Martes 15/12/2015. Teatro Cervantes.
Texto: Carlos Guerrero | Fotos:Daniel Pérez / TC
El Teatro Cervantes cuelga el cartel de entradas agotadas para recibir a la cantautora albaceteña. Rozalén llega a Málaga en la gira de presentación de su segundo disco, Quién me ha visto y quién me ve.
Había ganas de escuchar a Rozalén en Málaga. El público de todas las edades que llenó el teatro tenía las manos calientes y rompió a aplaudir cuando, aún oscuro el escenario, apareció Road Ramos para telonear. Acompañada a los teclados por Alain Murcia, Road, que posee una voz sorprendente, interpretó con su guitarra cuatro temas propios. Habrá que seguirle la pista a esta chica.
Tomó entonces el escenario la nutrida banda de la protagonista de la noche. Una banda engrasada y bien trabajada desde la dirección musical de Álvaro Gandúl. Tras Photocall, el sonido encontró acomodo entre las paredes del teatro, a la vez que nuestros oídos se fueron haciendo. El sonido de la banda fue sobresaliente, tanto que se saturó la frecuencia media, donde debía predominar la voz de Rozalén. Será mejor y Berlín dieron paso a la parte más acústica del concierto. Mi fe puso los pelos de punta. Para Las hadas existen, la cantante se acompañó de los más pequeños del p'ublico en el escenario. Tierno momento con celebración de cumpleaños incluida de una de las jóvenes e incesperadas estrellas sobre las tablas. No se olvidará del cumpleaños feliz cantado por el público del Cervantes. Volvió a la intimidad con una preciosa versión de La belleza de Luis Eduardo Aute. El pop de Rozalén no duda en travestirse y tomar aires flamencos, como en Mis palabras, cabareteros en Los artistas o Tonta, o aires porteños en Ni tu ni yo. Hubo repaso de Con derecho a…, con Saltan chispas, 80 veces, Bajar del mundo y la inestimable colaboración del Kanka en Volar. En total, más de veinte canciones tras el bis obligado en el que no podía faltar Comiéndote a besos.
Rozalén tiene voz propia, dulce y rasgada a ratos. Pero sobre todo, tiene luz. Es sorprendente que con tan solo dos discos haya llegado a tanta gente. Irradia alegría, es fresca y graciosa en el escenario. Su compromiso le lleva a compartir su espacio con Beatriz Romero, la intérprete de signos que ayuda a que su música llegue a más gente. En sus conciertos cumple: emociona, hace reír y llorar a partes iguales. Es su manera de transmitir en directo, su modo de saborear el momento y de contagiar su alegría a los demás, la clave de su éxito.
Quién me ha visto y quién me ve.
Voz, María Rozalén
Piano y acordeon, Álvaro Gandul
Guitarra y ukelele, Samuel Vidal
Guitarra espanola, Ismael Guijarro
Bajo, Gregorio García
Percusion, Ángel Luis Moragón
Guitarra electrica, Juan Guevara
Interprete de lenguaje de signos, Beatriz Romero
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