23/05/2016 Teatro Cervantes.
Texto: Cristina Gandarias | Fotos: Promocionales
Un mar de positividad arremete contra el público del Cervantes, su nombre: El Arrebato
J
avier Labandón, ese muchacho con pinta de currante feliz, más conocido como El Arrebato se plantó en las tablas del Cervantes provocando una fiesta desde el minuto uno y derrochando alegría y sobre todo positividad a cada gesto, a cada palabra y a cada nota.
Abre el concierto con Dame cariño y las acomodadoras del teatro no dan a basto con los incómodos "cutre-caza-momentos" (podríamos ponerles el hastag #disfrutedelespectaculoynomolestealosdeatrás).
Si, me refiero a los que, móvil en alto, intentan conseguir alguna instantánea, video o algo parecido, más bien eso, algo parecido, porque lo único que consiguen es romper con la oscuridad de las butacas y su funcionalidad, no disfrutar del espectáculo para el que han pagado y sobre todo molestar al que está detrás suya.
Canción tras canción, desde diversos puntos del teatro, siempre se oía alguna voz que gritaba "la nevera, la nevera", además de "guapo", "que arte tienes", "viva la madre que te parió", etc. Entre canción y canción nos daba pautas para ser felices en lo que el denominó la noche del arte con más arte, y de manifestar que Málaga es de esos sitios que te entran hormiguitas por el estómago, por eso era el segundo concierto que daba en la ciudad con esta gira.
Tema tras tema y lema tras lema mantenía al público en el bolsillo. Pero sin duda hubo un momento que merece especial mención y que dice mucho de la calidad humana del artista. La anécdota ocurrió cuando invitó a subir al escenario a un fan suyo para que dijera en público alguna cosa de las que le decía a través de sus innumerables cartas. Este fan, de nombre Erón, subió con su novia y se atrevió a decirle "Aquí me tienes". El arrebato le dió una cajita con un anillo, el chico se arrodilló y le pidió matrimonio a su novia delante de todo el mundo. Fue un momento especial que dió lugar a que todo el mundo con la emoción a flor de piel, siguiera la canción Aquí me tienes.
Hubo muchos momentos en los que el teatro se venía abajo, pero me quedo cuando cantó Sólo quiero estar contigo. Canción que dedica a su mujer y cuenta lo que sintió cuando la conoció. Es la canción que muestra al Arrebato como uno se lo imagina en su vida real y donde más te enamora, donde quieres llevártelo 'pa ti, pa siempre'.
Cerró el concierto con La música de tus tacones , por supuesto no sin antes cantar "la de la nevera". En el bis, pese a que en camerinos le advirtieron que no sería muy aconsejable cantar en Málaga el himno del Sevilla, hubo un clamor popular para que la cantase. El público vibró con el himno del equipo rival y a mi me hizo feliz ver como por una vez, el arte le gana la partida al fútbol.
Por cierto, la chica le dijo que sí.
La música de tus tacones
Javier Labandón ‘El Arrebato’ voz
Jesús Chávez Fernández teclados y dirección musical
Diego David López batería
Jesús Martínez bajo
El pequeño Carlos guitarra eléctrica
Álvaro Llanos guitarra española
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