Entrevista: Miguel Ángel Barba | Fotos: José Carlos Calderón Trillo (cabecera y final), Juanjo Palenzuela (foto de Javier Viana) y aportadas por los entrevistados.
Continuamos sondeando opiniones y oyendo y leyendo voces contrastadas del mundo escenico malagueño.
Para esta segunda tanda de entrevistas hemos contado con la participación de Olga Magaña, quien prefiere definirse como Bailarina y creadora escénica. Nos aporta también su visión y opiniones Sebastián Sarmiento, Director de escena. Finalmente Javier Viana que al respecto de esta cuestión nos dice: Amo ambas disciplinas, entre ellas hay vasos comunicantes. Para expresarme como actor con mi cuerpo y la palabra es imprescindible el ritmo y la escucha… Y eso es Música. Del mismo modo para interpretar una pieza musical es fundamental dejarte impregnar por todos los estímulos que acontecen, mientras, la música sucede... Y eso es muy teatral.
Olga Magaña: Sin que se olvide el origen del teatro y la danza como fenómenos socioculturales, veo la situación actual mal direccionada y gestionada, es decir, mucha ilusión, talento y trabajo que se queda a medias, deteniéndose en un círculo reducido de público, sin cumplir los fines propios del teatro y la danza, que bajo mi punto de vista van más allá del entretenimiento, pudiendo contribuir a mejorar los valores que existen en la sociedad, en cualquier contexto geográfico del que hablemos.
Veo una aguda carencia de público. Pero lo que más me preocupa es ver un teatro desbordarse con cuatro funciones de entradas agotadas ante la propuesta escénica de Jorge Javier Vázquez. Algo falla que se escapa a la formación y al buen hacer de grandes profesionales de la escena, algo falla en los medios de comunicación y en la EDUCACIÓN.
Sebastián Sarmiento: Francamente, lo veo todo bastante negro. Las condiciones de trabajo se han vuelto muy precarias y la necesidad de trabajar se impone ante la dignidad del mismo. Si siempre hemos cuestionado el modelo de producción de las artes escénicas, donde las compañías se encontraban con casi la obligación de producir prácticamente un espectáculo al año con una vida de no más de tres años en gira, ahora nos encontramos con producciones q mal subsisten año y medio y compañías que producen espectáculos cada pocos meses. Esto nos debilita, nos obliga a producir bajando costes, muy rápido y con pocas perspectivas de amortización. La cantidad está por encima de la calidad y eso, a largo plazo, nos va a costar mucho cambiarlo.
Javier Viana: Este oficio lleva sobreviviendo crisis desde que me acuerdo… Años de viaje… Y siempre salimos a flote. Hay que seguir construyendo, aprender de los errores y transformar la realidad que nos toca vivir. La situación es delicada, de emergencia y precariedad desde el punto de vista del creador. En este momento para mantenerme a flote, estoy trabajando en cinco propuestas escénicas diferentes con tres ciudades. “Rockberto er penúrtimo consierto”, “The Monkey Brawlios” y “Romeo y Julieta” en Málaga. “Mia Lan” en Granada y “Asamblea Músical” en Madrid. Trabajo más del doble de lo que trabajaba hace unos años y consigo la mitad de ingresos. Está claro que el sector lejos de consolidarse como un tejido sostenible. Se ha debilitado hasta niveles que rozan la pobreza. Aun así la creatividad se abre paso, irrumpe como la hierva en el asfalto. Este oficio es un espejo.
Olga Magaña: Hay cosas que escapan de las manos de los diferentes agentes sociales que integran el campo escénico. Las políticas de turno son grandes responsables de la situación actual.
La solución a esta situación es claramente invertir en sinergias para cambiar las políticas de educación.
Sebastián Sarmiento: La principal causa, para mí, es una mala gestión del dinero público, acompañado de la falta de proyecto cultural. Y en eso, de alguna manera, somos responsables todos. Es injusto culpar al gestor cultural, al programador o técnico de cultura. El problema ha estado en el modelo anterior y en la solución que hoy nos ofrecen a las compañías. Antes, con el caché, eran pocos lo que se preocupaban por la asistencia de mayor o menor cantidad de público. Ahora queremos tener un público que pague sus entradas a un precio adecuado, pero antaño no lo cultivamos. La solución o soluciones, las desconozco realmente; pero una cosa tengo clara, el arte no puede pasar por la recaudación de la taquilla y está no debiera depender de las caras conocidas que tengas en tu espectáculo. Todas las industrias reciben subvenciones, la cultura no debiera ser menos. Aunque probablemente debiéramos cambiar el modelo productivo
Javier Viana: Cuando un país tiene los pilares del conocimiento, educación y cultura, sintetizados en un único ministerio junto con el deporte, parece que no pretende poner los recursos suficientes para que sus gentes crezcan con libertad y pensamiento crítico. Demasiada construcción, poca educación y ausencia de criterios que alimenten y despierten la posibilidad escénica en la ciudadanía.
