XXI Bienal de Flamenco de Sevilla
Entrevista: Manuel Malaka l Fotos: Claudia Ruiz Caro -Bienal-
Sin duda, Leonor ofreció una de las citas más interesantes y brillantes de esta Bienal de Sevilla. Baile, también teatro, poesía, buen cante, emoción,… Loxa fue un espectáculo redondo. Una noche inolvidable para los que estuvimos allí. Así lo hizo ver el público en pie con su cálido y prolongado aplauso final. Su depurada técnica se aúna con una sensibilidad inquieta y creativa que la hace viajar por lugares mágicos, como en este caso la poesía y la figura de Juan de Loxa. Toda una demostración de madurez, elegancia, y maestría. Un baile depurado, pero cargado de chispa y duende. No se trata de un duende estridente, arrebatado; más bien el duende de Leonor es un duende poeta, enamorado de la belleza, que huye de lo vacuo o convencional. En Aforo Libre hemos querido aprovechar la ocasión para charlar con ella, y saber un poco más sobre esta pareja de hecho: Leonor Leal / Juan de Loxa.
Aforo Libre: Hola, Leonor. Nos alegra mucho poder charlar contigo. Y que hayas encontrado un ratito para nosotros, justo después de tu paso por la Bienal. ¿Cómo te presentarías para aquellos que aún no saben quién es Leonor Leal?
Leonor Leal: Pues diría que soy una bailaora con otras muchas inquietudes artísticas y con una pulsión muy grande de querer aprender siempre. Esta mezcla me lleva año tras año a meterme en líos de todo tipo.
A.L: ¿Cómo llegas al flamenco? Háblanos un poco de cómo nace tu vocación por el baile.
L.L.: Pues en mi casa no hay nadie que se dedique al arte pero me apoyaron desde pequeña a tomar clases de danza y a formarme en lo que más me gustaba. Música y baile. Aún recuerdo cuando mi madre vio anunciada una escuela en el periódico y llamó por teléfono. Nos apuntó a mi hermana y a mi y desde el primer día de clase, sentí que era mi lugar con una certeza que me sorprende aún. De hecho, me remito a aquella sensación muy a menudo.
Empecé con danza clásica, piano y danza española. Luego descubrí el flamenco y ahí necesité volcarme con más dedicación. Quería conseguir esa libertad que me transmitía el flamenco.
A.L.: ¿Alguien en especial que destacarías por haberte contagiado esa pasión por el baile, por las tablas?
L.L.: Mi primera maestra de Ballet, Belén Fernández fue clave para mí. Conecté con ella y con su pasión. Con su pedagogía tan justa y tan coherente…su energía era y sigue siendo admirable. El espíritu de superación me lo enseñó ella y el amor a bailar y sentir la música también.
A.L.: ¿Quiénes te han inspirado? ¿Quiénes dirías que han sido tus maestros?
L.L.: Mis maestros en la etapa más profesional han sido todos aquellos con los que he trabajado. De todos aprendí mucho y cosas muy diferentes. Es cierto que con Andrés Marín estuve más tiempo de cerca así que tengo muchísimo que agradecerle. Diría que todos mis materiales rítmicos están muy basados en él. Y ahora, estoy muy centrada en la parte más escénica de los proyectos así que María Muñoz y Pep Ramis, dos veteranos de la danza de este país ( Compañía Malpelo) son mis guías y mis mentores.
A.L.: ¿Qué dirías que es hoy para ti el flamenco?
L.L.: Es un camino personal de crecimiento y descubrimiento. Es un trayecto de largo recorrido y eso hace que siga en él y por supuesto se ha convertido en un modo de vida y sustento.
A.L.: Hace solo unos días te subiste al Teatro Central de Sevilla con Loxa. ¿Cómo nace este último trabajo?
