Teatro Cervantes, 03/12/2011
Danzas SinfónicasTexto: Alfonso Urdiain Hermoso de Mendoza | Fotos: web
Excelente concierto de la Filarmónica con el director invitado Yaron Traub y la arpista sevillana Cristina Montes-Mateo, quienes nos hicieron disfrutar de principio a fin con las Danzas Sinfónicas de Rachmaninov precedidas del Capricho Español de Rimski Korsavov y del Concierto para Arpa de Ginastera.
Escaso público en el séptimo concierto de temporada, motivado posiblemente por la cercanía del decepcionante concierto del miércoles, que supo llenar la sala y mermar los bolsillos.
El director invitado Yaron Traub, titular a su vez de la Orquesta de Valencia, hizo las delicias del respetable en una elegantísima, confiada y serena dirección de tres obras tonales acertadamente escogidas.
Comenzó la velada con una excelente ejecución de la colorida y conocida suite para orquesta Capricho Español de Nikolai Andreievich Rimski Korsakov, dirigida de memoria.
Rimski formó parte del “Grupo de los Cinco” compositores rusos, quienes apostaron por poner en valor la música de raíz autóctona. Estuvo fascinado por la tradición rusa y también la oriental, y -en este caso- por la española, sintiendo lo cercano que estaban los temperamentos ruso y español.
Escribió en sus “Crónicas de mi vida musical” que “los temas españoles, sobre todo de carácter danzante, me proporcionaron ricos materiales para conseguir efectos orquestales variados”, de hecho, para esta suite se basó en las melodías de una colección de José Inzenga -compositor español famoso por sus zarzuelas- denominada Ecos de España.
Orquesta y director se lucieron, destacando en el papel protagonista la concertino Andrea Sestakova –no en vano la obra fue inicialmente prevista como una página para violín y orquesta- y los vientos solistas, como el flautista Jorge Francés Pareja.
La joven sevillana Cristina Montes Mateo fue la solista seleccionada para el exótico Concierto para Arpa del más destacado compositor suramericano, el argentino Alberto Ginastera, interpretando magistralmente de memoria.
Le auguro y deseo a Cristina -con sus recién estrenados 27 años- un excepcional porvenir, como ya lo es su interpretación en el presente.
Profusos aplausos acogieron a orquesta y solista, quien correspondió con un bis.
Aprovecho para volver a remarcar el excelente elenco de solistas escogidos en esta temporada, músicos de primerísimo nivel con cachés todavía moderados.
La obra Danzas Sinfónicas de Sergei Rachmaninov cedió su nombre para bautizar todo el concierto. Rachmaninov, nacido ruso, escribió esta obra antes de morir en Beverly Hills (Estados Unidos) y transmitió en estas delicadas y maravillosas danzas una profunda nostalgia de su país, manteniéndose en un estilo postromántico, posiblemente el más adaptado a su personalidad -angustiada e introvertida- y naturaleza impresionable.
Las tres obras interpretadas en la velada fueron igualmente protagonistas, en un altísimo nivel, y merecieron el equitativo reconocimiento del público.
La orquesta y sus músicos se lucieron, las obras así lo permitían, y todos los grupos de instrumentos y solistas estuvieron sobresalientes.
Termina una intensa y agridulce semana sinfónica en la que la actuación de la afamada Orquesta Nacional Filarmónica de Moldavia ha puesto más en valor, si cabe, a los maestros de nuestra Filarmónica de Málaga, siempre en un excelente y altísimo nivel.
Les espero, si Uds. me lo permiten, en el próximo concierto de Navidad del 16-17 de diciembre con unos Planetas de Holst y villancicos andaluces bajo la batuta del maestro titular, Edmon Colomer. No se lo pierdan.
Orquesta Filarmónica de Málaga
Director: YARON TRAUB
Arpa: CRISTINA MONTES
Capricho español, Op.34, N. Rimski Korsakov
Concierto para arpa, Op.25, A. Ginastera
Danzas sinfónicas, Op.45, S. Rachmaninov
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