Entrevista: Manuel Malaka l Fotos: Promocionales
Raul Durán presenta Ikigai en DZM, nuestro Festival Danza Málaga 2020.Hace aproximadamente un año hablábamos con Rául Durán con motivo de su paso por los Premios Lorca del Teatro Andaluz. En estos días vuelve a estar de actualidad por su reciente premio MálagaCrea, y también por su paso por el Festival de Danza. Como suele ser habitual, Rául hace de la danza y los escenarios no solo una vocación, también una devoción.
Aforo Libre: Hola, Raúl. Nos alegra que hayas encontrado un ratito entre ensayo y ensayo para nosotros. ¿Cómo estás viviendo estos momentos tan complicados para los artistas y la cultura?
Raúl Durán: Muy buenas. Me alegro de volver a charlar con todos ustedes.
Estos momentos los vivo con incertidumbre. Nadie sabe cómo va a ir resultando todo y vamos poco a poco con optimismo. Respiramos intranquilos por la posible cancelación de espectáculos constantemente. Aún así, la mayoría de todo lo que tengo programado en el calendario se está realizando con éxito. En ese aspecto estoy bien y contento. Los espacios culturales están realizando un protocolo excelente del servicio preventivo necesario y cuidando más que nunca todos los detalles referentes a los trabajadores y al público. Y, aun así y lamentablemente, son estos lugares los que se ven más afectados en cuanto a recortes e impedimentos. Sigo sin comprender por qué se comparan los teatros de igual forma que bares o medios de transportes cuando entre espectadores se están dejando dos asientos libres, manteniendo la mascarilla puesta durante toda la representación, un disparo en la frente para tomar la temperatura y gel antes de entrar…
A.L.: Háblanos un poco de ti. Eres de Sevilla, pero vives aquí. ¿Cómo es tu relación con esta ciudad?
R.D.: Soy de Camas, un pueblo de la provincia de Sevilla y actualmente, cumplo siete años como residente en Málaga capital. Esta ciudad me acogió de tan buena manera que me ha hecho asentarme con gusto. No tengo más que palabras buenas, y a todo aquel que me pregunta, le doy siempre reseñas positivas sobre la ciudad.
Vine a desempeñar los estudios superiores de coreografía en danza contemporánea, empecé a trabajar para la Compañía de danza Fernando Hurtado (con quienes continúo a día de hoy) y poco a poco fui abriendo horizontes. Algo más tarde, me uní también a bailar con Da.Te Danza de Granada y a colaborar y participar con Silencio Danza (Nieves Rosales) además de iniciar con ideas propias firmadas a mi nombre.
Está claro que Málaga ha sido un punto referente en mi carrera y donde me siento como en casa. Profesionalmente he nacido aquí, como quién dice.
A.L.: Hace solo unos días nos llegaba la noticia de tu premio MálagaCrea. ¿Cómo has vivido este nuevo reconocimiento?
R.D.: Ha sido una notica muy grata. El proyecto de este dúo era una idea que no estaba cerrada por completo y recibimos la llamada en plena pandemia que estábamos seleccionados para la gala final del certamen. Tal como estaba la situación, fue una odisea encontrar un espacio para poder terminarla para que estuviese para la fecha citada. Una experiencia agotadora (en cuanto a la búsqueda de espacio para ensayar y al tiempo) y a su vez dulce, más recibiendo el reconocimiento y premio.
El problema de encontrar espacio de ensayos y para Ikigai más concretamente de montaje, ya que es un estreno, nos ha costado casi la anulación del espectáculo en el programa. Me consta que no hemos sido los únicos con este problema y que son muchas las compañías con la necesidad de lugar de ensayos para poder preparar funciones. Resultando imposible en algunas ocasiones.
A.L.: Ahora te encontramos inmerso en este nuevo trabajo con tu propia compañía. ¿Cómo nace IKIGAI?
R.D.: Todo surge al recibir una llamada de producción del Teatro Cervantes de Málaga proponiendo una fecha para una pieza a estrenar dentro de la programación del Festival de danza de la ciudad. ¡Es una noticia tan dulce que no puedes ni plantearte la respuesta!
Teniendo en cuenta que debía ser un estreno me puse manos a la obra para desarrollar en escrito una nueva idea.
Siendo todo esto durante el periodo de pandemia, nos hemos visto impedidos al inicio de la pieza en cuanto a movimiento, por lo que Ikigai, se encuentra en plena creación y desarrollo aún.
