Hasta el 22 de marzo.
El interior secreto de la pinturaTexto: José Antonio Martín Santos sobre textos de Fernando de la Rosa. Imágenes: José Antonio Martín Santos.
Misticismo alude a misterioso, encerrado, religioso o cercano a lo religioso. La pintura de Margaret no es religiosa, o al menos no como conocemos lo religioso por estas fechas y por estos paisajes. Su pintura muestra que tras la capa de color algo late, algo tiene forma, algo se esconde. Y lo muestra en lo físico y en lo latente.
Lo físico porque tras el lienzo tenso habitan formas. En lo latente porque tras una capa de color hay otro color y entre todos, con todos ellos parece estar el reflejo oculto de la tierra. El arte fue en sus orígenes, cuando no era arte, una actividad secreta, mágica, oculta, realizada en el interior más 
profundo de las cuevas donde habitaban los humanos. Aprovechando pigmentos minerales y las oquedades de la piedra el artista-chaman convocaba a animales, peces, aves para convertirse en alimento de su clan. Esa práctica era reservada a los espíritus más iniciados y audaces. Margaret Harris recrea aún ese espíritu de la iniciación a la vida y a la muerte a través de los mecanismos creativos de su pintura.Dice Fernando de la Rosa: Algo se contrae y se expande bajo la brillante capa cromática de entramados lineales. No podrás oír si te acercas a la pintura salvo el silencio, el eco de un espacio interno y profundo como una antigua gruta, una catacumba, un pasaje secreto a los orígenes del arte.
Ibn al Jatib enunció, en 1348, y por primera vez, la noción de contagio y recomendó aislar a los enfermos y destruir sus sábanas. Describió con rigor el desarrollo y la propagación de una epidemia. La expresión artística hoy también se suma a la acción de mirar a la cara a la naturaleza. Y propagar la epidemia de la mirada limpia.
Margaret Harris expone en la sala del Instituto de Enseñanza Secundaria Ibn al Jatib hasta el 22 de Marzo. La exposición se incluye en el catálogo Festival de Miradas de Mujeres.
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