29/05/2018. Teatro Echegaray. Factoría Echegaray.
Texto: Manuel Malaka l Fotos: Daniel Pérez y Promocionales
Mercedes León dirige la obra de Paco Bernal: De hienas y perros. Con María Martínez de Tejada, Rocío Rubio, Virginia Nölting, Asun Ayllón y Pilar Esteban LaPili sobre las tablas del Teatro Echegaray hasta este domingo 3 de junio.
Mercedes es una de nuestras artistas de teatro más consolidadas. Inquieta, creativa, lleva toda su vida trabajando por y para el teatro en esta ciudad. En 2015 estaba en la alfombra roja de los Premios Goya nominada a la Mejor Actriz de Reparto por La Isla Mínima de Alberto Rodríguez. Y ese mismo año, se lleva el premio de la Unión de Actores y Actrices de Madrid como mejor actriz de reparto. Estos días la encontramos en el Teatro Echegaray, inmersa en la dirección de una nueva obra: De hienas y perros. No queríamos dejar pasar la ocasión de charlar con ella, y saber un poco más sobre Mercedes, y de su vida sobre los escenarios.
Aforo Libre: Me resulta difícil definirte como actriz, porque tu trabajo abarca muchos otros ámbitos. Eres profesora de interpretación, y has hecho casi de todo dentro del mundo del teatro. ¿Cómo te definirías?
Mercedes León: Esencialmente me considero una mujer de teatro, precisamente por lo que acabas de decir. Abarco varios campos dentro de esta profesión: La Interpretación, la Dirección y la Escritura, la docencia sin embargo surgió como algo puntual, como una manera de no apartarte mucho del camino elegido y seguir trabajando.
A.L.: Háblanos un poco de ti. Naciste aquí, y has vivido en Málaga siempre. ¿Qué recuerdos te quedan de la niña que fuiste? ¿Había en tu casa inquietudes artísticas?
M.. L.: De mi infancia me quedan muchos recuerdos. Ahora, con el paso de los años me doy cuenta de que gran parte de mi personalidad se forjó en esa etapa.
Fui una niña feliz, inquieta, y siempre andaba callejeando. Era una mezcla de pequeña salvaje pero con una fuerte sensibilidad hacia todo lo que me rodeaba. Pertenezco a una familia de trabajadores, de gente que tuvieron que dejar la escuela para echar una mano en casa, afortunadamente, en ese aspecto, tuve la suerte de estudiar y de elegir aquello que me gustaba, sin ninguna imposición, es más, aunque debido a la juventud me despistaba de vez en cuando, siempre supe y tuve muy claro que no abandonaría.
A.L.: ¿Comienzas desde muy joven a interesarte por el teatro? ¿Qué te llevó a este mundo? ¿De dónde nace esta vocación?
M.L.: De siempre me ha gustado el cine y el teatro, de pequeña, en verano, todos los días iba al cine de verano de mi barrio. Estaba muy cerca de casa, y aunque salíamos muy tarde, la familia no se recogía hasta casi la madrugada, se sentaban en las puertas de las casas para aliviarse del calor. No me perdía ni una peli. Los niños de la pandilla descubrimos un agujero por la parte de atrás y nos colábamos, nos inventábamos que algún familiar de alguien nos invitaba para no levantar sospechas. Debe venir de ahí, y creo que también de la afición a los tebeos, los devoraba, luego vinieron los primeros libros… y ya mi imaginación me sacaba del aburrimiento.
A.L.: Tú te has formado en Málaga en nuestra Escuela de Arte Dramático. ¿Qué destacarías de ese proceso de formación? ¿Qué recuerdos tienes de aquellos años?
M.L.: Tengo muy buenos recuerdos. Fue una época decisiva respecto a descubrir a qué me quería dedicar laboralmente hablando. Estaba un poco despistada antes de estudiar arte dramático, tenía claro que me faltaba algo, cambiaba de rumbo cada dos por tres. De pronto quería hacer periodismo, más tarde me dio por querer ser veterinaria, pero un amigo que estaba estudiando en Córdoba me quitó las ganas cuando me explicó con detalle las prácticas que tendría que hacer. Cuando entré en la ESAD, ya no tuve más dudas.
