39 Festival de Teatro de Málaga
Texto: Antonio Zafra | Fotos: Promocionales de la Cía.
Gonzalo Campos Suárez (Palma de Mallorca, 1976) es Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Málaga. Compagina su actividad profesional con la escritura. Premio Ciudad de Málaga de Teatro 2021 (V Certamen de Teatro Suso de Marcos) por su obra Ciudadana ejemplar.
Ciudadana Ejemplar estará en el 39 Festival de Teatro de Málaga el viernes 4 de febrero en el Teatro Echegaray. Además del premio de esta obra Gonzalo es ganador del II Certamen Internacional de Textos Dramáticos convocado por el IV Festival de Teatro Español en Atenas por su obra En las nubes. Finalista al XXV Premio Andalucía de la Crítica de Narrativa por su primer libro de cuentos: Mi bello Fauvel (Ed. Adeshoras, 2018). Formó parte del volumen colectivo de relatos Lo que la vida necesita (Ed. Salto de Página, 2016). Ha sido incluido en varias antologías como ganador de distintos certámenes. Sus cuentos han aparecido en prensa y en numerosas publicaciones especializadas de España y Latinoamérica. Es también autor de las obras teatrales El baile de los incoherentes, estrenada por la compañía La Bohëmia en el Teatro Echegaray de Málaga dentro del Programa Oficial del 35 Festival de Teatro, y Ninfolepsia, estrenada por la compañía La Coracha Teatro y publicada por el sello Ediciones Invasoras, con prólogo de Alfonso Zurro. Su obra Del color de la sombra (catarsis de una mujer rural), se estrenó en la localidad africana de Bongor (Chad) en 2019. Es autor de Aristócratas, comedia teatral publicada (Ed. Invasoras), así como de varias obras breves estrenadas y publicadas en distintos volúmenes, antologías y revistas especializadas. Coordinó y prologó el libro colectivo de teatro Incisos y concisos (Ed. El toro celeste, 2018), y durante 5 años y hasta 2019 fue el programador artístico de Microteatro Málaga. Actualmente dirige el sello editorial La Calderona, centrado en la publicación exclusiva de textos teatrales.
Aforo Libre: Muchas gracias por atender a Aforo Libre. Comienza el año y como siempre toca hacer balance. Un año todavía con los inconvenientes que origina la pandemia… ¿Ha ido bien el año? Espero que no hayas tenido que lamentar nada.
Gonzalo Campos Suárez: Si me lo preguntas desde el punto de vista de la salud, a día de hoy me puedo considerar un afortunado, pues tanto mi familia como mis amigos cercanos y yo mismo estamos escapando bien del virus (y que dure). Hablando desde el punto de vista meramente creativo, ha sido un año difícil: no es sencillo sentarse a escribir ficción con la que está cayendo, abstraerse de todo esto... Aun así, he podido sacar adelante un par de proyectos que estaban pendientes y que verán la luz en 2022.
A.L: El caso es que leo que este año has resultado ganador del V Certamen de Teatro Suso de Marcos con Ciudadana ejemplar. Ni tan mal. ¿Cómo te sentiste al conocer que eras el ganador?
G.C.S: Muy feliz, qué quieres que te diga. Se trata de un premio que no solo te otorga un titular en la prensa, sino que lleva aparejada una dotación económica que ha permitido la producción de la obra. Ya se me estaba poniendo cara de seguidor del Atleti… Hablando en serio, es un certamen maravilloso que va por su quinta edición y que hay que cuidar. La literatura dramática, por desgracia, no tiene la visibilidad de otros géneros, y los autores dramáticos corremos la misma suerte. Contar con iniciativas que dan luz a nuestros trabajos, a nuestras inquietudes, es algo que reconforta y te hace querer seguir adelante.
A.L: Participas con tu montaje en el 39 Festival de Teatro de Málaga, precisamente con esta obra. ¿Qué nos puedes contar sobre el Festival y sobre la participación en él?
G.C.S: Creo no equivocarme si digo que para todo autor malagueño formar parte del programa oficial del Festival de Teatro supone lo máximo: que un texto tuyo cobre vida sobre las tablas del Teatro Echegaray frente a tu gente en algo difícil de igualar. Yo tengo la suerte de haberlo vivido antes, en 2018, con El baile de los incoherentes. Pero te aseguro que la ilusión, los miedos, la incertidumbre siguen siendo los mismos. Siempre ocurre igual, una cosa es lo que se percibe desde dentro: autor, director, actores, y otra lo que el montaje es capaz de generar en el público. Llegamos al Festival después de varias representaciones. La compañía está ilusionadísima y convencida del trabajo realizado. Es una obra muy especial para todos y esperamos que guste.
A.L: ¿Qué supone esta obra que traes al 39 Festival de Teatro de Málaga en tu trayectoria como escritor? ¿Nuevos temas, otra perspectiva, continuidad quizás?
