Dentro de su gira nacional y después de casi dos años de éxito en el Teatro Lara de Madrid, por fin llega a Málaga, al Teatro Cervantes, El Manual de la Buena Esposa.
Texto: Françoise Chabassier | Fotos:Fernando Tamarit en el Teatro Cervantes y promocionales
Teatro Cervantes. 22/11/2013.
El viernes 22 y el sábado 23 de noviembre, los amantes del buen teatro pudieron disfrutar de la prestigiosa comedia El manual de la buena esposa escrita por seis autores Yolanda García Serrano, Verónica Fernández, Anna R. Costa, Juan Carlos Rubio, Alfredo Sanzol y Miguel del Arco, director y dramaturgo que esta misma semana recibió el premio de Teatro en los “Premios de la Cultura de la Comunidad de Madrid”. Quino Falero dirige la obra.
Mariola Fuentes, Berta Ojea y Concha Delgado interpretan a ocho mujeres de diversas edades en doce sketches “basados en hechos reales”. Narran el papel de la mujer a través de la Sección Femenina desde su creación en 1934 hasta su final en 1977. Doce retratos de mujeres formadas en el seno de la institución creada por la hermana de José Antonio Primo de Rivera. Doce historias impregnadas de ideología falangista y religiosa que condicionaron la vida de millones de mujeres españolas, hijas, madres, abuelas o bisabuelas. Trata de las relaciones matrimoniales y de la sexualidad, regida por la religión, de las esposas sumisas que tenían que llegar virgen al matrimonio porque si no “se podrían convertir en prostitutas”, de la educación católica que consideraba como un pecado ponerse una minifalda “roja” para ir a oír a los Beatles , porque se educaba a las niñas para ser mujeres obedientes que trabajaban, se sacrificaban y vivían en silencio para los demás, renunciando a su propia vida, a sus propias aspiraciones para ponerse al servicio del marido, de los hijos y de la patria.
Aborda también el tema de la gimnasia que se transmitía por esa radio que se parodia limpiando la casa y al mismo tiempo meciendo la cuna del bebe y de la censura en la que hasta las folclóricas intentaban chirigotearla, de las alemanas nazis que se duchaban juntas y desnudas provocando la repugnancia aparente de las ingenuas españolas, pero sobretodo su envidia, de los coros y danzas que eran, para ellas, la única diversión permitida durante la dictadura. Candidatas a la Sección Femenina que querían pertenecer a esta institución porque su familia se moría de hambre, consejeras sentimentales radiofónicas, primeras feministas lectoras de Simone de Beauvoir. Y que según explicó Quino Falero,” una mujer bien vista, debía resultar, en definitiva, una mujer invisible”.
Las tres actrices se convirtieron en distintos personajes para representar esos modos de vida pertenecientes a un pasado no tan lejano. No pararon durante la hora y media de actuación. Hicieron de todo, gimnasia, bailaban con castañuelas, tocaban música con una botella de anís del mono, se cambiaban en el escenario, cantaban. Tenían una energía increíble. Eran maravillosas, talentosas y muy divertidas. Los espectadores se reían a carcajadas y seguramente que cada uno de ellos se sentía representado por lo menos los mayores de cuarenta años. Se escuchaba a algunas personas entonando las canciones de su época.
Según Quino Falero “Los documentos y las publicaciones de la época resultan tremendamente curiosos; en ellos se recogen normas, pautas, guías, obligaciones y deberes que despiertan el asombro desde una mirada actual, pero también provocan la risa. Resulta inevitable reír ante esas reglas de adoctrinamiento, la risa como mecanismo de defensa ante semejante gravedad. Si privar a las personas de educación supone una tremenda agresión, más grave aún resulta el someterlas a un aleccionamiento determinado, basado en falsos principios y con intenciones claramente definidas.” Risa que yo diría “seria” porque está situación, persiste. Es preciso saber que actualmente la Real Academia Española en su acepción sexta de Femenino lo define como débil y endeble, en fin…
La comedia fue escrita a seis manos y Quino Falero explica que “para abordar este proyecto vimos la necesidad de contar con una serie de dramaturgos, tres mujeres y tres hombres, cediéndoles a cada cual la independencia para escribir una historia con personajes femeninos particulares en situaciones distintas. Que los autores de esta dramaturgia no se influenciaran entre sí, ni dependieran de una línea argumental predefinida, fue un pacto que instituimos desde el inicio del proyecto como algo fundamental. Pese a su variedad, el trabajo se refundió en un texto original y definitivo de manera orgánica porque todos los autores se embebieron de los sentimientos de aquellas mujeres. Para todo el equipo el resultado ha sido enriquecedor, substancialmente motivados por ese eje esencial de la mujer de entonces”.
Durante la rueda de prensa que tuvo lugar el jueves 21 de noviembre, Concha Delgado y Mariola Fuentes, añadieron, “Es un “homenaje a la mujer” y tenemos que verlo como un divertimento, una función festiva y lúdica llena de situaciones que luego son comentadas por los asistentes, la mayoría de las mujeres vivieron alguna de las situaciones o se las oyeron contar a sus progenitoras o abuelas”.
La puesta en escena era muy sencilla, unas paredes cubiertas de papel pintado con flores en las que se abrían y se cerraban una ventana y una puerta, una radio en la que salía la música de las distintas etapas del franquismo.
Es obvio que España se retrasó mucho con los casi cuarenta años de dictadura franquista y de religión, pero no hay que olvidar que España reconoció el derecho de voto a las mujeres con la Constitución de 1931 de la Segunda República antes que Francia que fue en 1944. ¡Claro está! que en aquella época Francia era ya una República con la ley sobre la separación de las Iglesias y del Estado desde 1905 lo que la convirtió en un país laico donde el Pueblo podía elegir ser o no ser católico sin que pasara nada mientras que en España si no tenías tu certificado de bautismo te lo vetaba todo. La sociedad española ha evolucionado mucho y en muy poco tiempo pero estoy de acuerdo con Mariola Fuentes que puso de relieve que esos oscuros planteamientos divertidos en una comedia actual pueden ser peligrosos y hay que tener cuidado porque se están repitiendo poco a poco. Entonces puso el acento sobre la situación generada con la edición del polémico libro Cásate y sé sumisa, de Constanza Miriano. Ya veis nunca se puede bajar la guardia porque lo que eran, hace poco, derechos adquiridos se están convirtiendo en papel mojado. Porque ya sabéis, según la RAE (otra vez), en su acepción tercera del verbo gozar “las mujeres no gozan” y por lo tanto, gran parte de lo que sucede en España, no sucede.
El Manual de la Buena Esposa
Autores: Miguel del Arco, Verónica Fernández, Yolanda García Serrano, Anna R. Costa, Juan Carlos Rubio y Alfredo Sanzol
Actrices: Berta Ojea, Mariola Fuentes y Concha Delgado
Dirección Quino Falero
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