L.L.: Conocí a Juan de Loxa hace unos años, cuando estaba buscando información sobre su colaboración con Mario Maya en los años 70. Quería saber de primera mano como habían sido aquellas experiencias escénicas, que nunca llegué a ver en directo. Juan había escrito el guión de Ceremonial y de ¡Ay Jondo! (dos espectáculos de Mario muy importantes para mí). Y encontré a un hombre sumamente interesante. Lleno de anécdotas que contarme, con una cultura y un saber inmenso, con humor, con pasión por la cultura…nos hicimos buenos amigos y tuvimos largas charlas que valían su peso en oro. Descubrí su generosidad y todo cuánto había aportado a tantos artistas de la época. Juan mantenía intacta su habilidad de inspirar a quién se acercaba a él y así ocurrió conmigo también. Más que un homenaje o tributo a su persona yo quería hacer algo bajo su impulso y así fue como comencé con este espectáculo.
A.L.: Es un proyecto muy personal, en el que asumes dirección, baile, coreografía y producción. Pero no subes sola. Estás muy bien acompañada. Háblanos un poco de tus compañeros en este viaje.
L.L.: Pues cuento con un elenco muy bien escogido pensando en la versatilidad de Loxa. Tengo a Proyecto Lorca compuesto por Antonio Moreno y Juan Jiménez, que cubrirán la parte más experimental y de música contemporánea. Cuento con la magistral guitarra de Salvador Gutiérrez (que tocó en su época para Mario y por tanto es una referencia musical que necesitaba), con Tomás de Perrate que su voz además de ser Jonda es perfecta para el tango porteño o para recuperar a Gillespie en una versión vocal que le queda que ni pintá y por último cuento con María Marín, guitarrista y cantaora de Utrera que lleva años afincada en Holanda. Tiene una gran presencia y mucho talento y le pedí que compusiera una versión de En un sueño viniste ( que cantaba Morente) Ha salido una pieza llena de sensibilidad, y necesitaba esa dulzura también en el espectáculo. Hay de todo un poco, ¡y sobre todo hay un nivel profesional y humano muy alto! ¿Qué más puedo pedir?
A.L.: ¿Crees que hay en ti un modo especial de vivir el flamenco? ¿Crees que muestra algo de ti, de quién eres?
L.L.: Claro… supongo que hay aspectos, incluso, que sólo salen bailando y que ni yo misma soy consciente de ellos. Definirnos no nos gusta a casi nadie pero si de algo estoy orgullosa, es de mi inquietud y de mi curiosidad por saber y descubrir.
A.L.: ¿Qué opinas de la situación que está viviendo el flamenco en estos tiempos de pandemia?
L.L.: Ha salido a la luz todo lo que no funcionaba bien de antes de la pandemia y no sólo en el flamenco. Es un buen momento para poner orden. Es necesario la unión dentro del gremio para tener voz y creo que esta circunstancia es una gran oportunidad para ello.
A.L.: Finaliza esta Bienal de Flamenco tan peculiar y extraña. ¿Cómo la valorarías?
L.L.: No suelo ver nada antes de mi propio estreno y disfrutaré de lo que queda una vez que ya me quede tranquila de lo mío. Independientemente de las propuestas de mis compañeros, creo que esta Bienal ha sido un logro para todos y un reto muy grande. Veo positivo 100% que hayan luchado por mantenerla con uñas y dientes en estos momentos.
A.L.: Tenemos la costumbre de pedir al entrevistado que nos haga alguna recomendación cultural. ¿Te animas? ¿Algún espectáculo, libro, disco,… qué no debamos dejar pasar?
L.L.: Libro: Páginas de la herida (John Berger). Disco: El nuevo de Dani de Morón que lo estoy descubriendo hoy. Espectáculo: Cualquier obra de la La Zaranda, Teatro Inestable de Ninguna Parte.
A.L.: Enhorabuena por tu trabajo. Estaremos muy atentos a tus próximas citas. Y esperemos que alguna de ellas te traiga por Málaga. Ha sido un placer charlar contigo, y poder saber un poco más sobre ti.
L.L.: Gracias a vosotros!! Encantadísima de conoceros.
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