Estudio del pintor Rafael Alvarado
Texto: Manuel Malaka l Fotos: Laura Fernández Pereiro
Un estudio cargado de pinturas, pinceles…. pero también de vivencias, de compromiso, de historia de nuestra ciudad. Quisimos aprovechar la ocasión para charlar con él, y saber un poco más sobre su obra.
Aforo Libre: Hola, Rafael. Muchas gracias por recibirnos aquí, en tu estudio. ¿Cómo nace tu vocación por el Arte? Háblanos un poco de cómo fueron los comienzos para un artista en aquella Málaga en blanco y negro.
Rafael Alvarado: Hola, encantado de recibiros aquí, en mi estudio. La pintura siempre fue mi vocación, gracias a la permisividad de mis abuelos, Lola y Rafael que me apoyaron. Fui a la escuela de artes Aplicadas y Oficios Artístico y tuve la suerte de vivir en el centro de la ciudad, al lado del Museo de Bellas Artes, hoy Museo Picasso, que me permitía entrar en contacto con los pintores del siglo XIX. Muñoz Degrain, Moreno Carbonero, Simonet, etc, llegué a copiar fragmentos de algunos de los cuadros. El contacto con el Museo y la escuela fueron dos pilares importantes. También mis amigos, teníamos los mismos intereses, convertirnos en pintores.
A.L.: ¿En qué proyectos estás trabajando ahora mismo? ¿Cuándo podremos disfrutar de una nueva exposición de Rafael Alvarado?
R.A.: Expongo en el MAD de Antequera en agosto bajo el título de la exposición: Negro sobre Negro y trata de la inmigración, las fronteras, África, el drama humano,...
A.L.: Naces en Málaga, sigues viviendo aquí, y a lo largo de tu carrera has tomado siempre parte en sus cambios, sus logros,… siempre de un modo comprometido con esta ciudad.
R.A.: A mi vuelta de Madrid, y después de mi exposición en el Museo de Bellas Artes, me implico y soy promotor entre otros artistas de varios proyectos en la ciudad como fueron: El Centro de Arte Contemporáneo y Facultad de Bellas Artes para Málaga, en un momento crucial, con el Plan Estratégico diseñando el perfil de la ciudad.
Fue un momento de crisis en el que se supo aprovechar lo mejor de las crisis, y es que se puso todo patas abajo, con una gran participación social y de colectivos, profesionales, partidos políticos, etc… y ahí entramos nosotros como plataforma reivindicando, ante la carencia de infraestructuras culturales, el Centro y la Facultad.
También tengo que decir el conflicto del desalojo del Museo de Bellas Artes para convertirse en el Museo Picasso, y que sacamos a la calle en cuatro manifestaciones a la ciudad para que dieran una solución al daño causado por los intereses políticos de la Junta de Andalucía por un lado, ante la decisión de desalojar el Bellas Artes sin un plan alternativo. Como consecuencia estuvieron los cuadros, como todo el mundo sabe, 20 años embalados y ocultos de las miradas para las que fueron creados. Por otro, la mala relación entre los gobiernos municipales, Junta de Andalucía y Gobierno Central de signo político distinto que no se ponían de acuerdo en un plan de actuación. Por todo ello, la sociedad civil que siempre va por delante de los políticos creamos la plataforma ciudadana en defensa del Bellas Artes y arqueológico. Posteriormente se convirtió en la Aduana para Málaga, donde hoy se encuentra las obras del Bellas Artes y el Arqueológico.
Todos estos proyectos son hoy una realidad pero no se nos debe olvidar que no han caído del cielo sino del amor, la pasión, la implicación de la ciudadanía, la consciencia de la importancia del compromiso de la memoria y del patrimonio como herencia de los pueblos. Y la lucha, en suma, por una mejor ciudad para disfrute de todos, y de las generaciones futuras.
A.L.: ¿Se ha convertido Málaga en esa capital cultural que soñamos un día? ¿Hay espacio en esta Málaga de los museos para los artistas malagueños de hoy?
R.A.: En la actualidad el problema ya no es de la creación de infraestructuras, pues contamos con muchos museos, pero llama la atención la falta de galerías de arte contemporáneo, solo dos Javier Marín e Isabel Hurley.
