Hoy charlamos con Amparo Heredia “La Repompilla”, una artista que forma parte de una familia que pertence ya a la historia del flamenco en Málaga.
Entrevista: Manuel Malaka | Fotos: Promocionales / TÉBAR / Pepe Portillo
Su tía es la legendaria Enriqueta de la Santísima Trinidad de los Reyes Porras “La Repompa”, apodo que legaría al resto de su familia. Tanto su madre como su hermana Raquel son grandes profesionales del flamenco. Este verano Amparo Heredia pasó por el Festival de las Minas de la Unión logrando uno de los primeros premios. Y hoy nos concede esta entrevista con motivo de su participación en el 2º Festival Solidario Comedor de Santo Domingo que tendrá lugar el próximo viernes 2 de octubre en el salón de actos del Centro Cultural Provincial en calle Ollerías.
Aforo Libre: Hola, Amparo. No hace mucho con motivo de su aniversario, se publicó la biografía de tu tía Enriqueta. ¿Qué destacarías tú de la figura de tu tía y de tu madre como artistas?
Amparo Heredia: De mi tía destacaría especialmente su talento como cantaora, y artista con sello propio. Ella tenía una forma de cantar única que no te recuerda a nadie. Única en su forma de hacer flamenco.
De mi madre puedo opinar con mayor conocimiento porque a ella si la he visto y veo. Ella es una artista con mucho arte, majestad y elegancia que cuando sale al escenario, la tienes que mirar.
A. L.: Tú has vivido muchos años en Estados Unidos, ¿Qué recuerdos tienes de esa etapa de tu vida? ¿Cómo era vuestra vida en aquel país?
A. H.: Yo, de hecho, nací en EEUU. Me crié en Málaga y volví con 16 de nuevo a Estados Unidos. Mis recuerdos son muy buenos. Mis principios como artista fueron allí. Pues allí, comencé a cantar y siempre iba junto a mi familia viajando a todos lados, trabajando mucho y haciendo una vida normal como la de cualquier familia. Fue una época en la que me encantaba estar allí, aunque echaba mucho de menos España. Allí también nacieron mis hijos, y hasta ese momento no tenía muy claro el querer volver a España, ni me lo planteaba.
A. L.: Tu carrera profesional comienza en América. ¿Cómo recuerdas aquellos primeros pasos como artista allí? ¿Qué recuerdos tienes de aquellos primeros escenarios?
A. H.: Mis recuerdos de mis inicios como artista son buenísimos. Yo era la niña para todo el mundo. En aquella época había en Miami 5 ó 6 tablaos, y nos conocíamos todos los que trabajábamos allí. Nos reuníamos con frecuencia y yo era, pues eso, la niña para todos. Todos me ayudaban y me daban ánimo para que siguiera adelante con mi carrera. A mí me gustaba cantar, pero lo pasaba muy mal porque era muy vergonzosa. Y lo sigo siendo, aunque ya algo menos. Y, como os comentaba, todos me daban fuerzas para salir al escenario. Ahora, con el paso del tiempo, me hace gracia recordar aquellos momentos. Lo pasé muy bien. Fue una etapa muy bonita de mi vida.
A. L.: Imagino que tu familia y especialmente tu madre habrán sido tus referentes artísticos, pero en tu larga carrera has trabajado con otros grandes artistas. ¿Quiénes te han inspirado más a lo largo de tu carrera?
A. H.: Sí, sin duda, mi familia ha sido mi gran inspiración. Mi tía La Repompa en el cante especialmente. Pero escucho a todo el mundo. Me gusta hacerlo porque de todos se puede aprender algo. Disfruto con toda la música en general. Todo tipo de música, bueno, menos el heavy metal, esa no la aguantan mis oídos. (Amparo se ríe)
A. L.: Tú eres una de los artistas que participa este año en el Concierto Solidario del Comedor de Santo Domingo. Demostrando así tu solidaridad y tu compromiso social con tu tierra. El Cabrero, Meneses, y otros muchos artistas llenaron el flamenco de inquietudes sociales y políticas ¿Crees que hoy día el flamenco está dando la espalda a los problemas sociales?
A. H.: Yo no entiendo de política. Entiendo del sufrimiento de las personas y del hambre. Y me da mucha pena todo lo que está pasando. Ver gente que de verdad no tiene nada.
Y, desde luego, si podemos aportar nuestro granito de arena para aliviar un poco este sufrimiento, debemos hacerlo. No creo que el flamenco dé la espalda a los problemas sociales hoy día. Y lo demuestra el hecho de que siempre hay artistas flamencos dispuestos a colaborar en una causa solidaria. En este caso con la labor del Comedor Social de Santo Domingo.
A. L.: Has participado en la IV Bienal de Flamenco de Málaga con el espectáculo “Sabor a Málaga”. Este año nos ha sorprendido por el gran número de espectáculos. ¿Qué opinión te merece? ¿Crees que definitivamente se consolida? ¿Qué aspectos positivos y negativos destacarías de nuestra IV Bienal?
A. H.: Estuve encantada de estar con compañeros malagueños en un espectáculo dedicado a Málaga y sus cantes. Fue un triunfo de público y de crítica. Con el Teatro Cervantes lleno y el público contentísimo. Y eso es para nosotros, los artistas, nuestro mayor sueño. Una gran satisfacción para todos los que participamos.
Pienso que sí, que la Bienal de Málaga se está consolidando, por fin, y que poco a poco se irán mejorando cosas y cada año ganará en calidad. Estoy segura. En Málaga ha crecido también en los últimos años el interés y la afición por el buen flamenco.
A. L.: Este verano has tenido un gran triunfo en el Festival de las Minas de la Unión. ¿Cómo ha sido para ti pasar por un festival tan prestigioso?
A. H.: Pues te diré que me estaban dando los premios y no me lo creía, fue todo tan rápido. Yo no recuerdo como llegué hasta ahí. Pero, desde luego, ha sido genial. Me animé a participar por un compañero que no paraba de darme la tabarra. (Se ríe) Es difícil imaginarse en un concurso como ese, con tantísimos grandes artistas como pasan por ahí. Y yo, la primera vez que participaba. Pensaba: bueno, otra experiencia más. Y finalmente, mira. Fue una vivencia realmente maravillosa para mí como artista.
A. L.: En tu opinión ¿En qué situación se encuentra el flamenco hoy y cuáles crees que son sus principales enemigos?
A. H.: Creo que el flamenco se encuentra hoy en un momento espléndido, dentro y fuera de nuestras fronteras. El flamenco se sigue ya a nivel mundial. En los mejores escenarios y en lo más alto. En mi opinión el enemigo hoy día es esta crisis que estamos viviendo.
A. L.: La cultura gitana ha influido en gran medida en el flamenco. ¿Crees que se está perdiendo esta cultura o piensas que los gitanos sobrevivirán a la globalización?
A. H.: No, en absoluto. La cultura gitana tiene siglos y ha pasado por tantos cambios en la historia que estoy segura que sobreviviremos a los del siglo XXI también.