La compañía Alamar Teatro presentó su espectáculo infantil Drácula o lo que le diente se llevó en el Teatro Cánovas.
Texto: Amelia Íñiguez | Fotos: Web
Se nota que la compañía Alamar lleva en los escenarios desde el 2005.
Hacer una obra para niños en la que los personajes son marionetas parece tener el éxito asegurado pero, para nada es así. Cuando nos paramos a pensar la cantidad de trabajo que puede llevar hacer de Cyrano con un muñeco de trapo y, que para colmo, en este caso nos enamore totalmente, es tarea complicada. Esta compañía hace tan bien su trabajo que, consiguen que a pesar de poder ver como manipulan a los títeres, te centres en los muñecos y acabes por creer que Drácula está en el escenario.
El texto me pareció muy bien trabajado, original y divertido.
El Conde Drácula visita a Eli, una niña “pija” vegetariana que accidentalmente, le rompe uno de sus colmillos. El amor llega al corazón del vampiro y a partir de entonces se desencadenan una serie de situaciones muy pintorescas. La mezcla de personajes conocidos es genial, y “Súper Pérez” enamoró a los más pequeños de la sala. Pero son los títeres como la rata andaluza, el esqueleto francés o el niño que espera en la consulta del dentista, con todos esos guiños, obviamente dirigidos al público adulto, los que nos hicieron disfrutar muchísimo. El entrañable fantasma, nuevo habitante del castillo, es un gran personaje, de los que te acuerdas pasados unos días.
La visita del Conde al dentista para el arreglo de su colmillo no tiene desperdicio. Ese tiempo en la sala de espera charlando con el niño y la entrada de ese doctor, marioneta de enorme tamaño que sobrecogió a los asistentes, con un nombre que omito deliberadamente para no destrozar el momento, fue una puesta en escena estupenda.
Las canciones estaban muy bien elegidas y animaban la obra justo cuando lo necesitaba. Con una estética muy cuidada, un uso muy acertado de la pintura fluorescente y la habilidad de transportarte de un escenario a otro tras un simple fundido a negro y el vuelo de un murciélago, este grupo nos ha enamorado, tanto a mí como a al público asistente.
Ya estamos deseando verlos de nuevo.
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