Sábado 27/06/2015. Teatro Cervantes
Texto: Françoise Chabassier | Fotos: José M. Cortés
Quince años no es nada y es mucho. Mucho trabajo, mucho compromiso, muchos esfuerzos en fin mucho de todo y es exactamente lo que se reflejaba en el One- Man-Show que Carlos Latre propuso a los espectadores del Teatro Cervantes el sábado pasado.
Durante una hora y media, este gran artista que empezó como locutor radiofónico en la Cadena SER y se dio a conocer en Crónicas Marcianas, imitó a más de 150 personas. La variedad de su repertorio es tal que casi todas las personas imitadas se podían identificar. Parodió distintos programas televisivos, Gran Hermano, Operación triunfo, Crónicas Marcianas,… Repasó la actualidad tanto la deportiva imitando a futbolistas como a Ramos, a Nessi, a Iniesta, como la política recurriendo a algunos políticos, a Pablo Iglesias y su larguísima coleta, al “guapo“ Pedro Sánchez, a la famosa pronunciación de Rajoy… De repente, como salido de la nada, se escuchó The Wall de Pink Floyd, entonces surgió del baúl de los recuerdos El Loco de la colina y la inconfundible melena de Jesús Quintero evocando una época lejana. Para volver aún más lejos en el tiempo, Carlos Latre llevó a su público al programa Un, dos, tres y la nostalgia invadió la sala. Todo el mundo se había vuelto niño ¡Qué gozada! Entre muchísimas parodias, hubo una pequeña huida al paraíso donde Carlos rindió un homenaje humorístico pero respetuoso a algunas figuras emblemáticas como Paco de Lucía, la Duquesa de Alba, Rocío Jurado, Lola Flores...
El artista se bajaba del escenario, iba y venía entre el público jugaba con él. Y esta cercanía, esta simpatía encantaron a los malagueños que le seguían la corriente y no paraban de aplaudir. Polifacético, Carlos Latre, cantaba, bailaba, tocaba el piano. No se podría decir lo que no sabía hacer, era incansable. Su humor no tenía como objetivo ofender sino hacer reír y lo consiguió porque el Cervantes, que aquella noche estaba a tope, se partía de risa todo el tiempo.
La puesta en escena era bastante sencilla pero al mismo tiempo vistosa lo que daba una impresión de asistir a un One-Man-Show al más puro estilo americano. En medio del escenario se encontraba una gigantesca escalera negra iluminada por decenas de focos que cambiaban de colores. La escalera se podía dividir en dos y moverse. Algunos haces de luz barrían el escenario cuando lo requería la actuación. Carlos Latre se disfrazaba aquí mismo, se ponía una peluca o lo que sea. Las pancartas para anunciar un programa de tele aparecían en lo alto de la escalera.
Carlos Latre no tiene nada de revolucionario, tampoco es muy rebelde, sus alusiones a la política son bastantes discretas. Se puede considerar como un humorista convencional pero con su estilo ha sabido enganchar a mucha gente. Hacer reír es difícil y sobretodo sin ofender a nadie y sin caer en la vulgaridad, las ovaciones en pie del público del Teatro Cervantes fueron la prueba de que Carlos Latre lo logró con éxito. Incluso brindó por su aniversario porque quince años no es nada pero al mismo tiempo es mucho. Feliz aniversario Carlos.
Idea, guión y dirección: Carlos Latre
Guionistas: David Lillo y Aran Zulaika. Atic
Música: La Conga Music
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