08/10/2019. Teatro Echegaray.
Texto: Cristina Gandarias | Fotos: Daniel Pérez / TE
De como pasar de un texto denso a un espectáculo bello.
Resistencia y Sumisión ha sido la última apuesta de la productora municipal Factoría Echegaray, y la primera de esta temporada. Un texto bastante denso sobre el cautiverio y la fortaleza humana aportada por la fe y el amor, y que además está interpretado por una sola persona. Un monólogo basado en cartas que el personaje escribió durante su confinación en un campo de concentración donde pasó sus últimos años de vida y finalmente fue ahorcado.
La obra se basa en el último tramo de la vida de Dietrich Bonhoeffer, uno de los grandes pensadores del siglo XX, quien sacrificó su vida por salvar al resto. Fue acusado de conspirar contra Hitler con un final mortal propio de las dictaduras.
Sigfrid Monleón ha dirigido esta proeza y se ha cuidado muy bien que el mensaje llegue de manera poética al espectador y no con la crudeza que se le supone a la situación en la que se encuentra el protagonista. En esta representación hay que destacar y no olvidarse de ninguna de las personas que les pongo en la ficha al final de la crónica. Un actor con un texto de este calibre solo puede brillar si el resto del trabajo que se hace previo y durante la representación entre bambalinas y en la cabina es brillante, y en este caso lo ha sido.
Alejandro Simón Partal escribió esta obra basándose en el libro del mismo título, en él, se recogían una serie de cartas que Dietrich escribió al que probablemente fue el amor de su vida Eberhard Bethge. Con lo que pone de manifiesto temas tales como la homosexualidad, el idealismo, el honor, la fe, el poder del amor y la lealtad.
Alejandro Morales realiza un trabajo titánico a nivel emocional e interpretativo convirtiendo un texto denso que podría haberse convertido en lo que popularmente se conoce como 'un tostón', en algo lírico y etéreo, gracias, por supuesto al equipo, como he dicho antes, que se ocupa de la parte técnica y logística.
A destacar, como he dicho anteriormente, el resultado final del proceso creativo. No se pierdan un trabajo en el que se respira equipo de artes escénicas por cada rincón del escenario y del patio de butacas.
Texto Alejandro Simón Partal
Dirección Sigfrid Monleón
Interpretación Alejandro Morales [Dietrich Bonhoeffer]
Iluminación y escenografía Pilar Velasco
Vestuario Bárbara Balloqui
Coreografía Carmen Romero
Edición de sonido Jorge Sarrión
Producción ejecutiva Stroke114
Equipo técnico Factoría Echegaray