Abr 4 2014

Hablamos con Cinemáscampo

Hoy acercamos a nuestros lectores una iniciativa cultural y artística pionera que aúna múltiples aspectos y géneros. Un proyecto que es ya una realidad asentada y que se mueve, como las mieses con el viento, entre lo cultural, lo artístico, lo social, lo educativo, lo formativo y cómo no, lo reivindicativo. Cinemáscampo nos cuenta su orígen, trayectoria, visicitudes y futuro.

Entrevista: Miguel Ángel Barba | Fotos: Facebook de Cinesmáscampo

Aforo Libre: ¿De dónde y cómo surge la idea de Cinemascampo...?

Cinemáscampo: Cinemáscampo surge inmerso dentro de un proceso de desarrollo rural en la Serranía de Ronda. Después de más de una década impulsando líneas de trabajo ligadas a la creación de empleo social en sectores como el turismo, agroalimentario, artesanal, etc. nos propusimos pensar en cómo el cine y el audiovisual podrían contribuir al sostenimiento de la cultura rural.

Cinemáscampo, como su nombre indica, es un intento por poner la cultura del mundo rural del siglo XXI en el centro de la sociedad. Se pretende llamar la atención desde el ámbito audiovisual porque entendemos que es aquí, en estos espacios de naturaleza viva, donde se encuentra la esencia de lo que entendemos por calidad de vida.

A. L.: ¿Quienes conformáis Cinemascampo?

Cmc: La idea inicial surge de dos productoras malagueñas, la cooperativa audiovisual m30m y peritacreaciones. Después la compartimos inicialmente con dos Ayuntamientos, Benadalid y Benalauría y con el Centro de Desarrollo Rural de la Serranía de Ronda. Poco a poco, en su segunda edición, se sumaron los Ayuntamientos de Benarrabá, Cartajima, Cortes de la Frontera, Jimera de Líbar y Júzcar que, en su totalidad, son los socios principales. Si bien, hemos contado con la colaboración de otras instituciones como la Diputación Provincial, la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía, la Mediateca de Ministerio de Agricultura, etc.

A. L.: ¿Cuánto tiempo lleváis funcionando?

Cmc: El proyecto se inicia en su primera edición en el año 2008 y programa sus actividades para el desarrollo de las mismas durantes dos años (ediciones bienales). Después de haber desarrollado satisfactoriamente dos ediciones, ya estamos inmersos en su tercera edición, porque hemos querido seguir apostando por el proyecto, pese a la situación económica general que también afecta a la finananciación de Cinemáscampo como proyecto cultural.

Cinemascampo y Cinemascampo TV.

A. L.: Y ¿por qué un cine rural...?

Cmc: El tema Rural nace por un profundo respeto a nuestra memoria biocultural, a nuestra procedencia campesina, a nuestra ligazón con Las cosas del campo, como dice el título de ese gran poemario del antequerano Muñoz Rojas, ya fallecido. Se hace necesario contrapesar este modelo de vida megaurbano con una crítica reflexión sobre lo que es la esencia de la vida, el origen de la cultura: la agricultura. Es decir, que nos interesa valorar las relaciones fundamentales con nuestra morada y nuestro sustento: la naturaleza, el cultivo de la tierra, la producción del alimento, la vida y los conflictos en lo pequeño, en las aldeas y pueblos que se mantienen vivos a pesar de todo.
El que lo hagamos desde el Cine es porque el audiovisual es el lenguaje del siglo XXI, trasciende fronteras gracias a Internet y se ha convertido en un idioma universal.

A. L.: ¿Qué queda de aquél mundo rural que merezca la pena seguir filmando?

Cmc: Todo. Cinemáscampo siempre ha propuesto al medio rural como ese escenario natural para contar historias sencillas pero indispensables para el conocimiento de nuestra evolución cultural. En estos momentos aún quedan rastros esenciales en forma de saberes locales para la gestión de la tierra, de los bosques, de los ríos, para la producción y transformación de alimentos, etc. que es necesario conservar y difundir. Las nuevas generaciones están a años luz de ver en el medio rural y en lo agrario una forma de vida que es imprescindible cuidar. El medio rural es nuestro pecho maternal, nos provee de agua en forma de ríos, de alimentos en forma de semillas, de aire en forma de bosques, etc., si no lo vemos así, si no volvemos a recuperar ese mirada de afecto, seguiremos aumentando el conflicto y la propia incomprensión vital en la que estamos inmersos como seres humanos en un mundo con límites.

