Retomamos en estos cálidos días de julio la red de entrevistas a poetisas y poetas malagueños o afincados en Málaga después de un período de reflexión poética.
Para la ocasión qué mejor que retomar con Manuel Salinas.
Texto: Miguel Ángel Barba | Fotos: Facebook de Manuel Salinas
Aforo Libre: ¿Para qué "no sirve" la poesía?
Manuel Salinas: Es el gozar no el poseer, lo que nos hace felices. Siendo sinceros, creo que la poesía “no sirve” para nada; aunque en la modernidad la poesía, en ocasiones, esté al “no servicio” de todo, y nos parezca, algunas veces, que en esta época se acepta pulpo como animal de compañía.
En su sexta acepción del verbo “valer, ser de utilidad”, tampoco creo que la poesía valga para nada. La poesía no es útil, sí todo lo contrario, ya que es un acto de civilización, de “dignitas hominis”. Pero, si es absolutamente necesario que la poesía “sirva” para alguna cosa, recordaré a Ionesco, cuando señala que el arte debe servir para enseñar a la gente que hay actividades que no sirven para nada y que es indispensable que las haya.
Sin embargo, creo que la poesía la podemos “aprovechar” para hacer al mundo más vivible o “con-vivible”, estoy seguro.
La poesía es una forma de asimilar los cambios que nos ofrece la vida, trasformándolos en actos de civilización, de reflexión, de saber. Saber que se adereza con atributos sensibles más que con estrategias. Así lo que la vida nos ofrece como abrupto se convierte en sutileza y en base civilizadora.
A. L.: ¿Cómo llegaste a la poesía y cuáles fueron tus comienzos... Tus primeras lecturas y tus primeros pinitos?
M. S.: Recuerdo que pregunta un personaje-lector al narrador en las primeras páginas de Jacques le fataliste et son maitre que cómo se habían conocido Jacques y su amo, y le responde el narrador que se habían conocido por azar, como todo el mundo. Pues bien, yo llegue a la poesía por azar, como aquellos protagonistas. Fue una casualidad, coincidimos la poesía y yo, simplemente; íbamos por el mismo camino y, sin saber por qué ni cómo, nos cogimos de la mano.
Mis primeras lecturas pienso que fueron las mismas de cualquier niño de mi época, estas cosas son contagiosas.
Y con respecto a los “pinitos”, le diré aquello que escribió Lope, pues así me recuerdo: “…leyendo/ y lo que imito leyendo/y lo que escribo borrando/y lo borrado escogiendo”.
A. L.: ¿y después... pasaste por colectivos poéticos, revistas...?
M. S.: Sí. En la Universidad estuve en el Colectivo 77 y otros. Y pasé, qué sé yo, por casi todas las revistas universitarias de aquellos años en Granada. Todo era hervor cultural.
A. L.: ¿Donde has publicado y qué hasta ahora...?
M. S.: He publicado, —aparte de los estudios que realicé como catedrático de Literatura y crítico literario—, docenas de poemas sueltos en revistas nacionales e internacionales y libros y plaquettes y opúsculos de creación como Edelvira (Málaga, 1976); Edelvira, -Nuevos Textos- (Barcelona,1980); Los Espejos fingidos (Málaga, 1980); Escribir la Muerte (Málaga, 1985); Esplendor de la tristeza (Málaga, 1986); La soledad del que sabe una historia (Málaga, 1988); Zulo de Noviembre (Málaga, 1988); La reina del Habana Ron Club Mambo (Málaga,1994); El mar en los hangares (Málaga, 2004); Viviré del aire (Luxemburgo, 2013; Miami, Florida, 2013; Madrid, 2014).
A. L.: Dicen algunos que poeta no es solo quien escribe, sino también quien vive como un poeta... O dicho de otra forma, la poesía no solo se escribe sino que se vive, ¿o habría que decir que se sobrevive a ella...? ¿o quizá todo es un mito?
M.S.: Ser poeta es un Destino, dijo Borges, como ser Rey.
A. L.: ¿y... cómo es el día a día de un poeta?
M.S.: Mi día es un día como el de cualquier otro que se dedique a la enseñanza, dirija una colección de poesía, como Puerta del Mar de las Diputación de Málaga, tenga dos hijas y cultive con deleite la amistad.
Sólo que, como amas la poesía, entre otras cosas, de vez en cuando, oyes el canto de las sirenas o de las musas y escribes y borras y lees en todos los ratos libres que encuentras. No es el poeta, por dedicarse a la inutilidad de la poesía, más bicho raro que un médico, un abogado o un Rey.
A. L.: ¿En que se diferencia un poeta de una persona normal?
M.S.: Un poeta no se diferencia de cualquier otro hombre que tenga un destino.
A. L.: ¿Cual es tu rutina, tu mecánica y tu método de escritura?
M.S.: No, no sabría decirle, escribo como se escribe, unas veces por mimesis y otras, por reacción.
A. L.: ¿Eres de los que llevan siempre un block o papel para ir anotando todas aquellas ideas que van surgiendo da igual donde se esté? ¿Piensas como Pablo Picasso que "la inspiración existe pero tiene que pillarte trabajando… o como Umberto Eco que "Nada es más nocivo para la creatividad que el furor de la inspiración"?.
M.S.: No, suelo ir suelto de manos y de libretas y suelo sentarme a escribir con nocturnidad y alevosía por las mañanas.
A. L.: ¿Cómo nacen tus ideas... Piensas que las ideas "inspiradoras" solo nacen de las vivencias y estímulos que recibes y vas construyendo a lo largo de tu vida... O pueden fluir cuando menos te lo esperas incluso sin tener nada que ver con tu entorno y vivencias?
