Entrevista: Manuel Malaka l Fotos: Paco Urri
Este próximo 18 de octubre comienza como cada otoño Danza Málaga, en los teatros Cervantes y Echegaray, con una programación bastante diversa que da cabida a nuestros artistas. Una de esas compañías malagueñas programada en este ciclo es Silencio Danza, de nuestra querida Nieves Rosales. Y claro, hemos querido aprovechar la ocasión para charlar con ella, y saber un poco más sobre esta Mujersilencio, su último trabajo.
Aforo Libre: Hola, Nieves. Nos alegra verte en la programación de este próximo Málaga Danza 23. Presentas tu último trabajo Mujersilencio. ¿Qué nos puedes contar de esta obra?
Nieves Rosales: Hola, Manuel. Como siempre, mil gracias por estar pendiente de mi trabajo y querer que charlemos un rato. Te cuento que es una obra que abordo con muchas ganas y con mucho respeto, a la vez. Las Furias ha sido un montaje que me ha dado muchísimas cosas buenas a todos los niveles y me supone una responsabilidad añadida a la que una ya va adquiriendo a lo largo de los años. MujerSilencio: crónica de la frontera es una obra que me estaba esperando…
A.L.: La mujer y su lucha suele ser parte esencial en tus trabajos. En este caso te inspiras en un libro. ¿Cómo nace Mujersilencio?
N.R.: MujerSilencio ha nacido a partir de una novela maravillosa de Elena Moreno :La frontera lleva su nombre. La leí hace ya un tiempo y me fascinó. Obviamente, no puedo llevar la novela a escena porque es muy amplia y con distintas tramas que, en danza, se hace dificultoso de abordar siendo, además, un solo, pero sí que me ha servido como inspiración para hablar de un tema que me interesa desde hace muchísimo tiempo y que tenía que hacer sí o sí en algún momento. Como tu comentas, la mujer es un pilar fundamental de mi trabajo y vuelvo a ella desde una perspectiva que aún no había tocado, nuestra historia como país. Está siendo un trabajo de documentación muy emotivo y, por momentos, muy doloroso. La historia de las mujeres en España ha sido tremendamente dura. Les debemos tanto y yo me siento tan en deuda con ellas, que por eso pienso que este montaje estaba esperándome.
A.L: Vuelves a contar con grandes compañeros con los que ya has trabajado.
N.R.: Siempre. Sin los compañeros que están conmigo, no podría sacar mi trabajo adelante. Me refiero a Fran Burgos, como iluminador y técnico (y persona de absoluta confianza) que lleva ya años a mi lado; Carmen Trujillo que me viste siempre; César Jiménez en la música… y alguna incorporación nueva que iremos presentando. Soy yo quien se sube al escenario, pero sin el trabajo de ellos y sin el cuidado que me dan, esto no saldría. Me siento muy, muy orgullosa de los grandes profesionales que están conmigo en cada montaje y eso me hace también, querer ser mejor en cada espectáculo, siento la responsabilidad de estar a la altura de la gente que viene conmigo.
A.L.: Con tu obra anterior Las Furias, que hemos podido disfrutar en la Sala MVA este mes de septiembre, has conseguido nuevamente un enorme éxito que te ha abierto muchas puertas.
N.R.: Las Furias ha sido una sorpresa maravillosa. Cuando empecé a trabajarla tuve muchas dudas y muchos miedos, inseguridades, pero a nivel coreográfico e interpretativo supuso un paso más y estoy satisfecha del trabajo que hice (no siempre digo esto). Ha sido el montaje que más reconocimientos ha tenido: dos premios Lorca del Teatro Andaluz, dos premios Ateneo, reconocimiento del Jurado en los premios CINTA de Sevilla y una gira que en noviembre hará tres años. ¡Qué más le puedo pedir! Le tengo mucho que agradecer, sobre todo, que me esté impulsando ahora a querer superarme y a seguir retándome. Una vez más, te digo que, sin la gente que está ahí conmigo Las Furias no hubiesen sido lo que son, empezando por Jose Carlos Cuevas que escribió la dramaturgia y continuando con las bailarinas que han pasado y las que están actualmente, trabajando en ellas.
A.L.: Estás viviendo un gran momento en tu carrera con numerosos premios ya en tu trayectoria en la danza. ¿Cómo ves tu presente?
N.R.: Le escuché decir a Nacho Duato que cuanta más experiencia tiene el bailarín, cuanta más madurez menos le responde su cuerpo. Yo me siento un poco así, siento que estoy en el mejor momento en cuanto a madurez, experiencia, conocimiento y sin embargo, mi cuerpo se resiente muchísimo más que antes y es normal. Eso es muy complicado de asumir y es algo que, incluso, siendo muy jovencita he tenido presente. Me encanta dirigir, ese será el camino que tome cuando me baje del escenario y lo haré con la misma pasión con la que bailo, no tengo ninguna duda. También reconozco que mi presente está tan lleno de cosas que me apasionan y me siento satisfecha con lo que he conseguido aunque soy ambiciosa y siempre quiero seguir creciendo y llegando a nuevos retos. Quedarme tranquila con algo, no va conmigo… Hay gente que no me entiende y que piensa que tendría que relajarme, quedarme solo con una cosa, pero no puedo. Solo tenemos una vida y yo quiero crecer tanto y hacer tantas cosas que sé que no me va a dar tiempo.