A. L.: ¿Es el cine rural sólo un cine de reivindicación, de lucha, de pervivencia en una palabra... o da para mucho más...?

Cmc: Creo que la anterior respuesta responde en alguna medida a esta pregunta. El cine rural puede ayudarnos a recuperar esa mirada perdida en la sobredosis de asfalto y tecnología de nuestra supuesta modernidad. Haciéndonos eco de una metáfora muy acertada, bajo el asfalto está la huerta, es decir, la vida. El cine con enfoque rural se hace necesario como un espejo en el que mirarnos en nuestra biogénesis cultural.

A. L.: ¿Habéis detectado un interés real por este tipo de cine...?

Cmc: Si, efectivamente, hay interés, no mayoritario, pero creciente, que está ávido de conocer esas historias que nos invisibiliza el audiovisual de temática urbana, que está centrado en favorecer el consumo desmesurado. Las personas necesitamos ver, que nos acerquen a otras miradas. Por eso Cinemáscampo apostó en su segunda edición por la creación de un canal de contenidos audiovisuales propios donde todos los creadores pudieran compartir sus obras de temática rural: cinemascampo.tv.
También existen red de festivales y muestras, de profesionales y contenidos tanto en el ámbito estatal como internacional, que están intentando abrir un hueco para este enfoque cinematográfico. De hecho actualmente se está trabajando de forma conjunta para aprovechar sinergias y fortalecernos a través de la cooperación. Un ejemplo es la Red Cine Grande en Pequeño a la que Cinemáscampo pertenece y que aglutina a más de 20 festivales y muestras de todo el estado español.

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A. L.: ¿El documental tiene gancho y tirón o no llega a mucho público?

Cmc: El documental es un género narrativo que tienen otras coordenadas de lectura al cine de puro entretenimiento al que estamos acostumbrados. Requiere por ello de un plus de curiosidad, de ansia de conocimiento, de dejarte impregnar por realidades desconocidas desde otro lenguaje distinto al del melodrama merengada o el de acción y efectos especiales. La cultura cinematográfica de nuestro país, impregnada por la industria comercial, deja poco espacio para sembrar escuela en este terreno. De ahí que el documental como género esté siempre en una segunda línea de llegada. Aunque también el propio sector debiera de trabajarse mejor el cómo llegar con mayor impacto, a pesar de todas las dificultades del camino.

Cinemascampo y Cinemascampo TV

A. L.: ¿Qué diferencias esenciales veis entre el cine convencional y el cine rural ?

Cmc: Es complejo responder a esta pregunta puesto que se está aún en el campo de las primeras reflexiones profundas. En estos momentos se está haciendo un esfuerzo de análisis cinematográfico desde distintos ámbitos académicos por ahondar en esa posible hipótesis diferencial del cine con enfoque rural frente a otros. Fruto de ello son las publicaciones impulsadas desde la Muestra de Cine Rural de Dos Torres, o la colección que hemos iniciado desde Cinemáscampo, coordinada por los profesores Agustín Gómez (UMA) y Pedro Poyato (UCO), y que están consiguiendo reunir una serie de textos que piensan sobre lo rural en el cine de ficción y documental español. Aunque quizá no hayamos caído hasta ahora hay un hecho que es evidente: la historia del cine español está lleno de referencias a lo rural como continente (espacios, paisajes, naturaleza…) y a la ruralidad (su cultura, su gente, el paisanaje). Y todo construido desde determinadas visiones políticas de sus realizadores y productores que nos han ido marcando nuestra visión actual del medio y la vida rural.
Cinemascampo y Cinemascampo TV Se hace urgente seguir avanzando en esa metódica revisión que nos ayude a conocernos y reconocernos como país.

