Jul 29 2012

Colegio de Aparejadores, Limonar, 27/07/2012, 22 horas

concierto extraordinario de verano25º aniversario del concierto extraordinario de verano en el Colegio de Aparejadores
Orquesta Filarmónica de Málaga

Refrescante concierto de verano ofrecido por la Orquesta Filarmónica en la sede del Colegio de Aparejadores donde disfrutamos de una cuidada selección de obras de Chaikovski y la Pastoral de Beethoven.

Anochece en los jardines del bello palacete del Limonar. Una ligera brisa refresca a los cientos de personas elegantemente vestidas que ordenadamente esperan uno de los acontecimientos más importantes de la temporada clásica malagueña, su verdadero cierre, el concierto extraordinario de verano organizado y financiado por el Ilustre Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de nuestra Ciudad, quienes demuestran una vez más su firme compromiso y apoyo a la música clásica y cultura, difundiéndola más allá de su colegiados e invitando a la ciudadanía, que respondió masivamente. Un apoyo y generosidad doblemente valiosos en estos tiempos tan austeros.

Manuel Coves al frente de la FilarmónicaEn este marco incomparable, el respetuoso y el animado ambiente recordaba -salvando las distancias- al concierto de verano de Viena en el Palacio de Schonbrunn o el Waldbühne de Berlin.

La expectación crecía conforme se afinaban los instrumentos, dando paso a una sonora lluvia de aplausos cuando la batuta del jienense Manuel Coves subió al atril.

La orquesta se hallaba situada de manera escalonada con un notable ángulo, aprovechando una de las escalinatas laterales de piedra, permitiendo una excelente visualización de todas las secciones desde todas las filas del público, propiciando un mayor contacto vientos-público y ofreciendo -como pudimos comprobar más adelante- una acústica potente y equilibrada, muy interesante debido a la ausencia de reflexiones de recinto alguno. Tomemos nota, ya que ese pronunciado escalonamiento de los instrumentos gustó estética y acústicamente y quizás pueda ser positivo potenciarlo en el habitual Cervantes.

En esta vigésimo quinta edición del concierto extraordinario se eligió por el propio Colegio un popular programa de obras románticas y clásicas de Chaikovski y Beethoven, respectivamente.

Dos toques de trompeta con los que comienza el efectista y festivo Capricho Italiano, compuesto en Roma por Piotr Ilych Chaikovski, fueron los encargados de abrir la agradable velada con esta alegre música ambiental desprovista de pretensiones, tras la que la orquesta se armó para afrontar la “obertura fantasía” Romeo y Julieta, aumentando la intensidad y carga dramática, en la que la Filarmónica estuvo sobresaliente, destacando la acertada percusión de Leopoldo Saz -Leo- en los timbales, integrándolos a la perfección con los crecendos y cambios dinámicos del conjunto. Bravo.

Tras el descanso, la orquesta mermó para instrumentar la sinfonía nº 6 de Beethoven, denominada “Pastoral”, rigurosamente contemporánea de la quinta y ¡que Orquesta Filarmónicadiferente!. En mi opinión -y sin desmerecerla- un escalón por debajo de otras composiciones del genio alemán, opinión que compartió Debussy afirmando que “ ... Nadie está obligado a escribir obras maestras, y si tratamos como tal a la Sinfonía Pastoral, este epíteto perderá fuerza para calificar a las otras. Es todo lo que quiero decir”, ¡menos mal!.

Interpretación modélica de la sinfonía, si bien algo más plana y menos expresiva que la primera parte, destacando la Tormenta en la que las cuerdas graves “gruñeron” en trémolo y los violines crepitaron con la lluvia hasta que el oboe disipó las nubes dando paso al canto de los pastores, agradeciendo así el final de la tormenta en un buen último movimiento.

Correcta y académica la batuta de Manuel Coves, quien en todo momento se sirvió de la partitura, liderando a unos maestros que observamos relajados en este final de temporada.

Masiva afluencia de público con ganas de disfrutar entre los que se contaba un buen número de noveles que torpemente aplaudieron entre los movimientos de la Pastoral, afortunadamente los 3 últimos movimientos -campesinos, tormenta e himno- se encadenan, no dando oportunidad a mayores dislates.

Profusos aplausos de todos los asistentes y agradables sensaciones al finalizar el concierto a la medianoche.

Agradecer la Amabilidad y hospitalidad del Colegio y sus asociados y reconocerles el amplio esfuerzo realizado, animándoles a continuar en su senda de apoyo al arte y cultura.

Comentarios  

 
#1 Lo mejor del veranoMiriam 27-08-2012 13:25
Qué bonito concierto y qué maravillosa noche.
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