21/01/2014 31 Festival de Teatro de Málaga. Teatro Echegaray.
Texto: José Antonio Triguero | Fotos: Daniel Pérez / TE
El duelo que Mamet presenta en esta pieza es esencial. Reducir el conflicto a la dialéctica, la acción a la palabra. Dualidad y transfondo. Todos somos la anarquista, todos somos la funcionaria. Todos la delicuente, todos la institución. Magüi Mira y Ana Wagener se asoman al vacío de la escena armadas de coraje, con solo las palabras de la obra -como en el mundo clásico- de las que depende el fatum de los personajes y la química necesaria para encarar "lo que el texto dice".
Quedan al descubierto las miserias, políticas y humanas de los dos personajes y toca el fango y el terrible diezmo que se paga por ser humano, por ser consecuente, por ejemplo, o por amar la libertad por encima de todo. Sus luces y sus sombras.
El planteamiento es simple, se trata de una entrevista en la que se revisa el excarcelamiento de una activista condenada por asesinato. Pero la corriente que se establece entre la funcionaria y aquella, va mas allá de un simple trámite y tiene que ver con las convicciones profundas que cada uno de los personajes mantienen, cada uno en su papel. Y también habla del precio que hay que pagar por defender lo que piensas. ¿Hay alternativa al castigo? Parece ser que, según la tesis de la obra, no, pero no está nada claro hacia donde se decanta el autor si no fuera por el final en el que la funcionaria deniega la petición de revisión. ¡Qué endeble es el mundo de los contrarios!
El formato es también sencillo, el espacio desnudo y la confrontación de dos grandes actrices que interpretan en pequeñito, con medida pero con pasión también. Se las veía conducir las emociones del intenso diálogo contenidas. Y la intención inequívoca de hacerle algo a la otra persona, dialécticamente, y bajo capas subterráneas, en las miradas, fuegos densos y arañazos. Los gestos, breves, casi microgestos, reaccionan como incorporados al fuero interno de las actrices.
De todos modos y para terminar, he de decir que el agotador debate sobre si sirve de algo perdonar o castigar, y así preservar la moral de la comunidad, la creencia en un orden y en una justicia, llega a ser eso, agotador. Y por eso, la verdad de la escena mantiene una tensión implacable con la altura intelectual del texto. El poder del teatro está en las palabras pero también en su inmediatez. No obstante, el teatro ganó al ensayo.
Teatro Español
Texto: David Mamet.
Versión, dramaturgia y dirección: José Pascual.
Reparto: Magüi Mira y Ana Wagener.