Auditorio de la Diputación, 01/03/13
Texto y fotos: Alfonso Urdiain Hermoso de Mendoza
Un auditorio lleno se entregó aplaudiendo en pie a la soprano y filarmónica malagueña tras una notable interpretación de obras de siempre.
El pasado viernes asistimos al tercer concierto de la filarmónica frente al mar, que también fue el tercero de los cuatro conciertos programados en tan solo cinco días en una muy ajetreada semana blanca para la formación malagueña.
Semana especialmente triste por el repentino fallecimiento el miércoles de la violonchelista Svetana Ivanova, que ha tocado numerosas veces entre sus filas, descanse en paz.
Semana también de contrastes extremos, tanto en programas como en público, pasando de obras contemporáneas o menos conocidas y asientos vacíos en los dos conciertos de temporada a fragmentos populares y un auditorio lleno en el concierto frente al mar, acertado ciclo cuyos espectadores crecen concierto tras concierto. Curiosamente son dos ciclos relativamente menores, este y el de cámara, los que más éxitos están cosechando para la filarmónica malagueña.
Dos circunstancias adicionales ayudan a explicar el lleno del Auditorio de la Diputación , por un lado se trataba de un siempre atractivo “concierto lírico” con una soprano local, y por otro los precios reducidos y diferenciados.
Tras una impactante obertura de Guillermo Tell salió a escena la diva malagueña para interpretar Rejoice del Mesiah de Händel en el que se apreciaron pequeños descuadres orquestales y vocales motivados en gran parte por una dirección precipitada y poco clara. Desajustes que se superaron de manera sobresaliente en las posteriores piezas de La Flauta Mágica y en el resto de la velada.
Berna nos regaló un impecable y sentido Ach, ich fühl’s de Mozart con su bello y limpio timbre en una excelente modulación y fraseo. Ya en la segunda parte, destacó la sobresaliente O se una volta … Ah, non credea … de la Sonámbula de Bellini.
Muy versátil la voz de Berna Perles según demostró, aunando las cualidades de proyección de una soprano lírica con la coloratura de una más ligera. Sensacionales agudos y aterciopelados medios, si bien algo desigual en los registros más graves, perceptible en las obras de Händel y Gounod.
El éxito de la soprano fue rotundo. Un público entregado se deshizo en aplausos y bravos en pié, que la cantante y orquesta agradecieron con un bis zarzuelístico, me llaman la primorosa del Barbero de Sevilla (la zarzuela no la ópera) en el que Berna se lució sin paliativos.
Numerosos cambios de vestido de la soprano en este vistoso formato de concierto lírico que agradó a todos los asistentes, y del que se pueden sacar conclusiones tanto para la temporada de abono como para la lírica en la que este año se ha apostado por el intimista -y menos lucido- formato de recital, como veremos el domingo con Carlos Álvarez.
Me sorprendió el diseño del sencillo programa de mano en el que La Térmica asumió todo el protagonismo, incluso cambiando el nombre del ciclo por “La Térmica Cásica” en un nuevo envoltorio de un producto ya existente.
Orquesta Filarmónica de Málaga
Director Edmon Colomer
Soprano Berna Perles
(cambio del programa previsto)
Obertura Guillermo Tell, Rossini
Rejoice…, Messiah, Häendel
La Flauta Mágica y Rapto del Serrallo (varios), Mozart
Ludwig van Beethoven, Obertura de Fidelio, op. 72b
Obertura El Murcielago, Strauss
Romeo y Julieta, Ah! Je veux vivre, Gonaud
La Sonámbula, Bellini
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