Nov 4 2014

En memoria del Flamenco: 1922

En la memoria del cante: 1922 Domingo 02/11/2014. Ciclo de danza 2014 (clausura). Teatro Cervantes

Expectativa ante la presentación en Málaga de En Memoria del Flamenco: 1922.

Texto: Cristina Sirur Flores | Fotos: Marco Takashi

En la memoria del cante: 1922 Según nos aclaró su directora y coreógrafa en la entrevista, esta obra se estrena en El Gran Teatro de Córdoba en enero de este año. El objetivo de la creadora es dar a conocer un trocito de la historia del flamenco, recordando y tomando como referencia el Concurso de Cante Jondo celebrado en la Alhambra de Granada en 1922. Este certamen de ámbito nacional fue uno de los acontecimientos más relevantes en la historia de este arte.

La obra comienza con grabaciones que evocan aquella época y una voz en off que creemos explicaba el motivo del concurso, ya que la potencia del taconeo no permitía escuchar lo que se decía.

Desde el comienzo (y cobrando fuerza a medida que avanza el espectáculo) hasta el final, es un camino de creatividad. Estuvieron presentes artistas de aquella época como La Pavón, Chacón, Manuel Torres, con los bailes más representativos: bulerías, seguiriyas, caracoles, cartageneras…

Escuchar poemas del Cante Jondo de García Lorca ha sido una gozada y esa rueda tan colorida, llena de ritmo y musicalidad, que nos trasladó a una reunión de vecinos con ánimos de fiesta… fue una situación muy lograda.

El baile se mueve casi permanentemente entre la realidad y la imaginación. Es donde más se nota la línea renovadora de su directora.

Otra actuación extraordinaria (por lo poco frecuente) es el baile de la Saeta; muy lucida la interpretación de Ana Morales. Los bailaores solistas demostraron técnica y poderío; al igual que el trabajo del cuerpo de baile que mostraron complicidad en todos sus movimientos.

¡ En la memoria del cante: 1922 Por cierto! Uno de los componentes del ballet, Antonio López, es malagueño, ¡bienvenido!.

Destaca con fuerza el taconeo, quizás un pelín, demasiado presente.

A la hora de “ver y escuchar”a los artistas de 1922, la puesta en escena resultó clarificadora y diferente. En todo momento se nota el trabajo en conjunto; muy coordinados, buena preparación física y con mimo interpretativo.

Demás está decir que el espíritu de Rafaela Carrasco, está presente en todo el espectáculo, con aires frescos y aflorando los sentimientos.

La actuación final de Rafaela fue estupenda. Unas alegrías en donde notamos “herencia“ de Matilde Coral, (una de sus maestras) el dominio con el mantón, algunas posturas, los brazos… pero siempre con su estilo. El telón de fondo de La Macarrona presidiendo el baile, y el final de la lluvia escenificada muy originalmente (con juego de luces) nos recordó también la tormenta que cayó hace 91 años.

Los cantaores mecieron muy bien el baile de manera independiente y turnándose con La Toná, acompañados de las guitarras de “Cano” y Jesús Torres.

En general un recorrido de bailes, palos, vestuarios, escenografías, situaciones, que nos permitieron traer a nuestra memoria lo que ocurrió en ese emblemático concurso, con arte, estilo y personalidad.

Quién esté con la renovación en el flamenco en general, y con el baile en particular, seguro que habrá salido satisfecho.

Lleno en el teatro, ovación prolongada y el público de pié. Ole!!!

En la memoria del cante: 1922 Coreografía Rafaela Carrasco y David Coria