Nov 9 2018

Juan José Téllez, Centro Andaluz de las Letras,08/11/2018. Centro Andaluz de las Letras.

Entrevista: Manuel Malaka l Fotos: Rafael Fernández P. y J.J.Téllez

Hemos tenido la gran suerte en estos días de poder charlar con uno de los más destacados protagonistas de la vida cultural y literaria de esta ciudad: Juan José Téllez.

Periodista, poeta, autor de varios libros sobre flamenco, y director del Centro Andaluz de las Letras. Lleva ya algunos años viviendo y trabajando en nuestra ciudad. Hemos podido charlar con él sobre su rica y diversa trayectoria profesional, y conocer un poco más su labor en el C.A.L.

Aforo Libre: Hola, Juan José. Tienes una trayectoria bastante polifacética. Periodista, escritor, director del Centro Andaluz de las Letras, poeta, … ¿Cómo te presentarías para aquellos que aún no saben quién es Juan José Téllez?

Juan José Téllez, Centro Andaluz de las Letras,Juan José Téllez: No trabajo la literatura, procuro vivirla. El periodismo también forma parte de ella. Soy el hijo de un albañil y de una hortelana a quien le animaron a leer y a vivir. Y aunque ellos no estén procuro seguir haciéndoles caso.

A.L.: Háblanos un poco de ti. ¿Tú pasión por la literatura nace de niño? ¿Cómo descubre un niño de Algeciras su amor por la literatura?

J.J.T.: Mi abuela y mi madre contaban historias de otros tiempos. Recuerdo que me fascinaban. Vivíamos en Algeciras, en un barrio obrero y al cabo de la calle había un cine de verano. De noche, me asomaba a la azotea para ver las películas pero sólo podía oír lo que decían sus protagonistas cuando no soplaba el levante, lo cual era casi imposible que ocurriera. Recuerdo que jugaba, entonces, a imaginar los diálogos e inventaba mi propio argumento. También ocurría así con los tebeos. Parecía que las historietas no terminaran nunca. Siempre había un continuará que nos emplazaba a sus lectores a la siguiente entrega. Pero a menudo ocurría que no podía adquirir ese número y perdía el hilo de aquellas trepidantes aventuras, por lo que tenía también que imaginar su desenlace. Es una buena manera de que la vida te invite a urdir tus propios relatos.

A.L: Vives tus años de estudiante, en una época crucial para la historia este país. Una etapa de inquietudes políticas, pero también culturales. ¿Cómo recuerdas todo aquello?

J.J.T.: Bueno, viví aquellos años en Cádiz, a donde me trasladé con mis padres con tan sólo once años de edad. Aquellos años, mediados los 70, coincidieron con los de mi adolescencia. Pero también era la adolescencia de España. A medida que yo descubría libros, películas y músicas prohibidas, el resto del país también lo hacía. Ambos buscábamos la libertad. Yo creo que sigo en ello, pero me temo que España busca ahora otros sueños que a veces se convierten en pesadillas, como el de la seguridad, un concepto que a menudo resulta incompatible con la vida misma.

A.L.: ¿Fue en esta etapa en la que comienzas a escribir? ¿Alguien en especial destacarías por haberte contagiado esa pasión por los libros? ¿Háblanos de los autores, y de los libros que te llevaron a querer ser escritor?

Juan José Téllez, Centro Andaluz de las Letras,J.J.T.: Sí, por entonces empecé a escribir poemas y a publicarlos. También artículos, cargados de ironía. O reportajes, con partidos y sindicatos todavía clandestinos. Yo era un mocoso de 16 años, envuelto en un complot imposible para tumbar la dictadura. Creo que debo agradecer el compromiso con la literatura a dos viejos amigos, el poeta Manuel Jesús Ruiz Torres, a quien conocí de niño en Algeciras, mientras nos quedábamos ambos rezagados en la cola de la vacuna, y al narrador Rafael Marín, con quien compartí colectivos contraculturales y otras trincheras de la transición. Sin embargo, mi maestro y casi mi segundo padre fue Fernando Quiñones, a quien todavía me siento muy unido, aunque dentro de unos días se cumplan veinte años de su muerte.

