Texto: Miguel Ángel Barba | Fotos: José Carlos Calderón Trillo y aportadas por los entrevistados.
Iniciamos la serie de entrevistas prometidas, en las que explorar y debatir sobre la situación actual del tejido escénico malagueño, dirigidas a todo un abanico de personas profundamente imbricadas en él.
A raíz de la reciente presentación de la Plataforma de Trabajadores Escénicos de Málaga, TEMA, publicamos un artículo haciéndonos eco de sus reivindicaciones y propuestas y analizando un poco algunos de los aspectos más relevantes. En esta artículo nos comprometimos a pulsar las diferentes opiniones, voces contrastadas y matices que nos ayuden a iluminar e ilustrar la situación real de la mundología escénica; decíamos. Y aquí va la primera de ellas.
Para esta primera tanda de entrevistas hemos contado con la participación de: Andrés Gálvez, que se define y dice sentirse más cómodo dentro del témino Actor, aunque como tantos hace de todo y "se mete en todo". Marta Guzmán, Cantante y Actríz, a la que conocemos sobre todo por sus trabajo principalmente con Acuario Teatro. Miguel Muñoz Zurita ecléctico y creador con múltiples facetas como Autor, Actor, Poeta, Director y miembro de TEMA.
Andrés Gálvez: Primero te digo la realidad y luego como yo lo veo. La realidad es que está muy mal, ya ha llegado a unos límites que son insoportables, pero como todo en este país. La cultura no se puede medir con el rasero economicista, el del enriquecimiento monetario; la cultura, y por ende el teatro, tiene más que ver con el enriquecimiento espiritual, educativo, cívico, de las personas, es decir hacernos más rico en felicidad, y eso, no siempre se mide con cuanto dinero posees. Y yo, como soy optimista, siento que hemos tocado fondo y estamos remontando, creo que nos hemos dado cuenta que somos capaces de mejorar si aunamos fuerzas, el teatro en Málaga está en unos momentos de total efervescencia.
Marta Guzmán: Bajo mi punto de vista, hay una doble lectura sobre la situación actual. Por un lado, el volumen de nuevas creaciones, nuevas compañías y formulas, y espacios cada vez más novedosos, hace que el espíritu de los profesionales se mantenga vivo, sale a relucir el amor que sentimos por esta profesión y la necesidad que tenemos de expresarnos cueste lo que cueste. En ese sentido la situación es perfecta, el problema está cuando no se valora el trabajo, no se pueden pagar los cachés, hay prohibiciones en las salas para desarrollar la actividad, los impuestos impiden cubrir gastos… (ya no hablamos de ganar). Esto se ha convertido en una profesión de riesgo en la que estar en la cuerda floja parece lo normal.
Miguel Muñoz Zurita: Del mundo que conozco, en el que vivo y trabajo, destacaría el gran potencial creativo que no deja de refrescarse, especialmente gracias a los compañeros más jóvenes, menos mal, si fuera al revés sería un síntoma terrible. La cara oscura es que todo este talento sobrevive a duras penas. Las condiciones de trabajo son muy pésimas e insoportables.
Andrés Gálvez: Parafraseando a los políticos, la culpa la tiene el ladrillo, es broma. Mira, esto nos ha servido, creo yo, para darnos cuenta de que no somos diferentes al resto de las personas, y por lo tanto nos afecta lo mismo, IVA muy alto, empobrecimiento de las familias, cargas fiscales abusivas, etc., etc. Y evidentemente los responsables son nuestros gestores políticos, y en gran medida nosotros por permitirlo. En cierta medida nos hemos adaptado al mercado. Me preocupa que el teatro pierda su esencia crítica, transgresora, incómodo... Como decía antes, creo que estamos en el camino, unir fuerzas, crear lazos de colaboración, ir todas a una, tener claro que nuestro objetivo es vivir decentemente de nuestro trabajo. Me da mucha pena escuchar a compañeros, recién salidos de la escuela, decir: "yo se que voy a tener que vivir de otro trabajo, esto no va a ser mi fuente de ingresos". Creo que hay que crear una asociación que aglutine a los diferentes oficios de la artes escénicas, y una cooperativa que facilite el desarrollo profesional. Y por supuesto, la exigencia a las entidades públicas que garanticen los honorarios y cargas sociales y fiscales en las contrataciones.
Marta Guzmán: La situación económica ha hecho mucho daño, parece que cuando hay una necesidad, la cultura no sirve para nada. Nos han desplazado haciéndonos creer que en un tiempo todo volvería a ser como antes, nada más lejos de la realidad. Creo que ha servido como excusa para no darnos la importancia que merecemos y obligarnos a entrar en el juego de valorar un espectáculo por lo que vale, sin tener en cuenta la calidad. La unión del gremio es fundamental, hay que crear intereses comunes, aunar fuerzas, ideas, y velar por una programación atractiva y con contenido.
