Texto: Carlos Mesa Espinosa | Fotos: web
Reseñar el trabajo de un amigo siempre es un asunto escabroso. Primero porque no estás en un bar con unas risas de por medio, sino que tu opinión queda expuesta al público y probablemente influirá a más de uno. En segundo lugar, al saber que se trata de una amistad, el querido lector puede pensar que la crítica positiva está asegurada aunque el relato en cuestión sea un verdadero truño. Pero yo, como buen profesional y con la sinceridad con la que me han criado mis padres, voy a verter sobre estas letras mi opinión con total neutralidad.
Tengo que admitir que cuando abro el primer trabajo publicado de un autor voy siempre con una mezcla de miedo y precaución. No sé si la inexperiencia le ha podido jugar una mala pasada. No sé si quizás el afán de publicar ya esa primera novela lo antes posible ha podido hacer que dejara de prestar atención a la narración. Más aún cuando el escritor opta por un género tan complicado —al menos para mí— como es la fantasía, en la que tienes que crear mundos y personajes únicos en los que no quede ningún cabo suelto. Pero, para mi sorpresa, cuando empezé a leer Crónicas de Ilia, Los ojos de los dioses todos estos miedos fueron desapareciendo gradualmente a base de pasar páginas. Cristina Salas Rojo ha hecho un gran trabajo en la creación de ese Reino de Ilia, pero sobre todo en la caracterización tan meticulosa de los personajes. En especial destacar a Lun, la protagonista: una de esas guerreras decididas, fuertes y con carácter que tanto necesitamos en la vida real y en la ficción. Cómo no, en la historia también nos encontramos a un malvado antagonista, Orzac, que consigue erizar los vellos del lector en más de una ocasión. Los personajes tendrán que vivir sus más y sus menos en su misión por salvar el reino de las garras de Orzac, teniendo que viajar al desconocido planeta Tierra en busca del próximo monarca.
Aunque en un primer momento Los ojos de los dioses pueda parecer presentar una trama contada de mil formas distintas, es una novela que desprende frescura en cada una de sus páginas, sin dejar a un lado la influencia de otros autores reconocidos del género como Laura Gallego o George R. R. Martin.
Uno de los puntos más fuertes por el que resalta esta novela es la gran dosificación del ritmo, que nunca llega a decaer en la narración, dominándolo con maestría para captar al lector desde un primer momento, aderezado con saltos temporales para completar el sentido de la historia.
Por ponerle un punto negativo a la novela, se lo pondría a la editorial. Hoy en día, en un tiempo en el que los libros que más venden están firmados —no siempre escritos— por youtubers y celebridades del mundo de los cotilleos, es muy difícil encontrar una editorial que apueste por letras nuevas y que asuma el riesgo de una posible pérdida. Pero el estar expuestos a este riesgo y el querer asegurarse un mínimo de beneficio no creo que sea excusa para inflar tanto el precio de venta de un libro de un autor novel. Más aún cuando no se ofrece una calidad en la maqueta ni en la encuadernación, que sin duda deja mucho que desear.
A pesar de ello, creo que Crónicas de Ilia, Los ojos de los dioses es la excusa perfecta para darle una merecida oportunidad a una firma nueva que, sin duda, tiene ya escrito un gran futuro literario.
Crónicas de Ilia. Los ojos de los dioses
Cristina Salas Rojo
Atlantis Ediciones