A. L.: ¿Qué tal está funcionando el proyecto Cinemáscampo.tv desde una perspectiva de público, visitantes...?

Cmc: Sinceramente estamos muy contentos de lo que ha supuesto el canal para el proyecto Cinemáscampo. El canal tiene más de 1000 usuarios registrados y ya ha recibido más de 600.000 visitas en menos de dos años de funcionamiento. De todas formas creemos que hay que seguir trabajando en que estas cifras sean cada vez mayores y que podamos convocar en breve los Premios Surcos Online.

A. L.: ¿En qué otros proyectos o propuestas estáis trabajando...?

Cmc: En estos momentos tan difíciles para la gestión cultural que está viviendo la economía de nuestro país estamos en fase de reinvención y de búsqueda de nuevos modelos de financiación. También estamos apostando por el establecimiento de nuevas estrategias de alianzas que nos permitan continuar las líneas de trabajo emprendidas: formación y creación audiovisual, proyección pública, canal on line de tv y redes sociales y profesionales que apuesten por el cine rural.

A. L.: ¿Y desde una perspectiva de apoyos, colaboraciones, patrocinios... como se han comportado con Cinemascampo?

Cmc: En líneas generales estamos medianamente satisfechos hasta la segunda edición sobre los distintos apoyos recibidos de las instituciones y entidades implicadas. Ha sido la primera vez que siete pequeños ayuntamientos de la Comarca de Ronda se ponen de acuerdo para gestionar un proyecto de naturaleza cultural en común. Y esto hay que valorarlo muy positivamente. Si bien, en estos momentos, en los preámbulos de la tercera edición, estamos haciendo un gran esfuerzo por buscar esa necesaria continuidad en los patrocinios y esperamos poder conseguirlo. La Ley de la Reforma Local del gobierno y la subida del IVA cultural al 21% no están ayudando mucho en esto.

A. L.: ¿Porqué una alfombra de esparto en lugar de las típicas-tópicas "rojas" del cine comercial?

Cmc: Bueno, decidimos vestir nuestras galas de cine en los pueblos de una identidad propia. Diseñar una alfombra de esparto y rosas significa para nosotros el que las personas del medio rural puedan también sentirse orgullosos de su cultura, tanto antigua como actual. Pasear por esta alfombra compuesta de la fortaleza y la docilidad de una material que fue tan útil como el esparto, conjugado con la sensibilidad de la flor, de los pétalos de las rosas, nos pareció un contraste estético interesante para invocar también a algo que se ha dado en llamar glamour rural. La alfombra puede ser un valor de autoestima para una cultura rural que está en permanente peligro de extinción.

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A. L.: ¿Qué se percibe un poco más adelante para Cinemascampo. Hay futuro. De qué color es...?

Cmc: Cinemáscampo es una realidad sin vuelta atrás. Hemos abierto un camino nuevo para que la tecnología audiovisual se sitúe de manera emergente en procesos de desarrollo rural, donde la identidad y la participación social sean elementos fundamentales. Hemos intentado acercar la narrativa y los modos de construcción de su leguaje a las poblaciones rurales. Está siendo un esfuerzo de democratización del medio. Nuestro futuro, como todo futuro hoy, se irá dibujando dentro del complejo mundo que nos ha tocado vivir, y desde nuestra capacidad de trabajo e ilusión, que no ha disminuido ni un ápice desde nuestros inicios. Por eso, lo mejor que nos pudiera suceder es que siguiéramos hablando en Aforo Libre de las realidades de Cinemáscampo en próximas ocasiones.

A. L.: Ojalá sea así y aquí estaremos para contarlo. Para terminar: un anhelo y una esperanza para el futuro...

Cmc: Que el mundo vuelva, en cierta medida, a beber equilibradamente de las fuentes de la naturaleza y de la ruralidad, donde la supervivencia y la calidad de vida son posibles, si nos planteamos otro modo de felicidad que no esté condicionado a la voracidad del consumo. Y aquí el cine y la cultura audiovisual podrían ayudar como herramientas para ese necesario cambio.

Pues desde Aforo Libre tendréis siempre una ventana abierta, un recurso con el que contar, un instrumento presto a ser usado y un apoyo real y sincero. Gracias por todo a Cinemáscampo.