27/03/2019 Contenedor Cultural UMA
Texto: Manuel Malaka l Fotos: Ricardo Pastor
El pasado miércoles 27 de marzo, Día Mundial del Teatro, el Contenedor Cultural UMA nos ofreció la posibilidad de celebrarlo disfrutando de una de las creadoras más arriesgadas y sobresalientes de la escena malagueña en estos últimos años, María del Mar Suárez La Chachi y su Gramática de los Mamíferos.
Justo después de presentar en la Sala Gades La Espera, su último trabajo. La Chachi puso sobre el escenario del Contenedor Cultural UMA La Gramática de los Mamíferos. Fue estrenada hace dos años, y supuso para su directora y protagonista un Premio Lorca de Teatro a la mejor intérprete de Danza Contemporánea. Cuenta con la música original creada por Luz Prado, violín, y David Ojeda, percusión. Al cante una voz poco conocida, quizás en Málaga, pero que tiene todos los metales para satisfacer al más flamenco de los públicos, Maryam Llanos.
Flamenco sin ataduras, sin límites, en una pieza de teatro muy contemporáneo. La Chachi se mueve en su medio, y logra crear una atmósfera propia donde el baile, el cante, la interpretación y un guión sólido consiguen cuestionar al espectador. Cuestionar al mamífero que somos, nuestro comportamiento, nuestras ambiciones, nuestras necesidades tan humanas, tan animales en ocasiones.
Instinto y belleza tropiezan a veces, pero también se pueden dar la mano para escribir con perfecta gramática. El flamenco tiene mucho de ese impulso primitivo que nos aprisiona. La gramática de la Chachi impresiona por su riesgo, pero también por situar al flamenco en un terreno poco habitual. Sacarlo de la estampa sepia y convertirlo en lenguaje de hoy, en un instante de reflexión, de divertida ironía, e incluso de cierta ternura. El animal que somos se viste vulnerable con un traje de comunión raído para bailar por seguiriyas su indefensión ante una naturaleza cruel.
Una técnica poderosa que posee esta bailaora en el flamenco, y una expresividad teatral que enriquece el mensaje, ponen todos los acentos a esta gramática. A este mamífero que somos desnudo ante el espejo. Y a los instintos que nos encadenan al deseo.
En la trayectoria de La Chachi no solo hay gramática, también una caligrafía firme, de alguien que tiene muy claro hacia donde va, y traza con firmeza cada una de las palabras que escribe. Sabe bien que no es el éxito hueco, ni siquiera el reconocimiento lo que la mueve. El motor de esta flamenca es la hoja en blanco. Poder crear a través de su baile, y de su cuerpo lo que siente, lo que vive.
Sobre las tablas el mejor flamenco se viste de chándal, flamenco que duele, con pellizco. Y sí, con chándal, pero con duende, con mucho duende. Flamenco que habla, que piensa, que grita, y que tiene mucho que decir sobre el pobre animal que somos, sobre la necesidad de ser manada, de ser queridos, aceptados, y al mismo tiempo de ser el alfa. El animal egoísta, cruel, el alfa de la manada que domina a un perro de escayola.
Dirección y coreografía: María del Mar Suárez
Música: Voz, Maryam Llanos -- Violín, Luz Prado -- Cajón, David Ojeda
Texto: Samuel Pinazo y Mª del Mar Suárez
Iluminación: Azael Ferrer.
Mecenazgo: Miguel Martín Acosta.
Duración: 60 minutos.