propicio a la comunión con el público que ya viene entregado.

Ana Belén aparece de espaldas,  vestida de azul marino, con un mono de Adolfo Domínguez que estiliza aún más si cabe su ya delgada silueta. Ante los primeros acordes, el público ya aplaude, puesto que viene a disfrutarla ...un público maduro como ella, latiendo en pasión y sentimientos al unísono. Las emociones a flor de piel, que van fluyendo en espiral y poco a poco, a medida que se desarrolla el espectáculo y que toca techo con sus últimas canciones, las más conocidas de ayer, hoy y siempre. En cefecto, el otoño no es más que otro tipo de primavera, que deja florecer otra flora y en consecuencia se recogen otros frutos más intensos de sabor y menos vistosos de color, pero frutos jugosos al fin. Una mirada retrospectiva que ocasiona reflexiones actualizadas, que se reflejan en los nuevos versionados de antiguas canciones, que se mezclan con otras nuevas. Metáfora de pasado, presente y vías de esperanzas para el futuro, un futuro enraizado en la sabiduría y la experiencia vivida, que crea un nuevo espacio adaptado a las novedades, y se basa en la flexibilidad de la actitud y en la evolución de la música como hilo conductor de un dialogo abierto entre intérprete y auditorio. Un auditorio completo, ya que se colgó el tan ansiado “No hay billetes”

Ana Belén, Vida, Teatro Cervantes,

Entendí su concierto como un homenaje a la mujer, al amor, a la geografía española, a las madres. A otros cantantes como Rozalen, Rosa León, Luis Eduardo Aute, Victor Manuel... Mucha nostalgia, pero también muchas ganas de futuro y de vivir el presente disfrutándolo y saboreándolo lentamente. Como siempre, sus letras con contenido y mensaje, que inundan de vida el alma, nada que ver con  la machaconería de otros estilos musicales más a la moda.

Esta vida es un regalo y son las pequeñas cosas las que la enriquecen.

Fernando Trueba incluyo un tema de Michel Camilo en su vida, a raíz de la película que rodaron juntos Sé infiel y no mires con quien Ella se enamoró de este compositor y canta, la divertida  La salida no es por ahí.

No defraudó: en estupenda forma física, su encanto de siempre, elegancia, coquetería, expresividad corporal y fundamento. Trascendencia de las letras que ella se encarga de explicar en su dialogo con el público. Suena muy bien cuidada la sonoridad del concierto, immagino que por los mimos y el interés de su hijo. Un Océano de paz en el ajetreo de la ciudad. Un concierto plácido para escuchar y seguir las letras de las canciones y la música envolvente en escala de sanación y tempo acorde al ritmo del corazón, sin estridencias, ni notas discordantes. Un recodo de descanso en un banco de una plaza cualquiera de cualquier pueblo que dé a la montaña o al mar. El vaivén de las olas que te tocan los pies y producen relax.

El pequeño Ailan, ese niño inmigrante que naufragó en una patera, es la excusa que rompió su corazón para seguir creyendo en la canción protesta, corregida, aumentada y evolucionada con las injusticias de la actualidad, de ahí viene su  Cuentos para dormir. Para no dormir como digo yo.
Incluyó clásicos como Lía, Sentada en el Adén, El loco de la Cibeles, Esa no es la salida, El hombre del piano, Besos ternura qué derroche de amor, Solo le pido a Dios

El saxo traspasa el alma en algunas canciones. La armónica del hombre del piano, que por muchas veces que la escuchas te hace añicos el corazón.
Interpreta con sentimiento, calor y a medida que transcurría el concierto se iba contagiando y subiendo la temperatura de la transmisión. Tanto ella como el público se iban entregando cada vez más. Un público comprometido y en sintonía con las ideas que transmiten las canciones.

Al finalizar, de pie, pedían otra y otra. Y finalizó con la emblemática: España camisa blanca. Una profesional experimentada que controla y regula su voz para que no le falte en ningún momento. Aún así, regala momentazos sin dañar su instrumento.

Ana Belén, Vida, Teatro Cervantes,


Ana Belén

Vida

David San José dirección musical, teclados y coros
Ángel Crespo batería
Osvi Grecco y Ovidio López guitarras y coros
Santi Ibarretxe teclado, metales y coros
Daniel Casielles bajo y coros                                          
Dirección escénica José Carlos Plaza

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