Abr 18 2016

Milenio. Antonio Jesús González. Sala Joaquín Eléjar. Colectivo Cultural Maynake.16/04/2016.  Sala Joaquín Eléjar.

Texto:   Javier Rodríguez Barranco | Fotos: Bogomil Mihaylov

El efecto dos mil en Milenio

Letra H“Hay que llevar el teatro al pueblo” dice una cita de Federico García Lorca que puede leerse en una de las paredes de la Joaquín Eléjar, dentro del Colectivo Cultural Maynake, lo cual es una gozada, porque esta iniciativa cultural lleva varias décadas funcionando en el barrio Ciudad Jardín, de Málaga, de la misma manera que el Museum Jorge Rando, icono del expresionismo nacional, abrió hace un par de años sus puertas en la zona del Molinillo de la ciudad de Emilio Prados. Dicho lo cual, vamos a lo que vamos, si es que no es una misma cosa.

Milenio. Antonio Jesús González. Sala Joaquín Eléjar. Colectivo Cultural Maynake.¿Recordamos todas las siniestras profecías para el año dos mil? ¿Recordamos todas las neuras alrededor de los cambios de dígitos del 99 al 00 en todo aquello que llevara un microchip incorporado, si incluso se designó un gabinete de seguimiento al más alto nivel? ¿Recordamos, por fin, todos los cambios que ha habido durante década y media en este siglo? Me refiero, claro, al año dos mil con arreglo a la cronología cristiana, porque otras religiones no han llegado aún, mientras que otras lo han rebasado ampliamente, pero nos quedaremos con lo que tenemos, más que nada porque es a lo que estamos acostumbrados.

Enumeremos algunos de los acontecimientos más obvios en lo que llevamos de siglo: en primer lugar, el cambio de milenio, lo cual es algo que no sucede nada más que una vez cada mil años, como su propio nombre indica; la desaparición de la peseta y la llegada del euro; el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York, con todo lo que eso ha significado en el orden mundial; se han aprobado los matrimonios homosexuales en gran número de países del orbe occidental, incluida España; se ha aprobado la adopción de niños por parejas homosexuales; e incluso algunos hemos llegado a la cuarentena de edad durante este siglo, pero ésa es otra cuestión.

Milenio. Antonio Jesús González. Sala Joaquín Eléjar. Colectivo Cultural Maynake.La odisea del espacio, tal y como la ideó Arthur Clarke, no ha sucedido realmente, pero se ha desplanetizado a Plutón, y ahí está el detalle, como diría Cantinflas, porque una sonda partió de la Tierra con destino a ese explaneta, tardó diez años en llegar, tan sólo para comprobar que había hecho el viaje en balde, porque el último de los del Sistema Solar no era ya un planeta, que es recuerdo recurrente en la trama de Milenio, puesto que los protagonistas de la obra inician en la llegada del solsticio del verano del año dos mil un viaje vital para llegar a ninguna parte o, al menos, a ningún destino previsto.

Milenio. La  obra.

Letra LLa obra de Antonio Jesús González se ofrece, pues, como una reflexión sobre el paso del tiempo y cómo éste afecta a sus protagonistas, Álvaro, Joaquín y Rebeca, pero no desde un punto de vista del cambio de  las ilusiones sociales y políticas, según se desarrolla magníficamente en la película The Way We Were (1974), de Sidney Pollack: putrefacción de valores en Hubblell Gardiner, interpretado por Robert Redford, mantenimiento de valores en Katie Morosky, interpretada por Barbra Streisand.

Milenio. Antonio Jesús González. Sala Joaquín Eléjar. Colectivo Cultural Maynake.Milenio analiza más bien la evolución personal, íntima, de cada uno de los personajes, incluida la orientación sexual, rupturas de pareja, vidas rehechas, con mayor o menor acierto, maternidad, paternidad, adopciones, etc. Y lo hace maravillosamente eligiendo tres momentos de la vida de los tres protagonistas, amigos de la infancia: año 2000, cuando tienen veinte años, 2008 y 2015, no necesariamente en ese orden, pues ése es otro de los méritos de la obra: alterar la secuencia normal del tiempo para mostrarnos escenas que no han acontecido así en la biografía de cada uno de los chicos. Todo ello mediante un planteamiento que permite al espectador situarse adecuadamente en cada una de las etapas vitales de los protagonistas.
Desde el punto de vista de la puesta en escena, hay que destacar la enorme dosis de exigencia de esta obra para los actores, puesto que los movimientos son muy rápidos, arropados por unos diálogos vibrantes, para lo que hace falta una gran destreza interpretativa y coordinación escénica, por lo que hemos de valorar muy positivamente el trabajo de Antonio Jesús González, que también es el director escénico.

La obra, con los saltos temporales que hemos mencionado, transcurre íntegramente en la terraza del piso de los padres de Álvaro en los momentos previos a los fuegos artificiales que anuncian la llegada de la noche de San Juan en Barcelona y los elementos de atrezzo son los mínimos imprescindibles para transmitir la idea que se quiere transmitir: una descomunal jarrón con enormes flores sirve perfectamente para evocar el momento pequeño burgués de la historia. Las bebidas también son significativas: whisky escocés en 2015, vino en 2008 y unas birrillas sacadas de una nevera portátil en el año 2000.

Milenio. Antonio Jesús González. Sala Joaquín Eléjar. Colectivo Cultural Maynake.Más interesantes me parecen aún los cambios de escena, es decir, de año, que se realizan con la intervención directa de los actores, poniendo y quitando farolillos de papel, por ejemplo, así como es apoyo audiovisual, que nos da idea del paso del tiempo y del cambio de lugar en la vida de los protagonistas con imágenes de Los Ángeles, Ámsterdam o Barcelona que son las tres ciudades básicas en la obra: las dos primeras como referencias biográficas, la última como lugar de la acción, según hemos comentado en el párrafo anterior.

Y bueno, el paso del tiempo es motivo de inquietud de la humanidad, al menos desde los tiempos de Heráclito, que lo metaforizó en un río en el que no puede meterse la mano dos veces. El tiempo en Jorge Manrique, el tiempo en Antonio Machado, el tiempo en Proust, etc. Y el tiempo en Milenio, ya desde el mismo título, bajo una óptica de maduración-decepción. Se trata de mirar cara a cara a la vida en una mezcla de desgarro-aceptación. La vida que muchas veces nos sorprende precisamente por su lógica elemental. La vida. Es lo que hay.

Todas estas fotos y muchas más  en nuestro Fotoblog


Milenio

Autor:    Antonio Jesús González
Actores:    Rubén del Castillo, Niloofer Khan, Carlos Lara
Director:    Antonio Jesús González


 

 

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