17/11/2018. Verso Libre.
Poesía: Juan José Téllez l Fotos: Alicia Meléndez
Comenzamos con este poema de Juan José Téllez una serie de poesía social que hemos llamado Verso Libre.
Pretendemos mostrar así un poco de la mirada más social y comprometida de nuestra poesía. Este próximo viernes 23 presentaremos el ciclo en el recital solidario organizado por la Librería Prometeo a beneficio de un comedor social de nuestra ciudad.
Juan José Téllez es poeta, periodista, autor de varios libros sobre flamenco, y director del Centro Andaluz de las Letras. Por esa razón lleva ya algunos años viviendo y trabajando en nuestra ciudad. Hace solo unos días nos dió una entrevista que hemos publicado recientemente, y que desde luego, os recomendamos. Nos hablaba de sus inquietudes, que son muchas, desde la poesía al flamenco, y en la que podemos conocer un poco más a este malagueño de Cádiz.
Vieja señora de la polka y de Mahler,
yo vengo buscando a la madre de Rembrandt,
a la que creó a Goethe y a los carnavales,
la que tumbó a tiranos e inventó la imprenta.
No soy de la Europa de los tercios de Flandes,
de la banca suiza ni el tercer imperio,
la que mató a sus hijos en el campo de Marte
y tenía respuesta para cada misterio.
Vengo del secreto de la Monalisa,
de los días azules de Antonio Machado,
le rezo a los templos que no tienen prisa
y siempre perdonan mi mayor pecado.
Yo soy de la Europa de los cabarets,
la que nunca quemó ni a libros ni a herejes
ni decidió las guerras a la hora del té
o fabricó la troika del tejemaneje.
Yo soy europeo del mayo francés
de abril, de Portugal, de los claveles,
de quienes no llegan a fin de mes
pero dan la cara cada quince eme.
Más de Fellini que del Vaticano,
prefiero el sirtaki a bailar la oca,
un vals de Viena y no alzar la mano
y al lado del Támesis besarte en la boca.
Alma de clochard y de buquinista,
soy una novela de Georges Simenon.
sólo amo las banderas de los anarquistas
y el sí de las niñas que antes dicen no.
Soy el pianista del ghetto judío,
un moro en Venecia, un turco en el Rhin,
y viajo en el tren donde iban los mios
que ahora de nuevo se tienen que ir.
Yo soy la Alhambra y los puentes de Praga,
un helado que sabe a menta y limón,
un jipi que vende pulseras de alpaca
frente al banco central de la corrupción.
Te regalaré el anillo del nibelungo,
la tiara del Papa, las islas del Sena,
con tal de que cambies el rumbo del mundo
y el sueño de Europa merezca la pena.
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