Miguel Muñoz Zurita: Sin duda la gestión, a todos los niveles. El tejido creado en estas últimas décadas se desmoronó como un castillo de naipes a la primera embestida de la crisis económica. La excesiva dependencia del sector público nos condena al capricho o interés de las cambiantes políticas de turno. Es necesario emancipar la cultura, en general, del criterio político o partidista del gestor de turno.
A la segunda cuestión. En mucha, al fin y al cabo, nosotros hemos permitido esta situación de dependencia. Nos ha costado enfrentarnos con honestidad a nosotros mismos. En muchos casos por conservar las migajas que de vez en cuando nos reparten y otros, simplemente por miedo y aceptación sumisa. En general nos han faltado redaños para enfrentar lo que el espejo nos muestra cada día. Afortunadamente esta inacción está desapareciendo y empezamos a organizarnos con autocrítica y generosidad. El miedo comienza a disiparse.
En cuanto a las soluciones. No creo que haya recetas mágicas. La solución vendrá del trabajo en común, de la unión de todas las personas que nos dedicamos a esto en todos sus ámbitos y oficios. Hacer la guerra cada uno por su cuenta nos convierte en meros productos que se dan codazos en el redil del mercado. Es fundamental también que entendamos que la cultura no la hacen los políticos ni sus gestores, la cultura es, fundamentalmente, el resultado cabal de un pueblo y sus creadores. El estado debe proporcionar lo necesario para que esto sea posible pero no decidir unilateralmente desde un despacho qué, cómo, cuándo, cuánto, dónde ni quiénes hacen cultura. Ese modelo convierte a los artistas y espectadores en vasallos que bailotean al son del pan y circo. Creo que nos vamos dando cuenta todos.
Andrés Gálvez: Si le ponemos ganas, el futuro será como nosotros queramos que sea. Lo importante es que estemos unidos, y en eso una gran parte del sector está de acuerdo, unidos podremos sobrevivir. Yo vislumbro una época de lucha, pero también de creatividad, seguro que toda esa rabia sabemos convertirla en TEATRO, con mayúsculas.
Marta Guzmán: Poco a poco vamos viendo algo de luz aunque para muchos es insuficiente. Necesitamos que se “abra la veda”, que se den subvenciones y permisos para las salas y negocios que apuestan por el teatro y la música.
Miguel Muñoz Zurita: Soy optimista siempre y cuando todos los que concurrimos en el hecho escénico, de uno u otro modo, entendamos honestamente que es necesario un cambio de paradigma, de modelo. Viene un tiempo nuevo que, indefectiblemente, está transformando la manera de producir y asociarnos para ello. Sólo hay un camino: anteponer el bien común a los intereses particulares y circunstanciales de cada uno. Si no, pan para hoy y más miseria para mañana, como hasta ahora.
Andrés Gálvez: Me parece genial, este es el inicio del cambio de actitud, estoy convencido que, con muchas dificultades, pero el proyecto se va a consolidar, TEMA unirá al sector y eso es bueno, acaba de nacer y ya son más de 400 personas las que se han adherido al proyecto, hace unos días que se presentaron y ya ha llamado la atención de los políticos. Pero es importante que todas y todos pongamos un poco de nuestra energía en sacar el proyecto adelante.
Marta Guzmán: Es una iniciativa estupenda, necesaria para hacernos oír, para exigir condiciones laborales dignas y solicitar el apoyo tanto de instituciones como del público. Al ser relativamente nueva, creo que aun no ha llegado a toda la gente que podría llegar. No sólo los profesionales nos vemos afectados, también programadores, hosteleros y por supuesto, el público en general. Hay que tener esperanza y seguir luchando por el arte.
Miguel Muñoz Zurita: Que es absolutamente necesaria, hemos conseguido algo tan importante como es hablar, en igualdad, sin miedo. Esa horizontalidad y el hecho de que sea una plataforma de personas y no de figuras jurídicas y otros entes es la fortaleza de TEMA. En poco tiempo hemos conseguido ser representativos, visibles. hemos conseguido reforzar lo que nos une, aparcando la cicatería miope que quieren imponernos los mediocres, y eso ya es mucho en comparación con tan sólo unos meses atrás. Hay mucha y buena gente trabajando duro y pronto veremos los frutos de ese esfuerzo. Estoy seguro porque lo nuestro, esto de las artes escénicas es, por encima de todo, un acto de amor.
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