M.S.: Ya le dije: unas veces son Mimesis, otras, Reacción frente a lo que leo. La lectura es el verdadero fondo de la escritura. Los libros suelen hablar de los libros. Se es lector antes que escritor, por eso advirtió Jorge Luis Borges que estaba más orgulloso de los libros leídos que de los escritos.
A. L.: ¿Cuales son tus referentes a la hora de escribir, "tus temas", de qué cosas escribes o puedes escribir y de cuales no, nunca, jamás...?
M.S.: No sé, entiéndaseme, ya hace tiempo que me he perdonado. No me escucho. No sé, me voy sobrellevando.
Pienso que puedo escribir de cualquier cosa, que cualquier saber de cualquier cosa, me interesa y que, cada vez, más cosas me llaman la atención.
A. L.: ¿Tus influencias son fácilmente identificables, se asoman o dejan ver en tus versos o son adecuadamente controladas para que lo que surja finalmente sea una forma identificable, un todo representativo claramente personal?
M.S.: Pienso que es mejor ser hijo de padre conocido que lo otro. No tendría sentido ocultar tus apellidos o tus padres. Depende de las gafas que tenga el lector. Tenemos un magnífica tradición.
A. L.: ¿Buscas la creación de estructuras para tus libros, o escribes poemas de manera libre y el tiempo ya dirá o terminará destapando elementos y descubriendo aspectos que conforman unidades o relacionan entre sí a diferentes poemas?
M.S.: Escribo: una veces con papel y lápiz, otras, mentalmente, luego rompo o guardo o al revés, y después, busco la voz, el tono, la atmósfera del poema, qué sé yo qué, cada vez hago cosas diferentes.
De lo que estoy seguro es de que los mejores poemas que he escrito los garabateé en el techo de mi habitación, envés de contar ovejitas: Sí, he escrito muchos poemas que nunca pasaron a un papel y, son más y son los mejores
A. L.: En plena sociedad de la inmediatez y la prisa, ¿de dónde saca tiempo un poeta para escribir...?
M.S.: Ufffff.
A. L.: ¿Es o debe ser un poeta un comprometido con su tiempo... un militante de algo... implicarse socioculturalmente,,, piensas que la poesía debe ser "un arma cargada de futuro", o se puede ser poeta sin dejarse llevar por lo que acontece...?
M.S.: Sin duda, hay que comprometerse con la Libertad, la Belleza, el Bien, la Verdad, etc.
A. L.: Pablo Neruda dijo que: La Poesía no es de quien la escribe sino de quien la usa... ¿Podríamos ligarlo con la pregunta anterior, no?
M.S.: Como escribió Machado, la poesía es para que se olviden de su autor y se apropien de ella.
A. L.: ¿Es cierto eso que pienso a veces... que la poesía nos acorrala en un rincón de nuestras conciencias... hasta que escribimos y es entonces cuando nos deja escapar y nos libera... aunque solo sea por unos instantes, hasta que volvamos a sentirnos de nuevo atrapados por ella?
M.S.: Ya le hablé del canto de las sirenas. Ahora le digo que estoy convencido de que a quien los dioses le dan un don, también le regalan un látigo.
A. L.: ¿Será verdad eso que dicen que la poesía solo la compran los poetas?
M.S.: Generalmente, creo que es así.
A. L.: ¿Qué lee un poeta como tú que no se haya leído ya...?
M.S.: Todo. Porque así como nunca se baña uno en el mismo río, tampoco se lee nunca el mismo libro.
A. L.: ¿Está tocada y herida la poesía... o está más viva que nunca?
M.S.: Sin duda que la poesía tuvo siempre una mala salud de hierro.
A. L.: ¿Es posible la poesía colectiva o es más bien un acto "íntimo y discreto"?
M.S.: El paso del oído al ojo renacentista dio lugar al silencio luterano y moderno, el romanticismo de Bécquer fue discreto, Machado no levantó la voz.
A. L.: ¿Cómo ves el nivel y la calidad de la poesía actual? Hay muchos poetas jóvenes contemporáneos, ¿cuáles destacarías o sientes más cercanos, cuyas obras poéticas te parecen más destacables o incluso más cercanas a la tuya?
M.S.: El nivel es muy bueno. Pero es muy fácil perderse actualmente. Conozco a muchos poetas que hoy se ufanan de publicar en la misma Editorial que Cervantes y Shakespeare. Esto es, en Internet.
Internet, que es acto de civilización y de barbarie (W. Benjamín) y se parece cada vez más a aquel personaje que erige murallas y al mismo tiempo puede fácilmente arrojar los libros a las llamas de una hoguera, como el emperador Shih Huang Ti.
Hoy día me sigue interesando el joven Lope y el joven Góngora y el joven Garcilaso y un chico que se llama Cerbantes, con “b”, como él escribía su nombre, no sé quién pudo enmendarle la plana, lo que pasa es que nunca me los encuentro por el sendero de la actualidad.
A. L.: Volviendo al principio y a los orígenes, esos que nunca deben ser olvidados porque suponen nuestras referencias primigenias... ¿Algunos poetas de los de siempre que son imprescindibles y nadie debería dejar de leer nunca?
M.S.: No hay manual de instrucciones, como en la vida, se debe andar a tientas. Sólo hay que encontrarlos, todos están en nuestra Historia de la Literatura.
A. L.: Y regresando al presente: ¿Algunos poetas actuales o contemporáneos que son imprescindibles y nadie debería dejar de leer nunca?
M.S.: Antonio Carvajal, Claudio Rodríguez... Las mismas que se me han formulado más arriba y todas aquellas que se alejen de la vulgaridad intelectual. Es decir, de lo que es trillado y manido de esta época.
Podéis seguir a Manuel Salinas en su Blog: Ninguna Nube es inútil
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