Sala Paris15. 17/01/2013
El pasado 17 volvieron Los Escarabajos a la Sala Paris 15 para reinterpretar los clásicos del cuarteto de LiverpoolTexto: Víctor Serrato Martín | Fotos: Magdalena Amanowicz
Como ya es costumbre, Los Escarabajos, volvieron a la Paris15 para hacer de las suyas; y es que una vez al mes, este cuarteto sevillano visitan la capital de la Costa del Sol para presentar un listado de canciones que costa de dos partes, la primera un disco íntegro de la banda británica, y un segundo set a modo de jukebox, donde interpretan los temas que los asistentes les demandan previamente vía Facebook, Twiter o e-mail.
Nada más entrar a la sala (abierta solo a la mitad), resultaba curioso la larga fila de mesas a unos cinco metros del escenario y la ausencia de gente entre estos, y así se mantuvo todo el tiempo. Una vez dentro, lo primero que le comenté a mi acompañante y fotógrafa, fue “somos los más jóvenes de la sala”, pero allí estábamos dispuestos a pasar un buen rato, como así ocurrió.
El álbum que en esta ocasión se
disponían a reproducir fue el disco de 1964 "The Beatles for Sale”, un disco donde los Beatles son víctimas de su propio éxito y se prostituyen, comentaba Enrique Sánchez, líder de los Escarabajos.
El primer tema en sonar, casi una hora más tarde de lo previsto, fue No reply, y es que el disco no solo lo tocan de manera íntegra, sino además en orden. A continuación siguió I’m a loser, con una gran influencia de Dylan.
La tercera canción fue el vals Baby’s in black, donde parecía que el público tenía los pies clavados al suelo, ya que solo se movían para ir a pedir bebidas o ir al servicio, aunque sin embargo con el clásico Rock and Roll music demostraron que no, que sabían bailar y pasárselo en grande, porque realmente estos escarabajos lo hacen muy bien. Si cerrabas los ojos parecía que el cuarteto británico estaba de vuelta.
Es también de agradecer que desde este momento el sonido mejorara.
El tema siguiente fue I’ll follow the sun, cantada por el bajista Miguel Labrado, al más puro estilo McCartney. Así fueron sucediéndose los temas hasta llegar a Kansas city, hey-hey-hey-hey!!, que pone fin a la cara A del vinilo original.
Sin tiempo para descansar empezó la archiconocida Eight Days a week, que animó a todo el público a corear y tocar las palmas. Así se sucedieron temazos como Every Little thing o Everybody’s trying to be my baby, con el que pusieron fin al disco y así a la primera parte del concierto.
Tras un merecido descanso, a los 20 minutos volvieron estos escarabajos con las energías renovadas.
Esta segunda parte del concierto se debía componer de las sugerencias que la banda ha ido recibiendo vía red social, página web, e-mail, etc., pero sufrieron problemas técnicos y no recibieron todas las peticiones, por lo que no pudieron tocar todo lo solicitado.
Empezaron tocando tres canciones que consideraban imprescindibles en la historia de los Beatles, cada una de uno de los tres primeros discos.
La siguiente fue una de esas canciones que todos estábamos esperando, Help, que demostró ser un tema absolutamente atemporal.
Otro de los temas que sonaron fue Dear Prudence, ya que debe estar incluida en cada repertorio que trate de dar homenaje a la banda de Liverpool, y a continuación Let it Be.
Get Back fue el teórico último tema, pero como los asistentes estaban pasándolo tan bien, volvieron para interpretar Hey Jude, donde hubo una conexión total con el público, tocando las palmas y coreando el clásico “na-na-na-na-na”. Los Escarabajos pusieron punto y aparte (ya que volverán el mes que viene para interpretar el álbum “Help!”) con She loves you, con el que se encendieron las luces de la sala y todos nos fuimos con la música a otra parte.
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