Feb 5 2017

Enrique Gallud Jardiel,  Enrique Jardiel Poncela, El amor es un microbio, La Casa del Libro,  Ediciones Azimut,Entrevista: Aforo Libre  | Imagen de portada del libro: Francisco López Rubio | Resto de ilustraciones: Enrique Jardiel Poncela

Entrevistamos a Enrique Gallud Jardiel sobre El amor es un microbio, de Enrique Jardiel Poncela,que se presenta en La Casa del Libro de Málaga.

Acaba de ser publicada por Ediciones Azimut la obra El amor es un microbio, sobre textos de Enrique Jardiel Poncela, seleccionados por su nieto Enrique Gallud Jardiel, que aparecieron en la revista Buen Humor durante la segunda mitad de la década de los veinte, cuando la Generación oficial del 27 estaba aún en plena floración, pero nunca reunidos en libro.

Enrique Gallud Jardiel,  Enrique Jardiel Poncela, El amor es un microbio, La Casa del Libro,  Ediciones Azimut,Esta obra se presenta en Casa del Libro de Málaga (C/. Nueva, 5) el 11 de febrero a las 19:00 horas y por tal motivo hemos entrevistado a Enrique Gallud.

Aforo libre: Bueno, bien, vale, el amor es un microbio, pero ¿se lo ha dicho alguien a San Valentín?

Enrique Gallud Jardiel: No creo que San Valentín sepa nada de estas cosas. A las personas demasiado interesadas en el amor no se las suele canonizar.

A.L.: Sin embargo, el amor puede durar 2.000 metros, ¿o no?

E.G.J.: La tesis de Jardiel es que, en  Hollywood al menos, los amores no duran más que eso: 2.000 metros, que es la longitud aproximada de un largometraje.

A.L.: Todos conocemos la faceta escénica de Jardiel Poncela, pero casi todos los textos recopilados en El amor es un microbio son narrativos, ¿qué aporta tu abuelo a la narrativa?

E.G.J.: Aporta una gran cantidad de elementos de vanguardia, nuevos procedimientos narrativos. Entre ellos puede destacarse la mezcla de géneros, la combinación de narración directa con diálogos teatrales, el empleo de acotaciones teatrales en medio de descripciones convencionales, la falsa erudición de hacer que un cuento parezca un estudio crítico con su bibliografía apócrifa, el empleo de caligramas poéticos en medio de cuentos, las citas inventadas, el uso de la publicidad como elemento narrativo, el desorden cronológico, la variedad tipográfica y muchos otros recursos humorísticos que no se habían empleado antes en cuentos.

A.L.: ¿Cuáles han sido tus criterios de selección en cuanto a los textos que integran El amor es un microbio?

Enrique Gallud Jardiel,  Enrique Jardiel Poncela, El amor es un microbio, La Casa del Libro,  Ediciones Azimut,E.G.J.: Dentro del material con el que he trabajado —escritos de los años veinte, dispersos en distintas publicaciones y nunca reimpresos— he seguido una línea temática y recopilado los cuentos que tratan sobre el amor, las mujeres y el matrimonio, en sus distintas variedades, para darle al libro una coherencia.

A.L.: ¿Cuál era la actitud de Jardiel hacia las mujeres?

E.G.J.: Era un enamorado de las mujeres y, en contra de la misoginia que se le ha achacado, sabía muy bien ver las virtudes del género femenino y las dejó bien patentes en su obra El sexo débil ha hecho gimnasia, donde pone a las mujeres muy por encima de los hombres. Además, en el plano personal, vivió siempre entre ellas: tenía prácticamente un complejo de Edipo con su madre, mantuvo siempre a su lado a sus hermanas, pese a vivir en pareja, tuvo dos hijas a las que quiso mucho, aparte de innumerables amantes. Sin mujeres no podía vivir.  Lo que sucedió —y él lo dejó dicho muy claramente— era que creía que las mujeres buenas, honradas e inteligentes no eran en absoluto interesantes desde el punto de vista literario: resultaban aburridas. Por eso sus heroínas son o bien tontas, o malas: las presenta de una forma muy negativa y eso ha hecho creer a los críticos superficiales en su supuesta misoginia.

A.L.: No voy a entrar en la calle de pon y quita, pero estarás conmigo en que tu abuelo fue uno de los grandes favorecidos del régimen franquista.

Enrique Gallud Jardiel,  Enrique Jardiel Poncela, El amor es un microbio, La Casa del Libro,  Ediciones Azimut,E.G.J.: No estoy en absoluto de acuerdo en que Jardiel fuera un favorecido por el régimen franquista. Es cierto que él se declaró anticomunista (porque los comunistas lo quisieron matar y le tuvieron preso en una checa, de la que salió por suerte) y se manifestó en contra de la violencia que vio en Madrid al inicio de la guerra. Esto le llevó a apoyar el levantamiento, como forma de restaurar el orden hasta que acabó la guerra y vio la represión franquista, lo que le hizo pensárselo mejor. A partir de 1940 no volvió a decir ni una sola palabra de política, en ningún sentido. Ni siquiera se le conoce ni el más mínimo comentario sobre la Segunda Guerra Mundial, mucho menos sobre lo que estaba sucediendo en España.

