20/07/2019 | CEIP Prácticas Uno.
Entrevista: Antonio Zafra | Fotos: Redes Sociales Pata Teatro.
Entrevistamos a Pata Teatro con motivo del 8º Ciclo de Clásicos en Verano que en este año 2019 se desarrolla en el patio del CEIP Prácticas Uno, en plena Plaza de la Constitución. Llevan hasta la presente ya mas de la mitad de las funciones con varios llenos absolutos y buena recepción de público y crítica. Todos los comentarios destacan lo divertido de la propuesta, la calidad del espectáculo y el buen hacer de sus intérpretes.
Desde Aforo Libre les remitimos estas preguntas y amablemente así nos contestaban.
Aforo Libre: ¿Qué hizo que os decidirías por El Lazarillo de Tormes?
Pata Teatro: Este es uno de los títulos del Siglo de Oro que queríamos adaptar a Teatro desde hacía tiempo. Nos ha costado tres años que se materializase, como tantos otros proyectos que tenemos en mente. A cada uno le llega su momento, o simplemente se quedan en la idea de “me gustaría…”, pero no llegan a más.
En el caso del Lazarillo nos interesaba mucho reflejar cómo se muestra, a través del humor, la realidad del pueblo del Siglo de Oro español. De sus gentes. Del español y la española de a pie, que tenía que ingeniárselas para llevar un plato de comida a la mesa. Por ello nos servimos de una obra maestra, de una comedia, como es El lazarillo de Tormes, que supuso la primera novela en lo referente a la picaresca.
A.L: Después de tanto adaptar clásicos conoceréis la España Imperial bastante bien. ¿Qué queda de aquella España en la actual?¿Diferencias?¿Aspectos que continúan?
P.T.: Necesitaríamos un libro entero para esta pregunta (Risas) Destacaremos que de la España de la época y que se ve muy bien reflejado en esta obra, queda su sentido del humor. Esta fue una de las primeras novelas en las que se utiliza la comedia para hacer una crítica social a todos los niveles, desde lo civil, a la Iglesia y a la nobleza, pasando por todos los estratos sociales. Nos gusta ver esa capacidad de autocrítica que teníamos y tenemos en nuestro país. Es necesaria para seguir avanzando. Y no siempre existe. En su momento fue un escrito valiente, anónimo, porque la Inquisición hubiese quemado en la hoguera a su autor o autora, pero que ha pervivido a lo largo de los siglos por su maestría y como primer referente de la “picaresca”.
A.L: Adaptar una novela, creando desde cero una versión teatral. ¿Ha sido más complicado que hacer una adaptación de un texto teatral?
P.T.: Sí. Siempre es más complicado. En una adaptación teatral, el texto y los personajes son y están. Se hacen variaciones, se adapta, pero el esqueleto existe. En el caso del Lazarillo, su vida se encuentra narrada a través de una carta y van sucediendo las historias en forma de anécdotas, una detrás de otra. Todo está narrado. Hay que hacer que los personajes salgan del papel y cobren vida. Pero, al mismo tiempo, también el proceso es más emocionante. Porque se abren más posibilidades. Hay personajes a los que se les hace una breve mención, pero que sin embargo, hemos querido rescatarlos dándoles más espacio, como es el caso de sus padres, Antona y Tomé. Pero, para la acción dramática, nos ha parecido muy interesante sacarlos a la luz. Eso sí, respetando siempre la esencia de la obra.
A.L: ¿Tuvisteis en cuenta la manera de afrontar la puesta en escena y el reparto antes de empezar la adaptación?
P.T.: Sí. En nuestras anteriores obras para el Ciclo Clásicos en Verano los repartos han ido desde cinco a ocho actores/actrices. En el caso del Lazarillo, queríamos que la obra supusiese un nuevo reto, como solemos hacer con nuestros espectáculos familiares. También porque la obra en sí se presta a ello. Son las vivencias de Lázaro con sus distintos amos. Y Josemi ha tenido siempre muy claro la manera en la que la iba a dirigir. Eso facilita mucho también la adaptación. Siempre antes de afrontar cada una de las adaptaciones, hacemos un trabajo previo de estructura, de personajes y de desarrollo. Así, a la hora de llevarla a cabo, el terreno ya está totalmente allanado y nos es más fácil sembrar en él.
A.L: Lleváis años trabajando juntos en multitud de montajes Josemi y Macarena, que sois los fundadores y el actor Carlos Cuadros ¿Cómo ha sido la evolución del trabajo conjunto?
