14/03/2014
Texto: Paco Bernal | Imágenes: web
Qué novelón, amigos. Macondo nace en el condado de Yoknapatawpha, en Mississippi. Enigmática, compleja, con una técnica narrativa impresionante.
Una historia de racismo, amor y poder en el entorno de los terratenientes sureños en los tiempos de la Guerra de Secesión.
La novela se retuerce sobre sí misma, la información, la historia se enreda, se contradice, avanza dejando huecos que luego (tal vez) se rellenan, los narradores se suceden sin solución de continuidad... Es una novela de tiradas largas, no de me pongo diez minutos.
Faulkner, el autor, es el abuelo de García Márquez. Pero Faulkner es más complejo de leer, exige más concentración. García Márquez puedes leerlo y disfrutarlo en el autobús. Faulkner puedes leerlo y sufrirlo en el autobús.
Faulkner es un poco lo contario de Hemingway. Y entre ellos dos tenían sus inquinas y las pullas volaban
“Jamás ha usado una palabra que pudiera mandar a un lector al diccionario.” (Faulkner sobre Hemingway)
“Pobre Faulkner. ¿Verdaderamente piensa que las grandes emociones llegan con las grandes palabras?” (Hemingway sobre Faulkner)
Absalón absalón es para lectores entrenados. Y eso sí, no la leais en la traducción en la que yo la he leído, de Beatriz Florencia Nelson, es lamentable, traduce los nombres!! Convierte a Henry en Enrique, Charles en Carlos... y así te da hasta repelús.
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