Durante la postguerra, Jardiel fue un «rojo» para el gobierno y un ateo para la Iglesia. Se prohibieron sus novelas por considerarse que eran «demasiado de izquierdas». Se censuraron sus obras. Se le consideró persona non grata. A su muerte, no se le quería dejar enterrar en sagrado. Ése fue el «derechismo» de Jardiel, por el que ahora se le ataca. A nivel municipal, la cosa no fue mucho mejor, pues se le trató con el más absoluto desprecio. En cierta ocasión en que solicitó una audiencia de cinco minutos con el alcalde —para mostrarle su proyecto revolucionario de un teatro de su invención con escenografías móviles (una maravilla de ingeniería e imaginación) y someterlo a su juicio— el alcalde de turno (insigne señor cuyo nombre ya nadie recuerda) se negó a recibirle. Tampoco se dignó contestar a las varias cartas que Jardiel le escribió. Jardiel murió en la miseria, sin haber recibido jamás ninguna ayuda ni subvención de nadie. (En cualquier otro país, el gobierno le habría pensionado, para evitarle el hambre a un artista y a un intelectual de su valía, a quien un terrible cáncer impedía ganarse la vida.)

A.L.: Fue necesario que Marlowe desapareciera para que emergiera Shakespeare. ¿Fue necesario que Jardiel desapareciera para que emergiera Mihura?

E.G.J.: Yo creo que sí. Mihura tenía escrita su comedia Tres sombreros de copa desde mediados de los treinta y no consiguió estrenarla hasta después la muerte de Jardiel. Las empresas que se dedicaban a la comedia (el Teatro de la Comedia o el Infanta Isabel, principalmente) preferían estrenar una obra de Jardiel a experimentar con otros autores parecidos. Preferían el original a los sucedáneos. Esto no fue culpa de Jardiel, que nada tenía que ver en la programación de esos teatros, pero tuvo que sufrirlo, pues Mihura nunca le perdonó su éxito.

 Enrique Jardiel Poncela, El amor es un microbio, La Casa del Libro,  Ediciones Azimut, Enrique Gallud Jardiel,

A.L.: Cuando lo políticamente correcto domina la sociedad actual, ¿en qué cárcel penaría Quevedo sus culpas?

E.G.J.: Quevedo es el autor de algunos de los versos más exquisitos y también de los más soeces de nuestra lengua. Intentar aplicar a los genios el rasero de los seres vulgares es demostrar muy poca inteligencia. La corrección política es un cáncer que mata las células de la creatividad. No es sólo Quevedo quien estaría en la cárcel: muchos otros grandes tampoco se salvarían. Desgraciadamente Quevedo ya está en una cárcel peor: el olvido, considerando los libros de anécdotas de famosos de la prensa rosa que las generaciones actuales prefieren leer.

A.L.:¿Tan malo es el sentido del humor?

E.G.J.: El sentido del humor es malísimo para todos aquellos que intentan controlarte, porque se lo impide. El sentido del humor es un producto de la inteligencia y, además, la fomenta. Te hace tener más amplitud de miras, te hace considerar las cosas desde nuevos ángulos, te proporciona libertad,  Enrique Jardiel Poncela, El amor es un microbio, La Casa del Libro,  Ediciones Azimut, Enrique Gallud Jardiel, en suma. Y eso no se le perdona a los ciudadanos, que, según los poderes fácticos, deben estar calladitos y ser muy obedientes con lo que se les diga.

A.L.: ¿Qué comedia escribiría tu abuelo en estos tiempos tan inciertos?

E.G.J.: Sobre el absurdo de nuestro mundo actual y la imbecilidad de la Humanidad, con toda certeza. Ahí tendría multitud de aspectos donde elegir sus tramas.

A.L.: Agradecemos a Enrique Gallud Jardiel su deferencia hacia nuestra revista y la prontitud de su respuesta a nuestra solicitud de entrevistarle, así como le deseamos suerte, tanto a él como a la Editorial Azimut, con el recorrido de éste libro crgado de "Buen Humor", como todos los de Enrique Jardiel Poncela, tan gran escritor como denostado en ciertos círculos, que recordamos, se presenta en Casa del Libro de Málaga (C/. Nueva, 5) el 11 de febrero a las 19:00 horas.

El cine de Jardiel Poncela en Aforo Libre

 

Pinchar para ver los últimos artículos del autor

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar

Entrevistas y reportajes - Entrevistas y reportajes literatura

una mirada diferente a través de nuestros fotógrafos

 

Videosaludos

Juan Echanove

Nos patrocina


Academia Johana Smith

Turismo Sostenible

Asociación Almijara

Exposiciones de arte temporales

Y además, en Aforo Libre

Publicitarse en Aforo Libre

Tenemos 176 invitados conectado(s)