Teatro Cervantes. 02/03/2013
Entrevista: Adrian Fernández | Fotos: Producciones Faraute
Silvia Marsó (Barcelona, 8 de marzo de 1964) es la actriz que da vida a Yerma, personaje de la obra homónima de Lorca, escrita en 1934 y perteneciente a la “trilogía lorquiana” que se representó en el Teatro Cervantes de Málaga el pasado sábado 2 de marzo.
Aforo Libre: Yerma es un personaje que normalmente ha sido interpretado por grandes actrices (Margarita Xirgu, Aurora Bautista, Núria Espert y María Casares entre otras) ¿En algún momento te impuso un poco de respeto darle vida?
Silvia Marsó: Siempre me impone respeto interpretar cualquier personaje. Llevo muchos años haciendo personajes complejos y no me asusta la extensión que puedan tener sobre el escenario. En realidad me asustan más sus mundos interiores, los estados de ánimo por los que deben transitar y los estados límite que deben tocar.
A.L. Bueno, de hecho ya se ha reconocido tu interpretación de Yerma al haber sido galardonada con el Premio Meliá Recoletos amigos del teatro a la mejor actriz.
S.M. Sí, no me puedo quejar. Es la segunda vez que interpreto un personaje que previamente habían hecho Margarita Xirgu y Nuria Espert. La primera fue Doña Rosita la soltera, de Lorca también.
A.L. Bueno, y también fuiste premiada por este personaje hace unos cuantos años.
S.M. Sí, esto fue hace catorce años. Ya parece que es como algo casi tradicional en mí hacer personajes que previamente han hecho estas dos grandes actrices. Es un honor para mí el poder decir que los he interpretado.
A.L. Y si sigues por este camino en el futuro quedarás también como una de las grandes actrices que interpretaron a estos personajes.
S.M. Bueno, eso espero, jaja… Eso no está en mi mano pero sería bonito que se recordaran todas esas actuaciones.
A.L. ¿Qué le aporta Silvia Marsó al personaje de Yerma?
S.M. Siempre que una actriz se enfrenta a un personaje le aporta su cuerpo y su alma. Interpretar a un personaje es una tarea muy personal y cada actriz lo aborda de una manera. No se puede decir que nadie es mejor que otro en el mundo del arte. Por ejemplo no se puede decir que Picasso sea mejor que Van Gogh ni Velázquez que Goya. En el mundo de la interpretación cada actor aporta al personaje su visión, su creatividad y su alma.
A.L. En 1934 Yerma ya trataba las deterioradas relaciones entre el hombre y la mujer… ¿Crees que nos comunicamos mejor desde entonces o sigue pareciendo que venimos de planetas diferentes?
S.M. El conflicto de Yerma no es específicamente un conflicto entre hombres y mujeres sino de roles establecidos socialmente. En aquella época el rol de la mujer era la maternidad y el matrimonio. No había otro. Si te apartabas de eso eras un bicho raro que no podía ser aceptado por la sociedad, por eso el conflicto de Yerma es trágico ya que no se puede aspirar a una solución. Por ello Lorca usa esta obra para provocar una reflexión. Para que las siguientes generaciones de alguna forma sean conscientes de que el ser humano puede ser anulado por la propia sociedad tal como le sucede a Yerma. A ella la casan sin amor con un hombre codicioso que se supone que iba a generar riquezas porque era una persona muy ambiciosa y truncan su verdadero destino que era Víctor. Esto está pasando hoy en día de otra forma pero con las mismas consecuencias ya que actualmente en España tenemos a la generación más yerma de la historia, la que tiene menos hijos y la que habiéndose preparado mejor que ninguna otra generación va a tener muchas menos oportunidades debido a la crisis provocada por un grupo de banqueros por codicia… Esto es la esencia de Yerma, y es algo que está ocurriendo ahora.
A.L. ¿Qué tiene Miguel Narros para tener tan buena prensa entre críticos y espectadores?
S.M. Es que realmente ha sido un referente teatral en España durante el siglo XX y la primera parte del XXI y aunque ya es un hombre muy mayor conserva ese don especial para crear en el escenario.
A.L. Parece ser que se ha apostado por una puesta en escena algo sobria. ¿Los actores notan esto a la hora de interpretar?
S.M. A ver, la escenografía es sobria, y los elementos son algo sobrios. Lo que no es sobrio es la interpretación ni tampoco los efectos. Hay efectos especiales muy interesantes en la obra. La intensidad está en la interpretación y en el texto, que son muy interesantes.
A.L. Haces bastante televisión pero aún así siempre estás implicada en alguna obra teatral. ¿Tiene el teatro algún tipo de magia que lo hace especial para los actores?
S.M. El teatro es la prueba de fuego y donde de verdad puedes realizar papeles extraordinarios que han pasado la criba del tiempo para llegar a nuestros días como grandes personajes y grandes textos
A.L. ¿Vas mucho al teatro?
S.M. Dos o tres veces por semana
A.L. ¿Cuál es la última obra que has visto?
S.M. La última obra se llamaba precisamente Málaga. Con Ana Wagener, Críspulo Cabezas y Roberto Enríquez.
A.L. Para terminar ¿Qué argumentos darías a nuestros lectores para ir a ver Yerma?
S.M. Pues les diría que no van a tener muchas oportunidades de volver a ver un espectáculo con catorce actores sobre el escenario ya que debido a la crisis las compañías apuestan actualmente por obras con uno o dos personajes. Además, una obra de Lorca es muy difícil de llevar adelante porque es muy costosa y les diría también que tienen que aprovechar la oportunidad de ver buen teatro porque tal como están las cosas será de las últimas en unos años.
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