P.T.: En el Teatro, a la hora de trabajar, hay una gran parte que se basa en la confianza. En aprender del otro y a conocerse. Nosotros tenemos un modo de trabajo en el que Carlos se integró perfectamente, desde el principio. A partir de ahí, hemos ido disfrutando cada montaje juntos, compartiendo y aprendiendo cada día. Porque si algo bueno tiene esta profesión, es que uno va aprendiendo y va descubriendo nuevas experiencias día a día. Nos conocemos perfectamente, sabemos con una mirada exactamente lo que pensamos y eso hace que se cree una energía de confianza que traspasa al público.
A.L: Repetís con colaboradores como Elisa Postigo y hay figuras nuevas como el ayudante de producción y dirección Miguel Ángel Martín. ¿Qué tal con ellos?
P.T.: Para nosotros, Elisa Postigo es una de las mejores figurinistas que tenemos en nuestra ciudad. Nos conocemos también desde hace muchos años. El trabajo de Elisa dentro de los montajes habla por sí solo. El vestuario nos da veracidad, nos sitúa en la época y hace también que el público entre directamente con nosotros en ese túnel del tiempo hacia el Siglo de Oro.
Con Miguel Ángel Martín era la primera vez que trabajamos, aunque parecía en los ensayos que llevábamos toda la vida juntos. Ha sido muy fácil trabajar con él. Somos amigos y compañeros de profesión desde hace muchos años y esto facilita mucho, una vez más, las cosas a la hora de abordar un nuevo proyecto. Él conoce nuestra forma de trabajo y se ha sumergido de lleno en el proceso creativo, siendo nuestro “Lazarillo” en muchos momentos, convirtiéndose en nuestros ojos durante los ensayos.
Y este montaje ha tenido muchas otras “patas” sobre las que sostenerse. Contamos con Alberto Muñoz en la parte técnica (Iluminación), el Taller de José Luis Schimio y Lola Martín han llevado a cabo una preciosa escenografía, Inés y Diego Palomo han colaborado en los complementos que necesitábamos de atrezzo, Jorge Sarrión se ha encargado de las imágenes fotográficas y vídeo promocional de la obra, la empresa Red Mouse, nos lleva durante la realización del Ciclo las Redes Sociales y tenemos a María, Tomás, Nicolás y Pablo que son los que se encargan de que todo marche a la perfección en sala.
Siempre lo decimos, esto es un trabajo de equipo, que funciona como un reloj, en el que todos ponemos nuestro talento y trabajo a disposición del proyecto.
A.L: Sois una empresa familiar. ¿Ha sido difícil conciliar el trabajo, las giras y la familia?
P.T.: Nosotros tenemos la suerte de tener a nuestras familias, que siempre han estado y están al quite cuando los necesitamos. Hoy en día, la conciliación familiar es muy complicada, no solamente en nuestro trabajo, sino en todos. Desde el año 2013, Josemi y yo empezamos a dividirnos prácticamente en todos los espectáculos, para poder estar con nuestros hijos. De manera que cuando uno sale de gira, el otro puede quedarse en casa. El teatro es para nosotros nuestra forma de vida y también lo es para ellos. Lo viven de primera mano y lo disfrutan mucho también. Ahora, eso sí, para nosotros, ellos dos, son nuestras dos mejores creaciones.
A.L: Este año con Lázaro, estáis teniendo éxito con el montaje ¿cómo está viviendo la respuesta de público y crítica?
P.T.: Cuando nace un nuevo espectáculo nunca sabes cómo va a funcionar. Ya puede ser un Clásico, una obra contemporánea o cualquier producción. El éxito nunca está asegurado y eso es así para todos. Son muchos meses de trabajo, y tampoco sabes cómo va a funcionar, con lo cual, conlleva también un riesgo. Pero a lo largo de los años, hemos aprendido que lo mejor es hacer lo que te apetezca en cada momento, poniendo toda la carne en el asador, comprometiéndote con lo que haces, siendo honesto y disfrutando lo que haces en cada momento.
Cuando el público disfruta también junto a ti con tu trabajo, es una maravilla. Cuando la crítica aplaude un montaje, también lo es. Porque es un camino muy largo que hemos recorrido todo el equipo y poder caminar y compartir cada noche este camino, es una gozada. Lo más bonito de todo es todo el cariño que recibimos cada día. Todos los mensajes de todos los espectadores, valorando el trabajo, agradeciéndonos que les hayamos hecho reír, que tengan una nueva imagen de Lázaro que antes desconocían y que la han podido ver a través de nuestros ojos… Esto es lo que nos hace poder seguir caminando, dando paso a paso y seguir poder dedicándonos a nuestra profesión.
A.L: ¿Alguna cosa más que queráis compartir con los lectores de Aforo Libre?
P.T.: Agradeceros a todo el equipo de Aforo Libre vuestro tiempo y la difusión que le dais a la Cultura en nuestra ciudad. ¡¡Muchísimas gracias y seguimos, amigos!!
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