A.L.: Hay libros que nunca se olvidan que se quedan para siempre con nosotros e incluso al cabo del tiempo volvemos a releer. ¿Qué libros dirías que han marcado tu vida?

J.J.T.: Los libros que me marcaron más fueron los de la infancia. Buena parte de los de Charles Dickens, Robert Louis Stevenson, Moby Dick de Helman Melville, casi todo Julio Verne, Joseph Conrad, etcétera. Luego, vendría Benito Pérez Galdós, Clarín y Baroja, Borges y Bioy, Cortázar, el boom de García Márquez o Vargas Llosa, con Juan Marsé y Eduardo Mendoza. Pero, claro, sobre todo la poesía: el Arcipreste de Hita, Gustavo Adolfo Bécquer, Rosalía de Castro, los dos Machado, el 27 de pe a pa, incluyendo autores tan misteriosos como José María Hinojosa, Miguel Hernández, León Felipe, María Zambrano, Blas de Otero –encontré una antología suya que vendían en el supermercado donde compraba mi madre--, José Hierro, Ángel González, Jaime Gil de Biedma o quienes tuve el privilegio de contar entre mis amigos, como José Manuel Caballero Bonald, Pilar Paz Pasamar, Félix Grande, Antonio Hernández o José Heredia Maya, entre otros muchos. Pero también  aprendí mucho de mis contemporáneos, desde Jesús Fernández Palacios y José Ramon Ripoll a Ana Rossetti, Alvaro Salvador, Felipe Benítez Reyes, Luis García Montero, Javier Egea, Aurora Luque o Ángeles Mora.

Juan José Téllez, Centro Andaluz de las Letras,A.L.: Una parte importante de tu obra es poesía. Tienes varios libros publicados. ¿Se lee poesía? ¿Qué momento dirías que vive la poesía en Andalucía?

J.J.T.: Creo que no se ha leído nunca tanta poesía como hoy. Los autores del 27 escribían romances y sonetos para que pudieran recordarlos fácilmente sus admiradores analfabetos. La poesía, hoy, puede colarse entre canciones y anuncios publicitarios, aunque convendría que cada uno separase el grano de la paja porque tampoco es poesía todo lo que reluce. En Andalucía, contamos en la actualidad con un formidable ejército de poetas, de distintas generaciones. Hoy en día lo difícil es escribir mal. Algunos, sin embargo, también lo logran.

A.L.: Imagino que te resultará difícil definir tu propia obra. ¿Crees que hay en ella un modo especial de mirar el mundo? ¿Crees que muestra algo de ti, de quién eres?

J.J.T.: José Bergamín dijo de Juan Belmonte que se torea como se es. La literatura va, habitualmente, ligada a la forma de concebir la vida. Creo que lo que escribo es original porque mi vida sólo la vivo yo. Sin embargo, aún siendo personal aspiro a que lo que escribo sea transferible, que haya otros ojos dispuestos a descifrar mis sueños.

A.L: Llegas a Málaga hace unos años como director de contenidos del Centro Andaluz de las Letras, en calle Álamos. Es posible que muchos malagueños aún no lo conozcan. ¿Qué es el C.A.L.?

J.J.T.: El Centro Andaluz de las Letras es un organismo de la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales, dependiente de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Fue creado hace justo veinte años y tiene su sede central en Málaga pero su ámbito de actuación alcanza a toda Andalucía, donde contamos con técnicos en todas las provincias y con otras oficinas en Sevilla. El CAL colabora con más de 400 clubes de lectura, con las ferias del libro de las capitales andaluzas y muchas otras, con festivales literarios como el de Irreconciliables, en Málaga, que puso en marcha. Contamos con una escuela de escritores jóvenes y con numerosos ciclos literarios por los que pasan cientos de autores a lo largo del año. Más de veinte personas trabajan, desde el CAL, en el apoyo a la literatura andaluza, pero también a quienes quieren conocer la literatura que se escribe en otros lugares del estado y del mundo. El CAL, en el fondo, aspira a ser tan universal como Andalucía.