A.L.: Participas de forma activa en la vida cultural de esta ciudad desde hace ya bastantes años. ¿Cómo ves esta nueva Málaga que presume de capital cultural? ¿Crees que realmente se cuida y se impulsa el teatro y la cultura en nuestra ciudad?
M.L.: Siempre he dicho que esta ciudad, en cuanto a cultura se refiere, es muy cambiante. Impera la desidia, y cuando hay una explosión cultural casi siempre es debido a que son los propios artistas los que la hacen o los que empujan a que se preste un poco más de atención. Aquí nacen cosas maravillosas que funcionan, y con sólo cuidarlas un poquito, se estabilizarían, crecerían y pasarían a formar parte intocable de la ciudad, pero aquí, en cuanto existe una lucha por el poder o hay cambios políticos, aparecen los intereses de los unos sobre los intereses de los otros y barren sin miramiento ninguno lo que había antes, sin pararse a pensar si no están cometiendo una barbaridad. Y así estamos siempre: empezando de cero.
A.L.: ¿Quiénes han inspirado a Mercedes León? ¿Cómo nace en ti la inspiración para crear?
M.L.: Sinceramente, mis referentes no vienen de nombres clásicos de la literatura universal, ni de la contemporánea, eso vino después, con los años, con la calma. Empecé a escribir como una necesidad vital de contar cosas bajo el prisma del humor. Entendía ese humor como una especie de filtro que depura los grumos, que aparta a un lado la cáscara, lo pesado, y deja pasar lo que realmente te quieres tomar. Mi padre leía la revista La Codorniz, luego salió El hermano lobo y otras parecidas.
Yo veía a mi padre que se reía cuando leía La Codorniz, y allá que iba yo a reírme también, pero no entendía los chistes, mi padre para consolarme me decía que era muy pequeña, que cuando fuese más mayor los entendería. Vi una ventana abierta, le pedí que me las guardara. Me las guardó, y con el tiempo las fui leyendo y entendiendo Me marcó. Me influyó. Con las mudanzas y el paso del tiempo se fueron perdiendo por el camino, pero aún guardo algunos números.
A.L.: Participaste en la película La Isla Mínima con la que estuviste nominada al Goya a la Mejor Actriz de Reparto. ¿Qué recuerdos y vivencias te dejó la experiencia?
M.L.: La verdad es que muy pocos, porque tuve apenas un par de días de rodaje, pero eso sí, muy buenos. Lo mejor vino después, era mi primera incursión en el mundo del cine y me llevo una nominación a los Goya. Mejor estreno no se puede tener.
A.L.: Has vuelto a vivir la emoción de los Goya con Adelfa Calvo, perteneciente también a la Compañía Brea Teatro, ¿Cómo lo has vivido?
M.L.: Imagínate. Con la máxima alegría y expectación. Y más feliz que una perdiz porque ella sí que se lo ha traído, ha arrasado, se ha traído muchos, por no decir casi todos de los más prestigiosos premios. Y me he alegrado enormemente no por los premios en sí, que eso a veces, es lo de menos; me he alegrado y mucho, porque siento estos reconocimientos hacia las personas que llevan trabajando en esto casi toda su vida, como una especie de ajuste de cuentas. Un poner en su sitio a todo un colectivo de trabajadores de fondo, incansables, luchadores y maravillosos profesionales.
A.L.: Como actriz con años de experiencia en el mundo de la interpretación. ¿Qué opinión tienes de nuestro Festival de Cine?
M.L.: Yo siempre he estado apartada del Festival de Cine, y como yo, muchos profesionales. En mi caso supongo que por motivos varios, quizás uno de ellos sea probablemente porque me dedico más al Teatro y no al cine ni a la televisión; aunque de un tiempo a esta parte he participado en alguna película, varias series y cortometrajes. El Festival de Cine, lo veo como algo que empezó con un tono muy mediático y difícil de catalogar, una mezcolanza de famoseo y alguna pincelada de buenos trabajos.
En su favor he de decir, que poco a poco se va conformando en un festival que empieza a valorarse, a cruzar fronteras, a ocupar un lugar en esto de la industria, y eso revaloriza y da prestigio al festival.
