14/09/2018. Teatro Cervantes. Málaga.
Texto: Alfonso Ramos Martínez | Fotos: peomocionales / TC
Satisfacción con el arranque de esta nuevo ciclo de conciertosEl pasado jueves 13 de septiembre dio comienzo en el Teatro Cervantes la XXIX Temporada de Abono 18/19 de la Orquesta Filarmónica de Málaga, bajo la dirección titular y artística del maestro Manuel Hernández Silva. Como solista invitado, el pianista ucraniano Vadym Kholodenko, en su primera colaboración con la OFM. Se incluían en el programa las siguientes obras:
I. SERGUÉI PROKÓFIEV (1891-1953)
Concierto para piano y orquesta nº3 en Do mayor, Op. 26
II. LEOŠ JANÁčEK (1854-1928)
Taras Bulba
Sinfonietta
En la representación del viernes, ambiente de inicio de temporada entre un público mayoritariamente maduro que llenaba el Teatro casi en su totalidad.
El escenario, configurado de manera distinta a la acostumbrada, acoge a la Orquesta no sin ciertas estrecheces; al frente, protagonista de la primera de las obras que van a interpretarse, el piano. Cuando se apagan las luces y tan solo unos instantes antes de que comience el concierto, solo el color de la madera de los instrumentos y del propio escenario contrastan con el blanco y negro de los intérpretes. Y tras este pequeño instante de deleite visual, los arcos de los violines comienzan a moverse al unísono para dar comienzo a esta nueva Temporada.
La orquesta acompaña al piano en el Concierto nº3 del compositor y pianista soviético Serguéi Prokófiev, alegremente en el primer y tercer tiempos, más pausadamente en el central. La percusión, el viento y las cuerdas reclaman nuestra atención en distintos momentos, si bien es el piano el que, apoyado sin duda en la expresividad del solista, reafirma su protagonismo a medida que avanza la obra. Notable agradecimiento del público y reconocimientos por parte de la Orquesta al solista, quien lo agradece con una breve pieza que arranca de nuevo nutridos aplausos del Teatro.
Tras recomponer ligeramente el escenario, ahora ya sin la presencia del piano y con la de nuevos instrumentos como el arpa o las campanas tubulares, vemos por fin con claridad al director desarrollando una frenética actividad al inicio de la rapsodia para orquesta Tarás Bulba, primera de las dos piezas del compositor checo Leoš Janácek, inspirada en la novela homónima de Nikolái Cógol, la cual forma parte nuestro imaginario gracias a la película sobre el héroe cosaco protagonizada por Yul Brynner y Tony Curtis. La obra transcurre entre momentos de gran intensidad y grandilocuencia, destacando la percusión y el viento, y la atracción que provoca el constante movimiento del infatigable director. Tibios aplausos.
La última pieza del programa, la Sinfonietta del mismo compositor, arranca con una fanfarria del numeroso grupo de viento que se incorpora a la orquesta y toma posición al fondo del escenario, no resultando difícil evocar una cierta inspiración en las marchas militares, mientras que el resto de las piezas de la obra transcurren de manera más pausada. Tras unos últimos compases que elevan considerablemente los decibelios en el Teatro, sigue el prolongado aplauso del público, visiblemente satisfecho con el arranque de este nuevo ciclo de conciertos.