Jul 15 2017

Franco Battiato en Terral 201713/07/2017. Festival Terral 2017. Plaza de Toros de La Malagueta.

Texto: Carlos Guerrero | Fotos: José M. Cortés

La plaza de toros de La Malagueta fue el escenario elegido el pasado jueves para seguir con los conciertos del Terral 2017.

Pasaban unos minutos de las diez de la noche cuando el propio Franco Battiato salió a presentar a su telonero, Juri Camisasca, colaborador habitual en los trabajos de Franco.

En el inicio de su gira española, Battiato estuvo flanqueado por el piano de Carlo Guaitoli y los Franco Battiato en Terral 2017 por José M. Cortésteclados y las programaciones de Angelo Privitera. La retaguardia estaba cubierta por las cuerdas del Nuovo Quartetto Italiano. En el centro, sentado sobre un podio cubierto por una alfombra y unos cojines, el inclasificable cantautor italiano desgranó su cancionero con su peculiar estilo mezcla de modernidad en las armonías y las formas musicales (hablamos de pop) y de sonidos nacidos en las últimas décadas del siglo pasado. La voz nasal de Franco se conserva bien a sus más de 70 años, como pudimos comprobar con la interpretación de Stati di gioia, Fornicazione, La stagione dell'amore, Nomadas o La cura, por citar algunas de las más de veinte canciones que compusieron el setlist.

Poco se levantó de su asiento Franco, en un concierto emotivo y sosegado, y a ratos monótono. El trabajo del cuarteto fue impecable, que sumado a las cuerdas del sintetizador y al teclado atmosférico de Privitera generaban una masa orquestal onírica sobre la que impactaba el piano de cola de Guaitoli. La escasa variedad tonal de las canciones presa del registro limitado del siciliano, tampoco ayudó a que el concierto siguiese un relato coherente en su desarrollo, nudo y desenlace, quedando un espectáculo que a la mitad comienza a debilitarse (al propio Battiato se le vio cansado en las postrimerías cuando mandó empezar de nuevo varios temas) y que al final, en los bises, acabo de resquebrajarse con el cantante perdido intentando engancharse con la banda en algún verso de Voglio verte danzare.

Franco Battiato en Terral 2017 por José M. CortésHubo momentos de gran lirismo y belleza que arrancaron los aplausos espontáneos del público en varias ocasiones. La sensibilidad estaba a flor de piel entre los más de mil asistentes que, impacientes al ver que el concierto se acercaba a su fin, empezaron a gritar sus peticiones a los cuatro vientos. No llegaban clásicos como Centro di gravità permante (que se perdió en el limbo de los temas defenestrados por sus autores)  o Cucurrucucú, con el que cerró la velada.

El sonido, habida cuenta de las consabidas dificultades acústicas del recinto, fue correcto y, pese a algunos sucios acoples, se percibían con nitidez y potencia la voz, los teclados y los diferentes registros del cuarteto de cuerdas. La iluminación fue pobre, lo que tampoco ayudó a que el concierto fuese más dinámico.

En resumen, la visita de Franco Battiato a Málaga tras dos décadas de ausencia tuvo claroscuros, contrarrestados por grandes dosis de lirismo y el peculiar universo musical de un artista genuino y polifacético que ha sabido brillar con luz propia en la historia de la música ligera europea.


Franco Battiato - voz
Carlo Guaitoli - piano
Angelo Privitera - teclados y sintetizadores
Nuovo Quartetto Italiano:
Alessandro Simoncini - violín
Luigi Mazza - violín
Demetrio Comuzzi - viola
Luca Simoncini - violonchelo

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