A.L.: Ahora te pillamos inmersa en un proyecto de la Factoría Echegaray. ¿Cómo nace esta idea?
M.L.: Se supone que nace con la impronta de fortalecer el tejido cultural de la ciudad, de dar a conocer y producir trabajos apoyando a los artistas tanto en la producción de los mismos, como estipulando el pago de ensayos y un mínimo de doce funciones. Hace falta iniciativas así en esta ciudad, pero sobre todo hace falta que iniciativas como éstas no se “barran” y pasen al recuerdo. También es muy necesario que se cree una distribución periódica y estable donde los espectáculos rueden y se den a conocer, ten en cuenta que en un mismo espectáculo coinciden personas de distintos campos, es decir, que no conforman una compañía con unos intereses comunes, su interés es trabajar, y perdurar el máximo de tiempo posible realizando en el ámbito profesional cuantas más representaciones mejor. Se debe cuidar, mimar y fortalecer al máximo esta iniciativa, creciendo en su día a día, porque con ello, salimos ganando todos.
A.L.: ¿Cómo valoras la trayectoria de Factoría Echegaray? ¿Crees que está cumpliendo los objetivos para los que se creó?
M.L.: Creo que están en ello. Desde que emprendió su andadura son muchos los montajes que han sido producidos por Factoría Echegaray. Que tengan una línea común o no, que gusten más o menos, que haya diferencias muy acusadas entre unos y otros, depende de muchos factores, y supongo que como todo aquello que surge con fuerza, ilusión, y experimentación, necesita tiempo y perspectiva para recolocar, valorar y hacer balance acerca de los objetivos que se marcó en un principio y los conseguidos. Lo que es indispensable desde mi punto de vista es continuidad y apoyo total a esta iniciativa para verla crecer y expandirse de manera sólida y segura.
A.L.: Paco Bernal , tiene también una larga trayectoria profesional, no solo como autor, también en teatro , televisión, como guionista,... Él es el autor de De hienas y perro o el eco de los caníbales. ¿Qué nos puedes decir de Paco como autor?
M.L.: A mi me parece un autor muy potente y sobre todo, un autor que dice cosas. Me ha encantado trabajar su texto. Ha habido entendimiento, respeto y complicidad. Desde el primer momento, me dio vía libre para acometerlo desde mi mirada. Y saber que cuentas con el beneplácito del autor te permite adentrarte en el texto de otra manera, explorar campos, investigar, jugar, lo haces tuyo también y eso es imprescindible para acometer la dramaturgia que todo director, en este caso yo, desea llevar a cabo sobre un escenario.
A.L.: De hienas y perros o el eco de los caníbales es el título de la obra. Ha tenido una estupenda acogida de crítica y público. Y durante esta semana aún tenemos la posibilidad de disfrutarla. Ya solo el título no nos deja indiferentes, desde luego. ¿Qué podremos ver sobre el escenario del Echegaray?
M.L.: Honestamente pienso que veréis un trabajo muy cuidado, muy valiente, hecho con mucha entrega, sin florituras, con una puesta en escena que cuida el más mínimo detalle, y con una interpretación maravillosa de cinco actrices que se han entregado y confiado plenamente en cada paso que yo como directora iba dando. Ha sido un proceso de trabajo muy intenso pero al mismo tiempo relajado y fructífero. Hemos ido todas a una. Y el resultado ha de ser por fuerza muy bueno, al margen de los gustos de cada uno. Yo confío en que este trabajo no va a dejar a nadie indiferente. Y ojalá eso ocurra, ojalá algo se nos remueva por dentro.
A.L.: Ya lo sabes, en esta revista te seguimos, te queremos, ... Y desde luego, animamos a todos los que aún no la hayan visto, a que no se pierdan De hienas y perros. Hasta el domingo en el Teatro Echegaray. Gracias por tu compromiso con la profesión, por tantos buenos momentos en el teatro, y por ofrecernos esta estupenda entrevista.
M.L.: No sabéis como agradezco a vuestra revista el interés que demostráis hacia el mundo de la cultura. Estáis pendientes de todo lo que ocurre alrededor, y eso de alguna manera, revierte sobre la vida de la ciudad.
Muchas gracias por vuestro interés. Gracias.
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