A.L.: Son muchas las voces que desde el mundo de la cultura se hacen oír y se posicionan ante los atropellos que desgraciadamente sufre la cultura. En tu caso, has tomado partido en el mundo de la política. ¿Cómo está siendo esta experiencia?
N.R.: Muy enriquecedora, estoy aprendiendo muchísimo. Cuando me ofrecieron entrar en política, escuché comentarios de todo tipo y algunos bastante desafortunados, pero tengo absolutamente claro que la única manera de cambiar las cosas es hacerlo desde dentro. Estoy harta de escuchar cómo nos quejamos sin querer hacer nada para cambiar lo que creemos que está mal. No quería desaprovechar la oportunidad que me daban. No he tenido aspiraciones políticas en mi vida, lo que tengo son aspiraciones por hacer que el mundo de la cultura sea mejor y está claro que desde el sofá de tu casa no haces nada. Hay que ser proactivo, querer enfangarse y ese es el problema, que no todos estamos dispuestos a meternos en honduras. Yo no quería ser así, cómo iba a decir que no cuando me ofrecieron formar parte de un proyecto político que me daba la oportunidad de hacer algo. Era una cuestión de responsabilidad civil.
A.L.: Durante muchos años la vida cultural de Torremolinos ha resultado bastante pobre, yo diría que pueblerina para tratarse de la ciudad que es o debería ser. ¿Crees que ese enfoque está cambiando?
N.R.: Hay mucho que hacer a nivel cultural en Torremolinos. Es un municipio que tiene muchísimas posibilidades, no solamente relacionadas con el turismo y, sinceramente, creo que no se explotan. Hay que crear la necesidad de cultura en nuestro pueblo, esto es fundamental. El enfoque cambiará cuando cambien las personas que lo enfocan y si no, nuestro trabajo consistirá en intentar aportar nuevas ideas, nuevas maneras de hacer. Tengo tantas que podríamos poner en marcha en Torremolinos… Espero que en algún momento puedan materializarse. Lo ideal sería empujar juntos para que la cultura sea una necesidad y no se considere algo menos como viene sucediendo hasta ahora. La cultura no es moneda de cambio. La cultura educa en valores, en principios, nos hace libres, no puede ser jamás algo secundario.
A.L.: Hemos sufrido recientemente episodios de censura que nos recuerdan otros tiempos que creíamos superados. ¿Cómo lo estás viviendo?
N.R.: Lo estoy viviendo realmente mal. Me enfada, me frustra y por momentos, me da miedo sin que ese miedo me haga dar un paso atrás, por supuesto. Hay que plantar cara a todo esto que está ocurriendo. Hay que dar voz a todas las injusticias que se están cometiendo con el sector cultural. Solo en Andalucía tenemos mucho trabajo que hacer. Me sorprende estar en esta situación cuando se ha peleado tanto para poder hacer en libertad, me avergüenzo de las personas que ocupan cargos públicos y se arrojan el poder de decidir censurar una obra. En este proceso que estoy con MujerSilencio he encontrado frases como: había que librar mil y una batallas para conseguir la libertad. Y yo me pregunto qué estamos haciendo con nuestra historia ¿repetirla? ¿por qué? ¿a cambio de qué? Nuestros abuelos han peleado tanto por conseguirla que, como te decía al comienzo, me siento en deuda con esa libertad que ahora pretenden quitarnos. Por eso hago teatro y por eso, entro en política. Es demoledor, pero no me cabe duda que tenemos que unirnos y gritar más fuerte que ellos.
A.L.: Ya sabes, tenemos la costumbre de pedir al entrevistado que nos haga alguna recomendación cultural. ¿Te animas? ¿Algún concierto, exposición, película, libro,… qué no debamos dejar pasar?
N.R.: Siempre que hablo contigo, me pasa igual. ¡Recomendaría mil cosas! He elegido (por no ser pesada) algo de música, literatura y cine. Juan José Millás se ha convertido en el escritor que me acompaña en el último tiempo y de él te recomendaría todo, pero me quedo con La Vida a ratos. Sus podcasts junto a Javier del Pino también son una delicia, ellos me acompañan a trabajar al conservatorio cada mañana. Una peli: La desaparición de Eleanor Rigby. Cuenta una crisis sentimental desde el punto de vista de él y desde el punto de vista de ella. Son tres películas (Él, Ella y una tercera que aúna ambas). Es muy interesante porque, efectivamente, ves que la verdad no es nunca una sino dos. Cada cual tiene su verdad según ha vivido el acontecimiento. Entender y aceptar esto, te hace mejor persona. Y por no enrollarme más, en cuanto a música te diré que Jorge Marazu me parece un músico fantástico. Me gusta la música indie, pero si tengo que ponerme un poquito más intelectual te recomiendo a Max Richter. ¡Ay, te diría tantas cosas que he escuchado y visto en el último tiempo!
A.L. : Enhorabuena por tu estupenda labor, no solo en los escenarios. Por supuesto, estaremos el viernes 27 de octubre en el Teatro Echegaray para disfrutar una vez más de la danza contigo. Gracias por esta charla, y dejarnos saber un poco más sobre ti.
N.R.: Gracias a ti, Manuel, porque ya son muchos años de charla y de conocernos. También gracias por la labor cultural que hacéis desde Aforo Libre en nuestra ciudad y estar siempre al pie del cañón. Ojalá más gente como tú con la que poder encontrarse. ¡Espero que os guste MujerSilencio! Nos vemos en el teatro.
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