21/10/2014. Teatro Echegaray.
Texto: Alberto Medina López | Fotos: web
Espectacularmente sonoro el dúo para violín y viola de la noruega Anna Nilsen con la norteamericana Molly Carr. Viola y violín, dos instrumentos que pueden ser parecidos pero con un sonido totalmente contrapuesto: la viola es mucho más grave y masculino que el violín. Tiene muchos menos adeptos que su hermano menor, pero su tesitura la hace imprescindible para movimientos más melancólicos. Indescriptible lo que el público congregado en el Teatro Echegaray (la mitad de las localidades vendidas) pudo sentir con piezas de Mozart, Häendel y Dvörak.
Mundialmente premiadas, hace tiempo que dejaron de ser promesas para consolidarse como verdaderas estrellas del escenario clásico, además de profesoras y verdaderas maestras del instrumento que interpretan. Con un programa excepcionalmente seleccionado pudimos disfrutar de un concierto pegagógico. La simpatía de Anna Nilsen nos acompañó en unas pequeñas clases magistrales sobre lo que significaba cada uno de los movimientos, desde la fiesta de Mozart a una tempestad entre verdes campos de Dvorak. Genial la invitación a Jesús Reina en el último terzetto, un curriculum brillante de otro joven que tuvo que hacer las américas, requiebro que hago para reclamar una mejor educación pública.
El público se quedó con ganas de mucho más. Qué pena no disfrutar de una hora más, pero de la viola de Molly Carr como protagonista absoluta, aunque siempre nos quedará el consuelo de adquirir su trabajo en el sello Naxos.
Que suerte que estas dos estrellas hayan logrado coincidir en Málaga, esperamos que pronto os podamos disfrutar de nuevo con vuestra pasión por la música clásica.
Anna Nilsen: violín
Molly Carr: viola
W.A. Mozart - Dúo para en Sol Mayor para violín y viola, K 423
G.F. Händel – J. Halvorsen - Passacaglia en sol menor
A. Dvorák - Terzetto en Do Mayor para dos violines y viola, Op. 74 (músico invitado Jesús Reina)