Juan José Téllez, Centro Andaluz de las Letras,A.L.: Desde el C.A.L. se han organizado durante estos años muchos proyectos, y colaborado con muchos artistas en esta ciudad. ¿Destacarías alguno en especial?

J.J.T.: Creo que la personalidad esencial en la historia del CAL fue –y sigue siendo—Pablo García Baena, el poeta cordobés que orilló en Málaga y que dirigió este centro, asumiendo luego su dirección emérita hasta su reciente fallecimiento. De entre los autores malagueños que nos han honrado con su apoyo y su presencia, figuran María Victoria Atencia o Manuel Alcántara, entre otros muchos –y muchas-- a quienes no deseo mencionar porque creo que cometería una clara injusticia con quienes omitiese.

A.L.: Participas de forma activa en la vida cultural de esta ciudad desde hace ya algunos años. ¿Cómo ves esta nueva Málaga que presume de capital cultural? ¿Crees que se cuida y se apoya realmente la cultura en nuestra ciudad?

J.J.T.: Creo que la Málaga de hoy es un proyecto inteligente de ciudad, bien trazado en las últimas décadas. Creo que es interesante ligar la cultura al turismo, que lamentablemente sigue siendo nuestra principal industria. Sin embargo, creo que la cultura también debe ir ligada a la cultura, a secas. Y frente a los grandes eventos, es necesario cuidar el día a día. Debemos enorgullecernos de nuestros museos o de nuestras glorias del 27, pero hay que apoyar a quienes hoy escriban, pinten o interpreten. Nunca serán suficientes estos apoyos, aunque es necesario que su obra se vea por más que no atraiga necesariamente a los touroperadores.

A.L.: Una parte importante de tu obra gira en torno al flamenco. Tienes varios libros publicados. Entre ellos la biografía de Paco de Lucía, El hijo de la portuguesa. Háblanos de esa pasión tuya por el flamenco.

J.J.T.: El flamenco es una pasión tan absorvente que hay que tomarse vacaciones de vez en cuando. Respecto al flamenco, me gusta decir que ahora estoy en excedencia pero es falso. Cuando te atrapa no te deja libre. Amo el flamenco como una música mestiza porque amo todas las músicas. Eso también lo aprendí de Paco de Lucía que decía que se parecían todas las músicas de los pueblos con la nevera vacía.

Juan José Téllez, Centro Andaluz de las Letras,A.L.: Inauguras en breve un ciclo de poesía social en esta revista que hemos llamado Aforo, verso Libre. ¿Crees que existe hoy compromiso social en el mundo de las letras, de la cultura?

J.J.T.: Estoy convencido de que hay mucha gente de la cultura comprometida con la realidad. Pero faltan muchas otras. La cultura es el reflejo de la sociedad y el compromiso, a veces, parece una especie en vías de extinción.

A.L.: Tenemos la costumbre de pedir al entrevistado que nos haga alguna recomendación cultural. ¿Te animas? ¿Algún concierto, exposición, película,… a la vista qué no debamos dejar pasar?

J.J.T.: Hay que leer hasta las puertas de los lavabos. Ver todas las películas, sobre todo las que se proyectan a diario a nuestro lado, la de nuestros seres queridos, las del prójimo que a veces está muy lejano. Hay que saber oír la música de la vida cotidiana, ver como danzan los transeúntes y sentarse a pensar en uno mismo y en lo que nos rodea, aunque no tengamos ni idea de quien fue Ortega y Gasset.

A.L.: Intentaremos seguir esa estupenda recomendación. Enhorabuena por tu obra y tu labor al frente del C.A.L.  Para nosotros ha sido un placer charlar contigo. Y gracias también por permitirnos publicar uno de tus poemas. Aparecerá en breve inaugurando un ciclo de poesía al que esperemos se unan otros muchos poetas.

J.J.T.: Muchas gracias por llevar mi voz a una revista que entremezcla la búsqueda de la libertad, la igualdad y la fraternidad con la búsqueda de la belleza. Sin ella, el resto sería imposible lograrlo.

Juan José Téllez, Centro Andaluz de las Letras,

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