Esta gran compañía inglesa es reconocida por su alto nivel técnico. No en vano está considerada una de las mejores del mundo.
Texto: Amelia Íñiguez | Fotos: web
Yelmo Cines - Vialia. 12/12/2013,
La antigua primera bailarina del Royal Ballet, Darcey Bussell, hizo la introducción a este espectáculo enseñándonos el interior del impresionante Covent Garden.
Gary Avis, nos deleito con un fantástico Mago que nos contaba, gracias a su genial mímica este “cuento-ballet”. Estuvo insuperable.
Fue un verdadero placer disfrutar de esta obra. Esta compañía dispone de tal despliegue de medios… decorados, vestuario, elenco. La parte técnica fue perfecta.
El momento en el que la estancia se hace enorme hasta que Clara tiene el tamaño de uno de los ratones, estaba muy logrado y era técnicamente complicado. El árbol, que en un principio tiene el tamaño normal de un árbol navideño, acaba por crecer hasta ocupar la mayor parte del escenario… Ningún error estropeó el montaje ¡Fue mágico ver como todo menguaba!
Muchas primeras figuras de la danza han formado y forman parte de esta gran compañía: Margot Fonteyn, Anthony Dowell, Darcey Bussell, Federico Bonelli, Marianela Nuñez, Carlos Acosta, Alina Cojocaru, Edward Watson…y un largo etc. Sin ir más lejos la conocida bailarina española Tamara Rojo, era una de sus primeras bailarinas hasta que, en Abril del 2012, asumió la dirección del English Ballet.
Pero, si hay algo que aprecio profundamente del Royal Ballet es el gran respeto al carisma de los artistas.
Ahora, Laura Morera, otra bailarina española que estudio en la escuela del Royal Ballet y que tiene una larga trayectoria en las filas de esta compañía ha tenido la oportunidad de demostrarnos su depurada técnica defendiendo el papel del Hada de Azúcar.
Últimamente parece que si un bailarín no tiene unas piernas larguísimas, con un empeine exagerado y más flexibilidad que un contorsionista, no es buen bailarín. Para los que amamos la danza reconociéndola como un arte es, a veces, hasta doloroso ver como las nuevas generaciones están obsesionadas con estas cualidades físicas y dejan de lado el arte, el alma, la interpretación. Es por ello que alabo al Royal Ballet ya que huyen de lo circense y continúan apostando por la calidad técnica pero, por encima de todo, siempre prima el artista.
El verdadero descubrimiento para mi fue la bailarina Francesca Hayward (se encuentra a un paso de ser solista de la compañía). Aunque el programa nos comunicaba que la encargada de representar a Clara sería Emma Maguire (solista), la escogida finalmente fue la citada bailarina. Dejando de lado su belleza, una cara llena de dulzura, perfecta para representar el papel de niña, tiene una técnica muy depurada y limpia unida a una gran expresividad. Se le augura un gran futuro en los escenarios.
En muchas versiones del Cascanueces relegan en el 2º acto a Clara y al Cascanueces a un segundo plano. Se agradeció que en este montaje participaran en todas las danzas conocidas menos en la árabe.
Esta última no me convenció del todo. Fue demasiado rebuscada, dura de expresión, quizá demasiado sensual para este cuento navideño. Sin embargo la danza china sorprendió con un final inesperado muy divertido.
Los niños de la escuela del Royal Ballet son envidiables. Desde pequeños inter-actúan con la compañía en algunos montajes, haciendo audiciones en la escuela para representar dichos ballets, saliendo al escenario,…no es de extrañar que de la escuela salgan tan buenos y preparados bailarines.
Fue una velada estupenda y muy amena.
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