07/10/2018. Teatro Cervantes.
Texto: Antonio Zafra | Fotos: web de la compañía
Ver una zarzuela estrenada en 1893 y tan fresco que se agradece.Función de la zarzuela El dúo de la Africana dentro del XII ciclo Malagueño de Zarzuela de Teatro Lírico Andaluz en el Teatro Cervantes.
Este siete de octubre a las siete de la tarde daba comienzo la función de El dúo de la Africana en el Teatro Cervantes. Entrar en el teatro a ver una zarzuela de más de cien años resultó muy refrescante, es que fuera estábamos a 31 grados. Increíble. El teatro, con más de tres cuartos de entrada vendidos, estaba muy animado. Me encontré con personas de todas las edades: desde criaturas de unos diez años a ancianos de sopita y buen vino preparándose todos para disfrutar de una de las zarzuelas más graciosas del siglo XIX. Sí, diecinueve. ¡Digo! ¡Y lo bien!
La música de esta zarzuela es del maestro Manuel Fernández Caballero e incluye la famosa jota No cantes más La Africana, principal tema por el que es recordado. El libreto es francamente gracioso, en verso, de un acto con tres cuadros, que mezcla el italiano macarrónico con el lenguaje castizo y es de Miguel Echegaray, el hermano del famoso Nobel José Echegaray. Don Miguel es uno de los principales letristas del género chico, cultísimo, académico de la lengua, políglota, hablaba hasta hebreo; en su época fue más conocido que su hermano, pero claro, no tiene un Nobel.
Por su parte el músico llevaba una carrera de éxitos. Era famoso por su buen hacer, su figura: ancha; y sus bigotes y barba-chivo: sublimes; también por los bastonazos que daba en el tablado del escenario marcando el compás en los ensayos. Cualquiera le tosía al señor. Ya casi ciego por las cataratas esta fue la última partitura de su puño y letra.
La compañía que se aventuró a realizar este montaje es la llamada Teatro Lírico Andaluz regentada por Pablo Prados. Según contó él mismo durante los agradecimientos en los aplausos, llevan 20 años montando zarzuela.
Luego, al visitar la web de la compañía, cuento hasta 31 títulos de zarzuela en el historial, aparte de óperas, musicales y recitales y con este vastísimo repertorio se mueven por toda España. “Ya veo”, pensé; entonces de aventura nada, es una función de tantas que llevan a cuestas. También supe después al visitar otra web, la del Cervantes, que ésta función de El dúo de la Africana forma parte del XIII Ciclo Malagueño de Zarzuela del Teatro Lírico Andaluz. Dentro de ese ciclo podremos ver el próximo nueve de diciembre Agua, azucarillos y aguardiente del maestro Federico Chueca. De la que yo vi, “El dúo…” pues no sé cuándo habrá otra oportunidad de verla.
El equipo artístico, (transcribo ficha artística que ofrece la web del teatro al final de ésta crónica) tiene un currículo estupendo. Los cantantes principales son profesionales que habitualmente han figurado en excelentes montajes de zarzuela a nivel nacional. El director musical, el maestro Padilla, es un músico muy conocido en Málaga por su labor en zarzuelas y óperas en la capital y por su labor docente en la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga. También aparece en esta función toda una institución del teatro malagueño: el incombustible, incansable, y brillante siempre Miguel Guardiola.
La adaptación que trajo el director de escena, el también productor y tenor cómico al reservarse el papel de Querubini, y gerente de la compañía como dije: Pablo Prados, y seguro que hará alguna cosilla más, pero no es cosa de… La adaptación, decía, es más extensa que el original. El dúo de la Africana pertenece al género chico y como éstas obras no pasaban de una hora de duración, el director ha optado para ampliar la duración por incluir abundantes “morcillas” (“colaboraciones”, digamos, de los actores con el autor, siempre en base al personaje y muchas de éstas muy divertidas) y añadir dos “solos” interpretados por Carlos London y Paula Jiménez de piezas que no están en las partituras de Caballero; eso sí, perfectamente ejecutadas. Destacar que Paula Jiménez se llevó una larga ovación al acabar su número. El pretexto para incluir los números es que los personajes de la obra son cantantes y durante la trama se realizan ensayos, entonces, claro: “Yo quiero ensayar una de Mozart…” “Pues nada hija…” La trama, por cierto, es la siguiente:
Una humilde compañía regentada por un avaro italiano, Querubini, ensaya L’Africane de Giacomo de Meyerbeer. Querubini procura no pagar a nadie, la tiple es su esposa, no le paga. También trabaja su hija como cantante, sin sueldo. El tenor está enamorado de la esposa del empresario, no cobra. El coro es malo, no ven un céntimo. Por su avaricia prefiere soportar los celos que le produce el descarado tonteo que se traen la soprano y el tenor antes que contratar a otro tenor porque ya no le saldría gratis. Durante la función la escena del ensayo del dúo con ataque de celos que ni los de Otelo fue la que más risas arrancó del público.
La obra transcurrió en un suspiro, al final hubo ovación y gran parte del público estaba aplaudiendo en pie.
Yo disfruté como un enano viendo a cantantes y actores haciendo de cantantes y actores. Y bueno, vi un par cosas que me parecieron mejorables. Nada, unos detalles estéticos en cuanto a un cambio de escenografía y algo más. Total, menudencias, que os las ahorro porque contarlas sería de “teatrero pesao” y ya...
Así que nada, otro día más disfrutando en los teatros del teatro hecho en Málaga. Maravilla.
Zarzuela en un acto de Manuel Fernández Caballero
sobre libreto de Miguel Echegaray
Con Pablo Prados, Paula Jiménez, Luis Pacetti, Carmen Serrano, Carlos London, Amelia Font, Patricio Sánchez y Miguel Guardiola
Coreografía Aída Sánchez
Coro y Orquesta Teatro Lirico Andaluz
Dirección escénica Pablo Prados
Dirección musical José Manuel Padilla
http://www.teatrocervantes.com
http://teatroliricoandaluz.com/wp/