31/10/2019. Teatro Cervantes. 33 Festival Internacional de Jazz de Málaga.
Texto: Carlos Guerrero | Fotos: Daniel Pérez / TC
Paper Man @ 50 rememora en el Teatro Cervantes la mítica grabación de Charles Tolliver.
El trompetista de Jacksonville está de celebración. Su gira internacional le trajo a Málaga para conmemorar el cincuenta aniversario de Paper Man, su primer LP como frontman grabado en 1968. Su contribución a un panorama jazzísitico que se alejaba del bebop para adentrarse en terrenos más eclécticos no pasó desapercibido; todo lo contario, aquella grabación para la que contó con Gary Bartz, Herbie Hancock y Ron Carter y Joe Chambers en la sección rítmica rompió el impasse de la evolución que culminó con el advenimiento del post-bop, el cool y el free jazz, y solo alcanzó su verdadera magnitud con el paso de los años.
Para la revisión de Paper Man, Tolliver subió al escenario bien acompañado: Jesse Davis al saxo, Keith Brown al piano, Buster Williams al contrabajo y Lenny White a la batería.
Recientemente, Tolliver ha recibido el Living Legacy Jazz Award en reconocimiento a su carrera en lo escenarios y a su labor académica. Y es que aunque su nombre no sea tan popular con el de Hubbard o Davis, su influencia en el jazz actual es notable pese a su corta producción musical como líder.
Su trompeta, envuelta en un sonido áspero, juega a su antojo con giros armónicos imprevisibles, líneas que coquetean con el bebop y la emocionante caída al vacío del free. Su paso tranquilo al retirarse de los focos para dejar hacer al trío es la imagen de la comodidad con la que los sonidos de su trompeta recorren caminos ya transitados por temas como Paper Man, Earl’s Man o Peace with Myself.
Las baquetas de White, acostumbradas al rock jazz, no dieron tregua al reducido set de parches y platos montado sobre el lateral del escenario. Por su parte, Williams asentó la base rítimica desde su aquilatada pegada -lástima del sonido engolado y difuso en el registro grave-. El saxo de Davis, especialmente inspirado en sus intervenciones, supo ser la continuación de las ideas expuestas por Tolliver, aportando calidad y calidez en cada una de sus intervenciones. El piano de Brown sobrevoló el escenario para envolver a la banda, mantuvo la intensidad en las secciones a trío y arropó a los vientos en el quinteto con aportaciones siempre cuidadas.
Hora y media de música sin más guiños al público ni más mensaje que el musical. Charles Tolliver llegó, revisó y convenció.
Charles Tolliver - Trompeta
Jessie Davis - Saxofón alto
Keith Brown - Piano
Buster Williams - Contrabajo
Lenny White - Batería
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