G.C.S: Primero te diría que como autor teatral no soy una persona ceñida a un género o a un argumentario. Escribo teatro cuando encuentro una “historia”, una anécdota, un hecho con el que topo en el devenir de mi vida, mis lecturas, mis viajes… A partir de ahí decido cuál es la clave en la que dicha historia puede sentirse más cómoda: drama, comedia, absurdo… Pero es fundamental que esa chispa inicial sea poderosa, potente, que ronde mi cabeza durante largo tiempo. Si es así, si permanece ahí adentro, sé que antes o después me sentaré a escribir sobre ella. A partir de ese momento comienza la búsqueda de un género, una voz, un tono con el que envolverla y hacerla verosímil. Esta obra supone mucho para mí por el trabajo que lleva detrás, no solo de escritura sino de documentación. Ha sido un largo camino, duro y bello a un tiempo.
A.L: ¿Qué van a poder ver los espectadores, como resumirías la historia que nos traes al Festival?
G.C.S: Ciudadana ejemplar es un montaje que podríamos considerar de teatro-documento, ambientado en el período más oscuro de las purgas estalinistas de finales de los años 30. Sus protagonistas son Anna Ajmátova y Lidia Chukóvskaia (mujeres reales, no lo olvidemos). La detención del hijo de la primera y del marido de la segunda las hace conocerse por casualidad en las colas de información en Leningrado: “¿Dónde están?” “¿Qué ha sido de ellos?” “¿Por qué los han arrestado?” La respuesta siempre es la misma: la mentira organizada y el silencio. Ambas construyen una amistad cimentada en esa incertidumbre durante el período del horror. Se trata de dos mujeres que había que rescatar, dos autoras formidables que jamás claudicaron (pagaron con el ostracismo de su obra durante décadas, hasta la caída del Muro de Berlín). Esta obra trata de ficcionar esa relación y esa etapa de sus vidas.
A.L: El espectáculo ha sido estrenado el 18 de septiembre ¿Qué respuesta ha tenido y cuál esperas de los asistentes en esta ocasión?
G.C.S: Efectivamente, se realizó una presentación en la Casa-Estudio Suso de Marcos con el aforo completo y muy buena acogida. Después, realizamos un par de representaciones más en las provincias de Córdoba y Cádiz. En esta ocasión soñamos con colgar el cartel de “No hay billetes”, aunque es cierto que las circunstancias actuales de la pandemia están generando un cierto recelo en el público general, a lo que no paro de responder siempre con que EL TEATRO ES SEGURO.
A.L: El resultado de la puesta en escena, creo, que es para ti completamente satisfactorio ya que te involucras en la promoción del espectáculo. ¿Qué nos puedes contar sobre la puesta en escena y el trabajo de los actores? ¿Cómo se siente un autor cuando ve su obra montada?
G.C.S: El otro día leía en las redes sociales a un autor teatral al que respeto mucho que decía que un dramaturgo que se precie de tal debe dejar que sus textos sean dirigidos por otros. Y yo pienso que es cierto. Actualmente no me llama nada dirigir, aunque nunca se sabe. Más de uno me ha dicho eso de: “Acabarás dirigiendo”. Yo les respondo: “No sé yo…”. Aunque el texto sea mío, el montaje nos pertenece a todos: directora, actores, escenógrafo, vestuarista… (a tenerlo en cuenta si hay que repartir la tomatada, jaja). Ver en escena un texto tuyo es algo increíble, de una energía que es difícil de comparar con nada. Yo escribo también narrativa, pero las sensaciones que te genera son distintas.
Respecto a la puesta en escena te diré que siempre sorprende, porque tu idea de un lance o un personaje nunca va coincidir al cien por cien con la que plantea la directora o construyen los actores. Pero esto no es malo, sino todo lo contrario: enriquece, amplía los márgenes del texto, de la historia, matiza pasajes, encuentra vetas ocultas, rincones escondidos donde de repente se hace la luz. Ante todo, debe de existir respeto. Es la clave. Respeto y trabajo en equipo
A.L: Al arrancar el año, comienzan los propósitos del año nuevo. ¿Qué planes tienes que podamos conocer?
G.C.S: El primero, darle impulso a esta Ciudadana ejemplar para que se harte de pisar las tablas de otros muchos teatros. A partir de ahí puedo comentarte que tengo cerrada la publicación para el otoño próximo de mi segundo libro de cuentos y algún que otro proyecto que por no estar confirmado aún prefiero no desvelar. También me gustaría aprender francés, correr una media maratón y visitar Kioto, pero por motivos que escapan a mi control no termino de conseguirlo. Ah… y ser campeón del mundo de foxtrot.
A.L: Muchas gracias por atendernos. Si quieres añadir algo que quieras comentar con los lectores o invitarlos a que vayan a ver tu espectáculo…
G.C.S: Poco más. Solo agradecerte tu interés, y decir a vuestros lectores que el teatro se muere sin público. Y que bien al nuestro o a cualquier otro montaje, traten de apoyar con su asistencia (puedo asegurar que Netflix seguirá ahí a su regreso). No dejemos caer la cultura. Si cae la cultura, caemos todos.
A.L: Un abrazo y todos los éxitos.
39 Festival de teatro de Málaga
Teatro Echegaray
viernes 4 de febrero 20.00h
Autor Gonzalo Campos Suárez
Con Lucía Moreno, Antonio Navarro y Marity Manzanera
Dirección Carmen Ruiz-Mingorance
1.15 h (s/i)
PREMIO DE TEATRO CIUDAD DE MÁLAGA 2021 (V Certamen de Teatro Suso de Marcos)
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