A.L.: En este estreno eres el responsable de la puesta en escena, la coreografía, la dirección,… ¿Dónde o cómo encuentras la inspiración para crear?
R.D.: Está siendo todo tan rápido que a veces no me da lugar a procesar, por lo que he tirado de los recursos donde suelo encontrar esa inspiración para crear. El visionado de piezas de danza, películas, analizar obras de arte pictóricas, la escultura, lectura de novelas o prosa… Son esos lugares de donde he podido originar más medios creativos para esta nueva idea. Alimentar la inspiración a base de estar en un ambiente creativo constante.
A.L.: ¿Qué aporta IKIGAI a tu trayectoria profesional?
R.D.: Sin duda, fuerza, más fuerza aún. Poder realizar una producción de danza en estas circunstancias especiales marcan una forma diferente a trabajar y a su resultado. Es inevitable.
Ikigai significa razón de ser, es una filosofía japonesa. La pieza hace referencia a los valores personales. Algo que muchos hemos reflexionado con todo este cambio que ha afectado a nivel mundial y que deja secuelas. La pieza no representa estos motivos, pero sí que se ve afectada y en consonancia a lo que estamos viviendo.
A.L.: ¿Quiénes son tus compañeros en esta nueva aventura?
R.D.: ¡Es un equipazo! Estoy muy orgulloso de quienes formamos Ikigai. Somos María Moguer, María José Casado y yo como bailarines intérpretes y Aitor Palomo en diseño de luz y técnica.
No tengo más que palabras bonitas para ellos. Por confiar y unirse al proyecto. Son verdaderos profesionales y mejores personas aún. Sentirme arropado por amigos en una pieza así es, indiscutiblemente, de lo mejor que me ha podido pasar.
María es luchadora e incansable, María José pura dulzura y Aitor creativo y con una sensibilidad abismal. Como he dicho antes… ¡un equipazo!
A.L.: La danza es un camino duro y muy exigente. ¿Qué es hoy para ti la danza?
R.D.: Lo es. También como muchos otros, pero quizá al no ser tan conocido se hace difícil buscarle el reconocimiento que merece como arte vivo a nivel social.
En un momento de creación como en el que estoy, la danza es la que tiene mayor cabida en mi día a día. El 80% de mi jornada se lo dedico a ella, si no me quedo corto.
Podría decir que lo es casi todo, es devoción. Es tanto, que me encanta ir a ver danza en mi tiempo de ocio. Parece monótono, pero cada pieza es un mundo completamente diferente. ¿Quién no se ha quedado un par de días sin despegar la vista de la pantalla viendo alguna película o serie en casa? ¡Podría definirlo como eso mismo!
A.L.: Cada año vemos más público y más interés por este festival. ¿Qué opinas de la trayectoria que está teniendo DZM?
R.D.: Como bien dices, se está creando un fuerte interés por este festival y es la misma razón por la que mejora cada edición. Me parece fantástico que en Málaga se le esté dando hueco y reconocimiento a la danza de esta forma.
Este año no participarán compañías extranjeras, jugamos a nivel nacional, y me parece una programación fabulosa, de lo mejor. A veces incluso, no me llego a creer estar compartiendo cartel junto a grandes profesionales.
A.L.: Tenemos la costumbre de pedir al entrevistado que nos haga alguna recomendación cultural. ¿Te animas?
R.D.: ¡Claro! Lo primero, toda la programación del Festival Danza Málaga, por supuesto. Además, participan muchos compañeros y amigos, y sé que presentan buenas piezas. ¡Yo iré!
Sobre música recomiendo a uno de mis compositores preferidos Max Richter y al grupo Vandalia Trío, un descubrimiento sorprendente.
Tampoco está demás animar a visitar los museos o exposiciones de la ciudad, con propuestas de actividades paralelas como por ejemplo las que proponen la Colección del Museo Ruso de San Petersburgo.
A.L.: Enhorabuena por tu trabajo. Estamos deseando ver este 23 de octubre en el Teatro Echegaray IKIGAI, para aplaudirte una vez más. Ha sido un placer charlar contigo.
R.D.: Muchísimas gracias a los lectores por su tiempo y a Aforo Libre por siempre tenderme la mano y hacerme sentir en familia. Ha sido un placer cruzarnos nuevamente y que revista como esta siga aportando su mejor función a la cultura de Málaga.
¡Nos vemos en los teatros! Un abrazo.
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