Jul 10 2013

Festival Terral 2013. Teatro Echegaray. 03/07/2013

Hedwig and the Angry Inch. Festival Terral 2013. Teatro Echegaray.Marina y los suyos brillan como las estrellas más brillantes

Texto: Daniel Lozano | Fotos: Daniel Pérez / TE

El ciclo Terral organizado por y para los teatros Cervantes y Echegaray son ya un clásico para las luminosas, azules y calurosas tardes malagueñas de julio. En buena medida, los teatros españoles se han visto gravemente perjudicados por la subida del IVA, que aparte de ser injusta contiene ciertos aires de desprecio hacia la cultura, algo que está empezando a ser una constante en este país.

Es lógico que las programaciones anden ligeras de grandes estrellas y también haya llegado la crisis a las mismas. En ocasiones las producciones locales pueden ser muy arriesgadas, y sí, es cierto, hay veces que no tienen el mínimo de calidad para ocupar la cartelera de nuestros teatros. No es el caso del musical dirigido por Marina Sancha Hedwig and the Angry Inch, que ha sido una gran apuesta de Miguel Gallego, director del Teatro Cervantes. El musical ha estado nada más y nada menos que una semana en programa, con un nutrido número de público y sorprendiendo con autoridad tanto al público Hedwig and the Angry Inch. Festival Terral 2013. Teatro Echegaray.como a los medios de comunicación.

Hedwig and the Angry Inch es un musical que fue compuesto por Stephen Trask y estrenado en el año 1998. Tres años después pasó al cine de la mano de John Cameron Mitchell, que hizo labores de director, guionista y actor principal. Trata sobre la búsqueda del amor por parte de Hedwig, la cantante transexual de una banda de punk rock con ciertos aires de glam rock . Es la historia de un niño llamado Hansel que vivía en la Alemania Oriental con su madre y que tras enamorarse de un sargento accede a cambiarse de sexo para poder salir de Alemania del Este y comenzar una nueva vida en Kansas, llevando el nombre de Hedwig (el de su madre).  En la esperanza de encontrar la felicidad en brazos del amor y del capitalismo, es abandonada justo cuando caía el muro de Berlín y cuando hacían un año de casados. Como el ave Fénix renace de sus cenizas y Hedwig rehace su vida al mismo tiempo que forma una banda de rock con mujeres koreanas llamada "The Angry Inch", compuesta por esposas de sargentos. Al mismo tiempo conoce a Tommy Speck al que da nombre escénico (Tommy Gnosis) y le compone sus mejores canciones. Luego se encuentra con una traición más en su vida, que Tommy se convierta en un famoso cantante de rock gracias a sus canciones sin el menor reconocimiento al trabajo de Hedwig.

El protagonista fue Vicente Carlos Luque, un animal sobre las tablas, el actor perfecto para encarnar a esta estrella estrellada del rock and roll. Ya dejó muestras de su enorme potencial en el musical Cabaret, realizado por el alumnado de la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga (ESAD), dando un gran paso más de la mano de Marina Sancha. El papel de Hedwig tiene la dificultad que conlleva renacer constantemente de la autodestrucción, de la vejación y del desamor, al mismo tiempo de la necesidad de tener una buena y carismática voz. Sólo bastó cinco minutos para saber de sobra que cumplía con todas estas exigencias. Fabuloso en la interpretación de "Sugar Daddy" y estremecedor en los minutos finales del musical. Estamos ante un jovencísimo actor que dará que hablar mucho y bien.

Hedwig and the Angry Inch. Festival Terral 2013. Teatro Echegaray.

Luego hay que resaltar el extraordinario y difícil papel de Yitzhak interpretado por Ramón Andrade, que estuvo excepcional y no lo tuvo nada fácil, son de esos guiones que parecen secundarios y luego hace bueno a todo lo que le rodea. Así fue, supo plasmar con su sola presencia la tensión, la indiferencia y el fuego que destruía una y otra vez a la denostada Hedwig a la par de ofrecernos algunos números musicales con una voz espectacular. Destacó su interpretación en The Origin of Love.

Respecto a la banda dirigida por el pianista Nacho Doña y compuesta además por el guitarrista Agustín Sánchez a la guitarra eléctrica, Emilio Ocaña al bajo eléctrico y Pedro Valdivielso a la batería, valoro su gran empatía con el guión y su elegante consciencia sobre la dinámica en todo momento. De Nacho destaco su buen hacer en la dirección, gran responsable de que la banda forme parte casi del texto. Emilio aportó una buena base desde la sencillez, una línea decidida a dar sostén a los temas sin alardes innecesarios. Hedwig and the Angry Inch. Festival Terral 2013. Teatro Echegaray.Pedro es de esos músicos en mayúsculas que no saben subirse a un escenario sin tener claro todos los detalles, nunca le falta pasión y con una madurez musical exquisita, un derroche de buen sonido y un ejemplo de cómo acompañar con clase y experiencia. Por último Agustín Sánchez nos brindó la verdad y lo canalla sin dejar de lado ni un solo instante la enorme consciencia musical que despliega sobre un escenario. Es el  alma de un líder que toca una guitarra hecha con pedazos de su propio corazón.

Es el turno de Marina Sancha, directora escénica. Hacia ella van mis mejores palabras. A la joven directora le sobra mundo interior, sensibilidad, capacidad para transformar cuánto lo desee y una personalidad fuera de lo común. Su labor ha dejado un reguero de profesionalidad y palpitaciones en la retina de todos los afortunados que hemos podido disfrutar del nivel altísimo al que ha llevado y ha logrado situar el guión de esta obra. Marina es un precipicio de sentidos, un diluvio de emociones, un terremoto de originalidad y un corazón hecho papel y en llamas. En esta ocasión puso todas sus virtudes sobre la dirección escénica de Hedwig, pero habrá que estar atentos cuando ella escriba su propia obra, porque estamos ante una escritora impresionante y no todos lo sabemos.

No tengo la menor duda de que un musical así llena durante meses las salas de cualquier teatro de Madrid. Sería interesante que el Teatro Cervantes no se quedase en una mera apuesta valiente y exitosa por la cultura malagueña, sino que moviese los hilos pertinentes para apoyar también a este musical en la parcela de producción y conseguir que Marina y los suyos brillen como las estrellas más brillantes por otros rincones de España. Volver al Teatro Cervantes después de arrasar fuera de nuestra ciudad sería un final idílico que muchos malagueños aplaudiríamos con orgullo.

Tengo la intuición de que Hedwig and the Angry Inch aún no tiene su última palabra y estoy ansioso por comprobarlo. Hasta pronto...

Hedwig and the Angry Inch. Festival Terral 2013. Teatro Echegaray.



 

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