Así como el enfoque de los museos en los que apenas se encuentra representación de artistas locales, o muy poca, y mal presentada, como en el caso del Museo de Málaga, apelmazada la obra con la sensación de falta de espacios. Sumando a esto el enfoque exclusivamente turístico, dejando de lado la proyección y apoyo al arte local. Con lo cual nos encontramos en un panorama paradójico, pues todo gira en torno al arte, pero sin los artistas, solo los de prestigio internacional y cotización en el mercado.
Se corre el peligro de convertir todo esto en un gran parque temático, un escenario cartón piedra donde el negocio y la especulación inmobiliaria, la expulsión de los vecinos del Centro Histórico, la subida de los alquileres, y el agosto de los alquileres vacacionales, dibujan un panorama amenazante y preocupante de políticas desarrollistas y no sostenible.
A.L.: Sois muchos los artistas, pero también nombres destacados de la cultura en Málaga, como Guillermo Busutil, que en los últimos meses os estáis pronunciado en defensa de La Farola y su paisaje. ¿Por qué crees que es importante salvar ese paisaje en nuestra ciudad?
R.A.: Una serie de intelectuales, artistas y plataformas ciudadanas estamos en contra de la edificación del rascacielos en el entorno de la farola y del litoral. Nos hemos manifestado en contra de contaminar visualmente el paisaje marítimo, alterando con su escala el entorno mediterráneo azul y blanco que es lo poco genuino que nos queda ante tanta edificación a pie de playa, esa zona es clave que permanezca libre su horizonte.
A.L.: En esa inquietud constante del artista por descubrir nuevos horizontes, ¿cuáles han sido tus referentes artísticos? ¿Y cuáles los temas que te han inspirado?
R.A.: Mis referentes artísticos son los clásicos, modernos y los contemporáneos. Bebo de diferentes fuentes visuales, fotos, de prensa, imágenes televisivas, etc…
De un tiempo a esta parte, temas sociales como la inmigración, el concepto de frontera, los desplazamientos migratorios, el drama humano como protagonista en un mundo global a la vez fragmentado y deshumanizado.
A.L.: ¿De todo lo vivido, qué experiencias y compañeros de viaje te han hecho avanzar en ese viaje creativo como artista?
R.A.: En 1975 conecto con grandes pintores que se agruparon en torno al Colectivo Palmo: Lindell, Dámaso Ruano, Díaz Oliva, Barbadillo, Peinado, Brinkmann, etc… Y la amistad del Historiador del arte Francisco Palomo, contribuyeron a introducirme en una mirada más contemporánea. También las visitas al estudio de Paco Hernández en Torre del Mar, fueron decisivas.
Estuve viviendo con mi familia dos años en Madrid con un premio del Corte Inglés dando clases en una academia de pintura por la mañana, dedicando las tardes a pintar y a ver galerías. Fue muy interesante e intenso, aunque breve, ese periodo de tiempo. A la vuelta me presenté a la beca Picasso y me la concedieron. Expuse en el 94 en las salas de exposiciones del Museo de Bellas Artes los trabajos del año de la beca. Conocí al crítico de arte Enrique Castaño que me apoyo y escribió algún catálogo y crítica en prensa.
A.L.: Suponemos que te resultará difícil definir tu propia obra. ¿Crees que hay en ella un modo especial de mirar el mundo? ¿Crees que muestra algo de ti, de quién eres?
R.A.: Pictóricamente he experimentado y sigo experimentando desde distintos materiales y soportes pobres, cartón, papel y materiales varios y estilos desde la figuración, y el expresionismo, pintura de gesto sin ornamentos y fuerza expresiva, denuncia social sin caer en el panfleto, construyendo la obra desde los valores pictóricos, más allá del tema.
Participo de la idea de que el artista es un ser de su tiempo, y está atento a los acontecimientos que acontecen. Y de que tiene su propia manera de estar y participar de ellos a través de su mirada, y de su forma de ver el mundo.
A.L.: Estaremos muy atentos a esa nueva exposición. Gracias por abrirnos la puertas de tu estudio, y por esta estupenda entrevista. Ha sido un placer poder charlar contigo, y saber un poco más sobre ti.
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