25/11/2015. Espacio W. Kipfer and Lover. Málaga 27/11/2015. Galería de Arte León Markaria. Fuengirola.
Texto: Carlos Mesa | Fotos: Virginia Oliva
Miguel García León (Miguel G.) es creador, escritor de narrativa y de teatro, cuyas piezas se encarga él mismo de dirigir. Ahora, tras casi siete meses de abstinencia teatral, reaparece con el estreno de Odio, una micropieza protagonizada por Miguel Ángel Martín.
Miguel G. (seudónimo que utiliza el ceutí Miguel García León) es un artista polifacético. Igual te puede montar una exposición con sus propios collages como te escribe y dirije una pieza y la representa en los lugares más inesperados. Comenzó su andadura en el mundo del arte de la mano de la fotografía y la escritura —principalmente novelas y relatos de temática LGTB—, pasando también como articulista por diversas revistas españolas. Fue en 2013 cuando se lanza a una de sus pasiones: el teatro. Su primera aparición en este ámbito en Málaga fue con la pieza Señores, de la que se encargó de la dramaturgia y la co-dirección junto a Pedro Okña. Pocos meses después, ese mismo año, decide lanzarse a la piscina en solitario con la pieza David. Sueño de una canción triste, donde trabajó por primera vez con Miguel Ángel Martín. Desde ese momento y hasta el día de hoy puede estar orgulloso de declararse un autor polifacético, pues en su haber podemos encontrar desde piezas de lo más oscuras (como Carne, protagonizada por Jesús Román) hasta piezas delirantes (como La asesina del perrito caliente, protagonizada por Patricia Espejo).
Tras casi siete meses de abstinencia teatral —su última pieza, Carne, fue estrenada en abril de este año— vuelve a las andadas, y posiblemente más fuerte que nunca. Comienza su nueva etapa con el estreno de Odio, una pieza de quince minutos de duración protagonizada por Miguel Ángel Martín.
Sus obras han sido representadas en salas como La Cochera Cabaret, Microteatro Málaga, Villa Puchero Factory (la vivienda de Okña) y distintos bares y cafeterías de la provincia, además de visitas esporádicas a Madrid para mostrar su arte. Pero Miguel G. nos vuelve a sorprender con esta nueva puesta en escena, que tendrá lugar en el baño del local Kipfer&Lover (C/San Juan de Letrán, 21). El Espacio W —como lo han bautizado, y donde son asiduas exposiciones artísticas— recoge esta pieza, apta únicamente para 12 ó 15 espectadores que tendrán al actor a escasos centímetros de ellos.
«Odio es una pieza hecha con el corazón, que habla de los sentimientos del ser humano. Puede que suene al típico tópico, pero es verdad. Es curioso, pero a veces no nos paramos a pensar que el odio puede tener varias lecturas, varios grados y hasta varios significados. A veces odiar también es una forma de querer... Además, me gustaría destacar la sublime actuación de Miguel Ángel Martín. Ahora está muy de moda el concepto microteatro, trabajar en pequeños espacios, etc... Nosotros con Odio hemos dado un paso más. Seguro que nunca has visto nada parecido, ni en un sitio parecido...», nos cuenta Miguel G. sobre el montaje. Y no le falta razón en lo referente a la interpretación de Miguel Ángel Martín, quien aguanta perfectamente al personaje durante toda la representación, lo interpreta con total naturalidad, hipnotizando al público con sus entonaciones, sus gestos y sus expresiones. Y, claro está, si se da con un buen actor no se le puede dejar a escapar. Eso exactamente es lo que ha hecho Miguel G. Ahondando un poco en el tema, le preguntamos en qué se fijó de él. «Pues a Miguel se le ve venir de lejos, más que nada porque mide casi dos metros. No sé si lo nuestro fue amor a primera vista, pero casi. Nos entendemos bien, y no hace falta decir que como actor no tiene precio. Normalmente vamos alternando la comedia y el drama y me encanta cuando la gente lo ve en registros tan diferentes. Además, cada vez que le propongo alguna de mis locuras se apunta sin pensárselo». Esta compenetración y confianza mutua entre Migueles, sin duda alguna, es patente en el resultado creativo.
No se puede contar mucho sobre Odio, pues en cualquier momento se le podría destrozar la obra al lector —y quizá futuro espectador—. Se podría definir como una nueva forma de ver la despedida de una pareja que, sin duda, Miguel G. ha tratado con gran intensidad en cada palabra del maravilloso texto.
Si aún no está decidido a ir a verla, el propio autor intenta convencerlo: «Advierto a todo el mundo que me he comprado una metralleta en el mercado negro y sé como usarla... Fuera de bromas, porque aunque a priori puede parecer lo de siempre, es algo totalmente distinto. ¿Cuantas veces has visto una obra de teatro dentro de un baño? Lo que pasa ahí dentro es algo tan íntimo que el público sale emocionadísimo. Si te enseñase algunos de los mensajes que he recibido, te aseguro que no te lo pensarías ni un segundo». Y si todavía anda un poco despistado y no tiene claro dónde podrá ver esta pieza: «Acabamos de recibir la noticia de que nos prorrogan en el Espacio W, de Kipfer and Lover en la calle San Juan de Letrán en Málaga el día 25 de Noviembre. El 27 estaremos en Fuengirola en la Galería de Arte León Markarian y estamos pendiente de cerrar otros bolos en Marbella y Velez. Por supuesto, tenemos la contratación abierta, así que si alguien se anima… También estamos negociando con una sala para llevarla a Madrid». Dejar claro que, al ser tan limitadas, las entradas se deben reservar a través de la página de Facebook de la pieza: Obra de Teatro Odio.
Pero esto no acaba aquí. Miguel G. seguro que nos da, a lo largo de este año, muchas buenas razones para ver algo de teatro. O si no, tiempo al tiempo…
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