Me acuerdo de Antonin Artaud, en (El teatro y su doble. 1938): “Defender una cultura que jamás salvó a un hombre de la preocupación de vivir mejor y no tener hambre no me parece tan urgente como extraer de la llamada cultura ideas de una fuerza viviente idéntica a la del hambre.”
A todo esto hay que sumar las políticas fiscales de los cuatro últimos años que han dinamitado un tejido que ya era muy frágil y demasiado dependiente de organismos públicos. Y como guinda la insostenibilidad de mantener las producciones a taquilla. De modo que muchas compañías se han arruinado, a veces por impagos de las propias instituciones, se han visto menguadas a una estructura familiar o han cerrado por defunción.
Tenemos nuestra responsabilidad por haberlo permitido. Hay que reflexionar y aprender de los errores. Pensar como colectivo, como comunidad. Las soluciones están en la propia esencia de este oficio, somos trabajo en equipo. Y ahora en Málaga se puede decir que la profesión esta invirtiendo su energía y movimiento hacia el bien común.
Olga Magaña: Prefiero ver el presente, el futuro es cuestión de tiempo, es gastar energía, ya vendrá, y trabajemos AHORA para que venga como nos gustaría, quizás nos dé tiempo a verlo, quizás no…
Sebastián Sarmiento: Yo soy un iluso. No tengo nada claro lo que me va a ocurrir el mes que viene, pero sigo trabajando para que esto salga adelante. Es difícil, seguro. Pero no conozco una profesión que lo tenga fácil, y a mi me gusta mi trabajo.
Javier Viana: Siento que las artes escénicas están eclosionando desde los escombros con autocrítica, frescura y madurez. Vamos a salir reforzados del erial. La gran lección es que no podemos ser dependientes de las políticas de turno, esta falta de emancipación ha desvelado nuestra mayor debilidad. Las tornas van a cambiar y ahí esta TEMA, para posibilitar un marco estable. Es nuestra responsabilidad, estamos preparados y comprometidos con este oficio, para desarrollar un modelo sostenible de artes escénicas a largo plazo con los gestores políticos que correspondan en cada caso.
Este oficio es más antiguo que la política. Tiene una dimensión social que algunos quieren ignorar evadiendo sus verdaderos valores como fuente de conocimiento, pensamiento crítico, desarrollo social y educación. Estos son los pilares que alimentan al mayor capital de nuestra sociedad. El capital humano. Confío en mis compañeros en su dedicación y entrega, esa es mi mayor motivación para seguir invirtiendo mi energía en este oficio, donde el trabajo en equipo es fundamental y genera movimientos y momentos inolvidables que le dan sentido a la vida.
Olga Magaña: Una propuesta valiente y un paso grande, que al igual que otras plataformas que se están creando en España, defiendan los derechos de los trabajadores escénicos, para que podamos trabajar bajo unas condiciones dignas mínimas que ayuden, en definitiva, a que podamos seguir sembrando semillas para mejorar la presente y futura situación social.
Sebastián Sarmiento: Creo que es una oportunidad de ir cambiando pequeñas cosas. Los grandes cambios empiezan por las pequeñas cosas.
Javier Viana: Siento que es lo mas saludable que ha sucedido entre las personas que hacemos posible las artes escénicas en Málaga. Acabamos de conseguir desde TEMA la aprobación por unanimidad de una moción en el Ayuntamiento para la elaboración de un Modelo Cultural de las Artes Escénicas de Málaga. Logro que no tiene precedentes a nivel nacional. Con esto se crea un marco que debe garantizar unos mínimos en cuestiones laborales. TEMA está tomando las riendas para ser una parte efectiva de la acción y creación cultural de la ciudad. Hemos establecido una vía para construir que miran como ejemplo desde otros lugares del país como Albacete o Jaén… Esto acaba de empezar y queda mucho por hacer…
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